Punto Convergente

La industria cosmética busca alternativas cruelty-free

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La ONG Humane Society International publicó el cortometraje “Save Ralph”. El video, protagonizado por un conejo,  denuncia la experimentación en animales por parte de los laboratorios. La campaña de concientización rápidamente se viralizó y la gente empezó a preguntarse si los cosméticos que consumen día a día son testeados en animales o no.

El video desató un debate en las redes sociales e hizo que  muchas marcas, entre ellas, Neutrogena, Nivea, Pantene y Rexona, fueran acusadas de testear sus productos en animales. Empresas como P&G y  Jhonson & Jhonson, explicaron su situación a través de un comunicado en  sus redes sociales; P&G aseguró que apoya a la campaña #BeCrueltyFree de Humane Society International. Por su parte, Jhonson & Jhonson afirmó “que sus productos de cosmética o de cuidado personal no son probados en animales”.

El problema surge cuando estas empresas venden sus productos a países que consideran que las pruebas de animales son infalibles. Las marcas se ven obligadas a realizar la práctica para comercializar su producto en el territorio. P&G cuenta con una sección #BeCrueltyFree en su página web, Nuestro compromiso con #BeCrueltyFree. “Hace muchos años que dejamos de hacer pruebas de nuestros productos cosméticos en animales. De hecho, P&G ya no realiza pruebas en animales de ningún producto de consumo, a menos que lo exija la ley, y estamos comprometidos a hacer que las pruebas en animales queden en el pasado”, comunicó la empresa en su página. 

En la página web Bienestar animal, Johnson & Jhonson mostró su apoyo a la prohibición de pruebas de animales. “Lamentablemente, algunos países siguen exigiendo datos de pruebas en animales para aprobar nuevos productos cosméticos para la venta y por eso trabajamos activamente con organizaciones de investigación y defensa para fomentar métodos de prueba alternativos”, declaró la empresa. 

Alternativas en el testeo

Cada vez son más los países que  implementan una prohibición nacional de todas las pruebas de cosméticos en animales. Desde 2013 que en la Unión Europea rige esta normativa. Nueva Zelanda, India, Taiwán, Guyana Francesa, Colombia y Guatemala también adoptaron la ley de prohibición de testeos en animales y apuntan hacia otras alternativas de testeo.

Actualmente, frente a la pandemia, la sociedad está viviendo un proceso de concientización de uso de animales para el consumo humano, lo que genera que varias marcas de cosmética decidan apuntar hacia testeos cruelty-free. “Hoy en día no es indispensable el testeo animal para preservar la salud de las personas”, explicó Candelaria Raposeiras, egresada de dermatocosmiatra en la USAL. Además, aseguró que muchas marcas de cosméticos no utilizan esos métodos y da como ejemplo la marca Villenueve. 

Villeneuve es una gama de productos de cuidado solar que asegura que todos sus productos y materias primas son libres de crueldad animal. La marca testea sus productos en cultivos celulares, tejidos humanos, modelos computacionales y estudios con voluntarios. Raposeiras expresó que las alternativas de testeo más comunes son las autopsias, los ensayos clínicos, la tecnología de imágenes, los modelos informáticos, los estudios epidemiológicos y las pruebas in vitro.

La marca de protectores solares cuenta con el sello cruelty-free aprobado por la ONG chilena, Te protejo. Es la única organización de Latinoamérica que se dedica a certificar empresas que no testeen en animales. “Lamentablemente las pruebas en animales, siguen siendo una realidad, más de 500 mil animales mueren al año, por su uso de toxicidad y seguridad. Como organización creemos que no vale morir o sufrir por nuestro cuerpo y belleza,” explicó Rubí Borbolla la coordinadora de Comunicaciones de Te Protejo. 

sellos cruelty free más conocidos a nivel internacional

En Argentina existen 13 marcas avaladas por esta ONG  (Capilatis, Dove, Garnier, Hawaiian Tropic, Herbal Essence, Natura, Rayito de Sol, Secret, Sedal, St.Ives, Suave, Villeneuve y Weleda). Las empresas deben cumplir una serie de requisitos para obtener la certificación cruelty-free.

“Todas las que quieran certificarse deben asegurarse de ser elegibles para el programa Leaping Bunny, esto significa vender productos cosméticos o productos de aseo para el hogar”, agregó la coordinadora de Comunicaciones. Además, remarca que necesitan un registro sanitario correspondiente a su país y presentar el catálogo completo de productos indicando el número de registro sanitario para cada uno. “No pueden certificarse: Personas que sean representantes de venta de una marca o marcas que re-envasan productos que otros fabrican”, señaló Borbolla.

Muchas empresas se denominan a sí mismas cruelty-free a pesar de no contar con un sello. Este es el caso de Naturale, una marca argentina que realiza productos 100% vegetales. “El propósito de Naturale es crear productos de cosmética natural y vegetal. Con fórmulas simples, cuyos componentes y principios activos elegidos tengan propiedades específicas para cada producto. Además, no tiene componentes tóxicos para el cuerpo ni el medio ambiente. Ninguno de nuestros productos están testeados en animales. Contamos con la certificación de ANMAT (entidad que regula los productos cosméticos en Argentina), de esta forma podemos vender en cualquier comercio y estar al mismo alcance que un producto de venta masiva”, expresó Fernanda Russo, bioquímica y fundadora de la marca. 

También explicó que sus productos cosméticos son confeccionados con fórmulas simples usando fitoingredientes naturales certificados, como aceites vegetales, aceites esenciales, extractos, hidrolatos, emulsionantes, tensioactivos, etc. Sin sulfatos, petrolatos, siliconas, esencias ni colorantes artificiales.  “Esto es beneficioso para los consumidores que quieren evitar los ingredientes sintéticos y tóxicos en los cosméticos, pero también para los que buscan estos productos por motivos éticos como la protección de animales, cuidados de su salud y del medio ambiente”, afirmó Russo.

Argentina, sin ley

En la actualidad, Argentina no cuenta con normas vigentes que prohíban el uso de animales para la experimentación de productos cosméticos. En el país existen las ONG que luchan para poder obtener una prohibición de testeo animal en el territorio, como ALFA (Amor y Lucha en Favor de los Animales). En 2017 la organización inició, junto con la ex senadora de Rio Negro, Magdalena Odarda, un proyecto de Ley para terminar con el testeo de animales en la industria cosmética. Ya pasaron cinco años desde que se presentó la petición y todavía no recibieron respuesta. 

Debido a la difusión del video “Save Ralph”, ALFA actualizó su petición (change.org/stoptesteo) dirigida al presidente de la Cámara de Diputados de Argentina, Sergio Massa y a la senadora nacional Pamela Fernandez Verasay, con el fin de que el Congreso de la Nación genere nuevos proyectos de ley que prohíban el uso de animales para la experimentación. La ONG busca obtener 500 mil firmas y no está lejos de lograrlo. 

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