Donato De Santis se encuentra con su traje de Chef, un pañuelo rojo atado al cuello y un megáfono en la mano, gritando con su característico tono italiano “Cuidado, esta es una zona de peligro, no se acerque, hay comida demasiado rica”. Un tumulto de personas se ríen, se acercan, le toman fotos. Esta es una típica escena que podrá vivir aquel que visite la feria Masticar, y que llegue al puesto número 20, Cucina Paradiso – la porchetteria-, de Donato.
“La esencia de Masticar es invitar al público a tocar los productos con las manos, a conocer a los productores, a realizar preguntas, a ver con sus propios ojos, a degustar vinos, bebidas y comidas de todo tipo”, afirma Donato.
Y así parecen hacerlo las miles de personas que, a pocas horas de la inauguración, ya colmaron el predio.
La cuarta edición de la feria Masticar, este año bajo el lema de “Comer rico hace bien” inauguró el día de ayer y continuará hasta el domingo 19 de abril en el Dorrego, Distrito Audiovisual.
“El fenómeno de las ferias es mundial. Las ferias son más viejas que lo que se te ocurra porque la gente bajaba de las montañas con lo que había cosechado y lo vendía. Asique las ferias son la primera forma de comercio.” Afirma al respecto Narda Lepes, desde su puesto, el número 29, en la terraza exterior de la feria.
“Lo que sí, hay una paradoja: nunca hablamos tanto de comida, pero nunca comimos tan mal” agrega Narda Lepes,
Y se refiere a la situación que se vive con los alimentos hoy como una relación “poco sana”, y que, aunque la curiosidad de las personas crece, la situación se debe arreglar dedicándole más tiempo a la comida.
“El primer paso es dedicarle el tiempo que corresponde, que son 20 minutos menos de pantalla por día”, finaliza la chef.