Como quien se despierta atónito después de escuchar el derrape, las bocinas, la alarma de un auto y de un sobresalto adrenalínico –con la eventual colisión de la frente contra la litera superior– sale de la cama para mirar por la ventana, hoy la provincia de Mendoza se despabiló. La escena vitivinícola volvió a la ebullición y, de la mano de las bandas que estuvieron desde la primera hora, como Mi Amigo Invencible (2007) o Pasado Verde (2009), se dejó iluminar por los reflectores de un under hambriento.
El Cosquín Rock, el Lollapalooza, el Bue, y Ciudad Emergente… Muchos festivales ya vieron la estampa de un rock mendocino y sus calcomanías, pegadas entre las paredes de los baños y bares en los que se escuchó su música, que delatan la energía de un grupo efervescente de jóvenes. Son muchos, se conocen entre todos y quieren tocar por doquier. Artistas como Perras On The Beach, o Usted Señálemelo y frontmen como Luca Bocci o Simón Poxyran encabezan la ola de este nuevo rock, género amalgamado, que transita a través del pop más melifluo para llegar hasta el heavy metal más podrido.
De un cachetazo, Buenos Aires se dio vuelta y miró hacia Mendoza. Así lo describe Exequiel Stocco, guitarrista y cantante de Pasado Verde –una banda de renombre en la provincia cuyana–, que afirma que “empezó a haber festivales muy grandes en el interior y, en consecuencia, empezó a haber bandas mendocinas en escenarios muy grandes”. Para él al fin se superó la solemnidad hacia las bandas forasteras y ya no hay “nada de que envidiarles”.
Perras On The Beach tocó en el Cosquín Rock 2017, Usted Señálemelo en el Lollapalooza 2017, y Mi Amigo Invencible y Luca Bocci tocarán en el mismo festival en la edición del 2018.
“Hubo una revolución –continúa Exequiel–. La Skandalosa Tripulación, una banda de ska que fue fundada en 2005, metió 3500 personas en el auditorio Ángel Bustello. En ese mismo lugar tocó Gustavo Santaolalla hace poco. Los espacios culturales que antes estaban reservados a las producciones grandes, o a los grupos de renombre nacional, hoy los puede laburar una banda local sin problemas”. No se asustan con un Niceto, “están curtidos”.
¿Qué es la escena mendocina? Algunos músicos dicen que es una especie de escenario, metafórico, a través del cual se exponen todas las bandas y todos los géneros que surgen de la provincia. En consecuencia, no es el sonido el que los une, sino su entorno. Stocco dice: “Lo tenés a Lucca Bocci, lo tenés a Usted Señálemelo, la tenés a la Skandalosa Tripulación y lo tenés a Simón Poxyran, entre un montón más. Son sonidos diferentes”. Para Andy Nelson, baterista de Trílicos, la escena mendocina es “algo que es pero que al mismo tiempo no se sabe lo que es”. Nelson calificó a la escena como un nuevo periodo en el que los músicos mendocinos al fin se dieron cuenta del potencial musical que tienen.
Mendoza, la escena bonaerense y (por su parte) la denominada trova rosarina –con Fito Páez y Juan Carlos Baglietto, entre otros–, son considerados como los tres movimientos musicales más importantes del país. La pasión por el rock data del año 1957, cuando la película Semilla de maldad causó furor entre los jóvenes. En Argentina, el frenesí llevó a la formación de una cultura que vio en un primer momento a bandas como Los Gatos, Manal y Sandro y Los de Fuego. Décadas más tarde, esta cultura formó a músicos de renombre internacional. En la escena mendocina, los máximos exponentes fueron los Enanitos Verdes (1979) –la única banda de Mendoza que ganó un premio Grammy–, Karamelo Santo –el primer grupo latinoamericano que tocó en el festival Rosklide de Dinamarca– y Alcohol Etílico, que recorrió Chile y Colombia y fue la verdadera autora del hit “Lamento boliviano”.
Leandro Isaguirre, la cara detrás detrás de Hijo ünico , un solista indie-pop mendocino que emigró a Buenos Aires, considera que lo que diferencia a Mendoza de las otras provincias es la unión: “Allá todos se conocen con todos y, aunque a veces se armen grupos sectarios, una vez adentro hay un aguante mutuo”, sostiene. En consecuencia, aunque haya bandas de diferentes estilos, “si uno la pega en Buenos Aires, el resto también se empieza a hacer conocido”.
El nexo conector en Mendoza es el clima de montaña. Este hace que haya, según Stocco, un mayor grado de introspección. Las laderas, las sierras y la naturaleza –y su interpretación– juegan un rol fundamental a la hora de generar las distintas letras y sonidos. Para Isaguirre, “producen una música más sentimental, con otro calor”. El paisaje cambia la forma de componer y, por esto, todos los músicos hacen música de otras partes del mundo. “La música de Canadá, por ejemplo, es medio soul y romántica, parecida a la de Mendoza, y creo que es porque las montañas, el clima montañés y las personas que ahí habitan inspiran eso”. Para él, la música es igual en todos lados.
“Creo que hay que sacar esa idea de que las bandas son de uno u otro lugar. Somos todos de Argentina, de un mismo mundo sin fronteras”.
Para Exequiel Stocco, en cambio, la música mendocina es “como la adrenalina que tiene uno al escalar, súper vertiginosa”. Es “el clima, las nevadas y al día siguiente los zondas, lo contemplativo y estar en el medio de la nada”.
Las influencias de la escena actual, según ellos, pasan por la movida del punk rock mendocino y del folclore. A Exequiel Stocco, de Pasado Verde, lo influenciaron bandas como Goonies –de donde surge Mi Amigo Invencible–, Fuera de Tiempo o La Skandalosa Tripulación. En lo autóctono, menciona que se inspiró por el dúo de guitarras de Raúl Orozco y Fernando Barrientos, uno de los grupos más reconocidos en el ámbito (que tocó, entre otros, con Mercedes Sosa y Gustavo Santaolalla). A Leandro Isaguirre, en cambio, lo influyó “la tonada, el sentimiento de tristeza y el hombre que canta con sufrimiento” propios del folclore. Escucha de reggaetón a ambient a rock, y no le hace mala cara a ningún género. Destaca que la conexión entre el folclore y la actual escena mendocina es estrecha. Por ejemplo, Raúl Orozco es padre de Gabriel “Cocó” Orozco, integrante de Usted Señálemelo y, en su momento, de Perras On The Beach. Andy Nelson de Trílicos afirma que las bandas que lo inspiraron fueron La Skandalosa Tripulación, por cómo se “plantaban” en el escenario, y también Usted Señálemelo. Por otro lado, en al ámbito del folklore mendocino, también lo influenció el dúo de guitarras de Raúl Orozco y Fernando Barrientos, como a Stocco.
Mendoza tiene la mirada puesta en el resto de las provincias y eso mismo ocurre en el resto del país. Hoy hay una movida federal, y cada región tiene a sus bandas referentes. Eruca Sativa en Córdoba, Lisandro Aristimuño en Río Negro, Sig Ragga en Santa Fe, y Morbo y Mambo en Mar del Plata, para nombrar algunas. La regla, según Stocco, es “sonás bien, o no”. Tal vez Mendoza está teniendo más visibilidad porque más bandas se están animando a romper el molde. “Hay discos con nombres muy fuertes, como el de Perras On The Beach. No cualquiera se banca salir a tocar así”, afirma. “La contra es que, cuando ya se tocó de local, las bandas tienen que apuntar hacia afuera. Somos pocos, nos conocemos entre todos y el público es bastante exigente”.
El Buenos Aires mendocino
Con más de 30 recitales en 2016 y yendo por su cuarto recital bonaerense este año –habiendo tocado en el Centro Cultural Recoleta, en Ciudad Emergente y en el Pura Vida–, Pasado Verde, encabezado por Exequiel Stocco, apunta a la Capital. Leandro Isaguirre, y Trílicos, en sus apuestas, hasta decidieron irse a vivir a Buenos Aires. ¿Por qué?
“En Buenos Aires no te la podés pasar todo el día en lo de un amigo tomando mate. Estás más al palo, no podés visitar a alguien y tirarte todo el día en su sillón”, comenta Leandro Isaguirre. Pero después reflexiona: “De todos modos, eso lo sentía apenas me mudé a Buenos Aires. Creo que somos todos iguales en todos lados, solo que hay que encontrar a las personas indicadas”. Él, como Mi Amigo Invencible o los chicos de la banda Trílicos, son algunos de los artistas de Mendoza que emigraron para Buenos Aires. ¿Con qué objetivo? Estudiar, conocer a fondo el corazón arrítmico de la gran ciudad, o arreglárselas para poder vivir de la música. Con un tempo bonaerense a destiempo del ritmo mendocino, han sabido adaptarse, y han dejado de lado la pausa, o la siesta –que Exequiel Stocco describe como “esa idea de tomarse el tiempo y estar verdaderamente preparado, sin calentarse por tomarse cuanto tiempo haga falta para hacer las cosas”– para acostumbrarse a la constante aceleración de la ciudad.
Hijo Único. Leandro Isaguirre. Foto: Mónica Guerrero
Leandro Isaguirre comenta que cuando volvió de un viaje que hizo por Europa se sintió estancado en Mendoza. “En ese momento tomé la decisión de estudiar grabación y post-producción de audio. Allá no hay buenas escuelas… Quería irme a Barcelona, pero no me daba el cuero, o a Chile, pero no encontré ninguna buena escuela. Entonces vi que en Buenos Aires están la EMBA o TECSON, y me decidí por TECSON”, comentó. Vino a vivir a la capital en marzo, después de dejar un trabajo como maestro titular de colegio, su auto y a su pareja (que se mudó hace poco a Buenos Aires para vivir con él), y lo primero que sintió fue la soledad.
Andy Nelson contó que, desde que era pequeño, tuvo la intriga de cómo sería vivir en una gran ciudad. Hizo con sus amigos una promesa de escapar de Mendoza cuando terminaran el secundario, y vino a Buenos Aires con su banda en marzo de este año. “Quedó Buenos Aires porque era la más fácil: está dentro del país, es el lugar donde viven nuestros familiares… Está bueno hacer movida acá porque es la capital y es de donde históricamente salieron bandas de renombre mundial”, comenta. Para él, fue un antes y un después a nivel emocional. “Fue irme de Mendoza con una familia, con un amor, con todos los días comida en la mesa, y con un grupo de amigos establecido con el que nos juntábamos todos los días –recuerda–, para llegar acá y que no hubiera nada”.
Para ambos, y para todo el que migró a Buenos Aires, la ciudad es un mundo de oportunidades. Pero, al mismo tiempo, un descontrolado estímulo. En la capital todo se acrecienta: las personas y las relaciones, los conocidos y los desconocidos, la pasión, la soledad, la paz y la furia. Nelson reflexiona: “En Argentina pasan cosas muy grandes y es verdad lo que dicen: Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires”. Muchos mendocinos, como muchos ciudadanos de cada provincia, optaron por vivir en la Capital y, fuese por el amor al hogar o por la excitación que produce reconocer la tonada propia, se hicieron, y se hacen, el espacio en los bares y teatros locales para mostrar un poco de lo que se vive en las ciudades y pueblos donde nacieron.
Por Martin Barón, Rodrigo Ibar Coelho y Federico Arienti
Perfil de las bandas
-Mi Amigo Invencible es un grupo de rock formado en 2007 con influencias de bandas como Sonic Youth, Charly García, Fela Kuti o Joy Division. Conformada por Mariano di Cesare, Nicolás Voloschin, Mariano Castro, Arturo Martín, Juan Pablo Quatrini y Leonardo Gudiño, tiene siete discos y dos EP. Se presentarán en el Lollapalooza 2018.
-Usted Señálemelo se formó en 2013. Sus integrantes son: Juan Saieg (voz y sintetizadores), Gabriel “Cocó” Orozco (voz y guitarra) y Lucca Beguerie Petrich (batería y coros). Tocan un rock que transita desde lo bailable hasta las potencias de lo progresivo y se presentaron en el Lollapalooza 2017.
-Pasado Verde está formada por Fabri Potenzone, (guitarra), Exequiel Stocco (guitarra, synth, voz), Joaquín Nazar (guitarra, samples y coros), Leo Lemoli (batería) y Franco Santillán (bajo y coros). Su último disco, Fuego y Flora, tuvo mucho éxito.
-Trílicos es una banda de rock que está formada por Francisco Montilla, en guitarra y voz; Andrés Nelson, en batería; y Padi Andresen, en bajo. Tiene influencia de bandas como Green Day, Nirvana, Soda Stereo y Babasónicos. Fue invitada a participar del festival Le Parc Rock junto a Mi Amigo Invencible y Juana Molina.
-Hijo Único está formada por el multi instrumentalista Leandro Isaguirre, solista de 30 años. En tus sus discos se encuentran: Napero vol.1, Napero vol.2 y Cartomancia.
-Luca Bocci es un joven músico y productor mendocino. Recientemente ha sacado su primer álbum llamado Ahora. Presentará su nuevo álbum en el festival Lollapalooza 2018.
Foto de tapa. De izquierda a derecha: Andy Nelson, Padi Andresen, Fran Montilla integran Trílicos. Crédito: Francesco Antonietti.