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Discriminación hacia las mujeres: ¿Qué sucede en el periodismo argentino?

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La discriminación hacia las mujeres se evidencia en distintos ámbitos. Las mujeres son un grupo vulnerado en sus derechos. La premisa de que la prensa debe reflejar la realidad social lo más acertadamente posible solo se puede garantizar si todas las personas calificadas tienen una voz en los medios.

“No soporté sentirme cómplice de un varón que violentaba”, contó Mariana Fernández Camacho, escritora en el sitio web Infobae. La periodista estaba estudiando Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA) cuando empezó a trabajar en la Radio El Sol en Quilmes como asistente de la productora. El conductor era Jorge Pizarro, quien tenía bastante audiencia. Fernández Camacho sabía que esa oportunidad era importantísima a nivel laboral, sin embargo, reveló que “esa situación duró un suspiro porque ese periodista era un misógino que agredía a su productora de manera violentísima”.

“Siempre encontraba una excusa para menospreciar su trabajo y humillarla delante de todos”, aseveró. Camacho hoy en día logra enmarcar esa situación como violencia de género además de laboral, ya que Pizarro no interactuaba así con los varones de la radio. En ese momento no era feminista, pero desde el embarazo de su hijo se adentró en el tema y egresó del programa de Actualización en Comunicación, Géneros y Sexualidades también en la UBA.

Cabe destacar que este no fue el único hecho de discriminación y abuso verbal por parte de Jorge Pizarro. En noviembre de 2019 fue despedido del canal televisivo El Nueve a raíz de denuncias por malos tratos que empezaron sus colegas. Anteriormente, en mayo de 2011 fue desvinculado del Canal 9 de Paraguay por las mismas razones. Casos como el descripto en la Argentina hay muchos.

“Yo tenía 20 años. Creo que hoy hubiera hecho un desastre, pero en ese momento lo único que me salió hacer fue renunciar”

Fernández Camacho

Según la UNESCO, el 73% de las periodistas sufrieron algún tipo de acoso laboral. El rol de la mujer es invisibilizado en muchos trabajos desde su admisión en el mundo laboral, sin embargo, justo el periodismo se sostiene por la multiplicidad de voces y opiniones. En la teoría está claro que ningún grupo social debe ser silenciado ya que ante la ley todos somos iguales. Suena sencillo, no obstante, llevado a la práctica resulta muy distinto.

En un país tan diverso como la Argentina es primordial que haya un periodismo que cubra todos los sectores de manera equitativa. Todo esto empieza por la igualdad en los medios y para asegurar esto se tomaron varias medidas, como la sanción de la Ley de Equidad de Género en los Servicios de Comunicación y la creación del puesto de editora de género y diversidad. Además, en las redacciones permanentemente hay capacitaciones desde el 2019 cuando se promulgó la Ley Micaela (que implementó capacitaciones obligatorias para todas las personas en cargos públicos) para cubrir las noticias con el vocabulario y el tacto necesario.

Otro caso de discriminación, mucho más actual, incluyó a la relatora deportiva Carla Mileo y al exdiputado nacional Francisco Sánchez. En 2021 se iniciaron transmisiones de fútbol femenino en DeporTV y todas las relatoras, comentaristas y campo de juego eran mujeres. La periodista afirma que había mucho enojo alrededor de esta propuesta y había una cuenta de Twitter (@outofcontextfem) dedicada a insultar a sus compañeras. La cuenta en ese momento tenía unos 80.000 seguidores por lo que cierta repercusión tenía. La relatora se refirió a Ángela Lerena de TNT Sports porque todo empezó con ella. La tenían bajo control por ser la cara visible del fútbol femenino y “cuando empezaron las transmisiones en los medios públicos comenzaron los ataques hacia nosotras”, manifestó Mileo.

Lo sucedido fue que en una transmisión Mileo cometió el error de decir “tire de esquina” en vez de “tiro de esquina”. El exdiputado en Twitter, actual X, respondió una publicación de @outofcontextfem escribiendo “es una persona con dotes inferiores a la media, es decir, una infradotada. Hay que brindarle ayuda”. Su cuenta, @fsancheznqn, está suspendida por violar las reglas de convivencia en de la red social (de todas maneras, se creó una nueva). Es necesario recalcar que no fue el único episodio de discriminación de su parte ya que fue denunciado ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) por otro comentario que hizo en las redes.

“Era una súper victoria para nosotras y una super derrota para los misóginos”.

Angela Lerena

Todos los periodistas en algún momento cometen errores, no obstante, los errores cometidos por mujeres suelen tener más repercusión. Hay hombres que critican a las mujeres por los deslices e incluso hay mujeres que se critican entre sí. “Hay espacios en los que los varones no escuchan a las mujeres”, afirma Fernández Camacho y se podría agregar que hay espacios en los que los varones escuchan demasiado a las mujeres con el fin de criticarlas.

Hoy en día, muchas de las discriminaciones pasan como micromachismos. Suceden con más frecuencia en los ámbitos del periodismo que suelen dominar los varones. Viviana Vila, relatora en Fútbol para Todos, comentó que hay veces que no la miran cuando habla, que tiene compañeros que dudan de lo que dice y que a veces cuando habla de fútbol le hablan de otros temas. “Todo el tiempo en los medios se escucha discriminación. A veces son chiquitajes. No siempre son palabras muy gruesas, sobre todo ahora, porque quedan muy expuestos”, detalló Vila. Candela Leiga, periodista de DeporTV, reconoció que “a veces está tan instalado el machismo dentro del fútbol que hoy en día se hace difícil dar una opinión o decir algo con respecto a lo que es el entorno del fútbol masculino y que te crean o te escuchen de verdad”.

En sus inicios como periodista deportiva trabajó cubriendo Nueva Chicago y admitió que a veces se le complicaba generar preguntas más que nada a los jugadores porque el ámbito es muy cerrado y son todos hombres, desde los protagonistas hasta los locutores. Con el paso de tiempo eso fue cambiando. “No me siento diferente al trabajar con hombres o con mujeres porque estoy convencida de que estudié y me formé sabiendo lo que me gusta y lo que sé”, aseguró Leiga.

Los temas principales de la Ley 27.635

La Ley de Equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación de la República Argentina define a la equidad como “la igualdad real en la representación de los géneros desde una perspectiva de diversidad sexual a la igualdad de derechos, oportunidades y trato de las personas, sin importar su identidad de género, orientación sexual o su expresión”. Aplica para todos los medios estatales y privados.

El editor jefe de la sección Política de La Nación, Jorge Liotti, cree que las cuestiones normativas siempre contribuyen, pero que para poder plasmarse en la realidad de forma efectiva se necesita de actores convencidos de que esta aplicación debe ser virtuosa, y está seguro de que “si es por el imperio de la norma, en general hay modos de eludirla”. Por eso, sugiere que la medida se debe complementar con el crecimiento natural de la participación y la equidad para el acceso a los cargos y no simplemente cumplir con ella por ser obligatoria.

En defensa de las mujeres

El capítulo II, artículo 4° dice que debe garantizarse una representación de personas travestis, transexuales, transgéneros e intersexuales en una proporción no inferior al 1% de la totalidad de su personal.

“Hay solo una mujer trans en donde yo trabajo. Es la única. Eso es un dato porque son discriminaciones”, enfatizó Fernández Camacho. Agregó que “uno sale a la calle y todas esas personas están ahí. ¿Ahora, por qué no están en las escuelas donde trabajo? ¿Por qué no están en el sindicato? ¿Por qué no están en los medios en los que trabajo? Porque no tienen la posibilidad y eso es discriminatorio”.

El capítulo III, artículo 7° c trata sobre las capacitaciones de género, comunicación igualitaria y no discriminatoria. Estas capacitaciones son obligatorias en todos los medios y para todos sus periodistas, indiscriminadamente de su género o sección que cubren.

En el diario La Nación hay capacitaciones llevadas a cabo por varias organizaciones reconocidas, como, por ejemplo, la UNESCO. En El Cronista también hay capacitaciones de género a pesar de ser un medio que trata temas de economía y en estas charlas participan todas las áreas, no solo la redacción. En Télam, Emmanuel Dalbessio, un periodista de la sección de Policiales que forma parte del grupo de género aseguró que la Ley Micaela fue fundamental para el avance en las redacciones y para traer a la mesa muchos temas que necesitan una mirada distinta, más inclusiva.

El capítulo III, artículos 7° d y e tratan sobre las tareas de cuidado. Esto está estrechamente relacionado con las licencias de maternidad y paternidad. Una de las grandes preguntas que se hace la gran mayoría de las mujeres cuando piensa en su futuro es si su carrera profesional va a ser obstaculizada por decidir tener hijos.

Durante toda la historia el rol de la maternidad fue mucho más predominante que el de la paternidad. El padre conserva su trabajo y la madre se suele quedar en casa para encargarse de los cuidados del bebé al menos durante los primeros dos meses. Para la mayoría de las periodistas entrevistadas, la maternidad retrasa

la carrera y las posibilidades de ascenso. Hay varios tipos de licencias pagas y reguladas por la Ley Nacional de Licencias Familiares que pueden tomar las personas gestantes. La más común es 45 días de licencia prenatal y 81 días de licencia postnatal. Y para los padres, o la pareja no gestante, es de tan solo dos días.

Violeta Gorodischer es editora en La Nación y escritora. Su último libro, Desmadres (Planeta, 2022), es un cruce entre ensayo e investigación periodística que trata sobre la maternidad. Gorodischer contó que tuvo una hija y a los tres meses tuvo que volver al trabajo. Dijo que está la posibilidad de extender la licencia por tres meses sin goce de sueldo, pero ya se empieza a atrasar la carrera laboral.

“Yo no tuve problema con eso y pude mantener mi puesto, pero hay muchas mujeres en puestos más altos o en ámbitos más competitivos que saben que si se retrasan tres meses más es posible que pierdan el puesto”, explicó la periodista. Continuó describiendo las dos opciones que tiene una mujer trabajadora: monetizar el cuidado o abandonar su carrera. Si se elige la primera opción, entonces se puede dividir el dinero con la pareja. Esto incluye la contratación de un cuidador/niñera o pagar la guardería. Razón por la que el gobierno está trabajando en proyectos de ley para extender las licencias para que sean más largas e igualitarias porque es obvio que los hombres con dos días no pueden hacer lo suficiente.

“Yo no dudo que los hombres aman a su familia, pero no son los que se quedan como cuidadores relegando las cosas. ¿Y por qué las mujeres sí?”.

Gabriela Granata

Gabriela Granata, directora de BAE Negocios, agregó otro nivel de análisis a las licencias por maternidad: “Para mí el tema de las licencias por maternidad debería discutirse no solo por tres o seis meses, sino que cuáles son las funciones, cuáles son los tiempos, si pueden ser optativos, si podrían ser más tiempo o una jornada más reducida durante más tiempo y que el padre sin duda (o quien cumpla una función paternal) o en casos de parejas del mismo sexo que tengan también periodos similares para poder acompañar esos primeros tiempos de un bebé humano que es mucho más dependiente”. Agregó que “hay que rediscutir el rol y los tiempos de maternidad y de apego y darle privilegio también al padre para que paterne”.

Granata también se refirió al trabajo doméstico no remunerado que realizan la gran mayoría de las mujeres. Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo de 2021 del INDEC, el 92,7% de las tareas del hogar que hacen las mujeres no es pago. Si los niños no van al jardín, las madres los cuidan. Si los abuelos están enfermos, las mujeres los cuidan. Entonces, si se pone eso en valor, se genera una enorme cantidad de dinero que se está dejando de contabilizar porque se asume que las mujeres deben hacer esa tarea gratuitamente.

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Créditos: www.notaalpie.com.ar

El capítulo III, artículo 7° f promueve el lenguaje inclusivo en cuanto al género en la producción y difusión de contenidos. No es usar siempre el lenguaje inclusivo, pero sí cuando hay personas no binarias. Es cierto que el tema se llega a clasificar como controversial… Poquísimos periodistas lo usan, muchos dicen que están a favor de su uso y ni ellos mismos lo usan y otros se niegan rotundamente. Si bien “el lenguaje es dinámico”, como dijo la editora y periodista Ana Wajszczuk, la RAE rechaza completamente su uso.

“Las personas adultas y mayores quedan fuera del lenguaje inclusivo y no llega a la masividad”, analizó Dalbessio. Por lo que prefiere no usarlo. Analía Graffigna, quien también trabaja en medios públicos, cree que el uso del lenguaje inclusivo es correcto si se da naturalmente, pero si es forzado ya deja de ser genuino. “Lo importante es comunicar y que no haya situaciones que interrumpan esa comunicación”, dijo Graffigna. Romina Sacher, periodista de TV Pública y DeporTV, cree que lo importante es “que haya representatividad y que la gente que nos ve y nos escucha sienta que le estamos hablando”.

Carmen Fernández Vila es conductora en Ahora Nosotras, una radio que trata temas de género. Dice que una manera fácil de incluir el lenguaje inclusivo en caso de que no quiera usarse la “e”, es decir “todos y todas” o directamente usar palabras que abarquen todos los géneros como “las personas” o “la gente”. Agregó que en las entrevistas pregunta por los pronombres de sus entrevistados, que si se equivoca pide disculpas porque siempre es válido hacerlo.

El capítulo IV, artículo 10° h, fomenta la difusión de noticias y producciones con perspectiva de género, diversidad sexual e interculturalidad. La figura de editora de género surgió en 2017 en el New York Times. La primera fue Jessica Bennett. Se creó este puesto porque “como periodistas tenemos que relatar la sociedad en la que vivimos. (…) Los medios de comunicación empezaron a revisar sus prácticas y se dieron cuenta de que tenían problemas en relación con las situaciones de igualdad tanto hacia el interior de sus medios como con los contenidos”, explicó Silvina Molina, la editora de género de Télam durante el periodo de febrero de 2020 a diciembre de 2023.

Molina trata de que la inclusión sea lo más natural posible entonces cree que “el género y las diversidades no funcionan como una sección específica”. Hay medios que son exclusivamente feministas, pero lo que la editora hace es naturalizar la perspectiva de género, los derechos humanos y el feminismo para que estén incorporados en toda la redacción. Su trabajo es similar al de una consultoría. Cuando hay alguna duda sobre cómo abordar cierto tema, se lo preguntan.

Las editoras de género no solo tratan temas de género y diversidad sexual, sino que también se adentran en tópicos como la igualdad para los pueblos indígenas, los afrodescendientes, los migrantes y los derechos de la niñez, la adolescencia y los adultos mayores. También dan capacitaciones junto a la Red de Editoras de Género de Argentina que es coordinada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Por otro lado, Inés Capdevila, secretaria de redacción en La Nación, sostuvo que el puesto de editora de género en La Nación no sería aplicable. A pesar de tener muchas charlas sobre esta propuesta, concluyeron que resulta imposible revisar 500 notas por día y, además, no hay recursos económicos para la creación de este puesto.

En otros medios que tratan temas específicos tampoco es necesario este puesto. Horacio Riggi, subdirector en El Cronista, aclaró que dicho medio es “un diario masivo pero enfocado en economía y finanzas. No es un diario masivo generalista entonces hay un montón de temas en los que no se enfoca. No toca policiales, cultura… Y con ese criterio no toca diversidad y género”.

¿Qué queda para las mujeres?

La remuneración es un aspecto que la Ley toca tangencial e implícitamente, aunque, hay un análisis más profundo que debe hacerse. Según el último informe de Argentinos por la Educación que salió en enero de 2024, las mujeres ganan en promedio entre 22% y 27% menos que los varones (en el periodo 2016-2023). Este número incluye trabajadores formales e informales, de distintos niveles y tipos de educación. El análisis de datos contempló los salarios de los graduados en cada disciplina y los años de experiencia laboral.

La conclusión del estudio fue que hay una brecha salarial a favor de los varones. Sin embargo, según este estudio, en Ciencias de la Información y de la Comunicación las mujeres estadísticamente ganan 1% más que los varones, que se podría interpretar como que ganan lo mismo ya que dicho porcentaje es marginal. Además, una minoría del 32,4% de los estudiantes de estas áreas son hombres.

Más objetivamente y llevado a la práctica, Granata puntualizó que por lo menos en BAE Negocios “hay diferente salario por diferente puesto”. La editora en una oportunidad propuso a una mujer con un  cargo alto para participar en un panel y le preguntaron “¿pero qué méritos tiene ella para participar en el panel?” cuando tenía que compartirlo con dos hombres que tenían muchísimo menos trayectoria. La directora sabe que a las mujeres se les exige no más capacidad, pero más “pergaminos”, es decir, haberse mostrado en más lugares en los que se desempeñaron con grupos a cargo.

“Justamente ahí está la dificultad de que muchas veces hay trabajos en los que difícilmente la mujer tenga grupos a cargo y eso le va bloqueando en la escala cuando le piden antecedentes”, declaró la periodista. Esto puede ser interpretado como brecha salarial de género debido a  la imposibilidad de escalar laboralmente, porque si las mujeres no pueden asumir cargos superiores, entonces siempre estarían ganando menos que los hombres.

En el periodismo deportivo, Leiga, aseguró que la brecha salarial no es real. Además, enfatizó que “como periodista a uno no le gustaría que le paguen más solo por ser de un género distinto. Es totalmente negativo”. Por el lado de los medios públicos, Dalbessio, precisó que habla con sus colegas y que puede afirmar que no tienen salarios menores por el hecho de ser mujeres.

La brecha de género en las redacciones

Como parte de esta investigación, Punto Convergente realizó un análisis de contenido durante un mes con base en cuatro diarios masivos y generalistas: La Nación, Clarín, Página 12 e Infobae. Se anotaron los nombres de los 15 primeros periodistas que aparecían cada día y se colocó su género. Al finalizar el mes, se sacó el promedio de hombres y de mujeres.

Género predominante en cada medio

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FUENTE:  Elaboración propia. Gráfico realizado con Flourish.

Entre los cuatro diarios argentinos que fueron analizados, La Nación es el que tiene más trayectoria, pues, fue fundado en 1870. Al ser un medio tradicional y conservador, muchos tienen el prejuicio de que no cumpla con los requisitos de la multiplicidad de voces, al menos en cuanto al género de sus escritores y redactores.

Sin embargo, después de haber hecho un seguimiento mensual de los autores de sus noticias, se llegó a la conclusión de que la mitad de sus integrantes es hombre y la otra mitad, mujer. Quedan comprobadas las palabras de Fernán Saguier, el director periodístico del medio, quien asegura que “no existe ningún tipo de discriminación hacia las mujeres en los medios. Las mujeres han ido ganando lugar a tal punto que, por ejemplo, hoy en La Nación alrededor de la mitad de la Redacción, de sus 360 integrantes, son mujeres y la segunda jefa de redacción es una mujer”.

En cuanto a Clarín, un 66% está conformado por hombres y un 34% por mujeres. Pablo O. Scholz, prosecretario de redacción en Clarín, cree que “los números son una cosa como de arrastre. No sé si es una cuestión de capacidad. Habría que evaluar cada caso de manera puntual”. Por otro lado, Página 12 tiene un 24% más de hombres trabajando en su redacción. Cabe aclarar que es el medio con menos variación de escritores, pues, los nombres de los autores se repiten constantemente.

Por último, Infobae, el medio digital más nuevo de la muestra, es el que menos mujeres tiene en sus redacciones. Los hombres las sobrepasan en un 42%. Se le consultó la opinión sobre esta estadística a la periodista Carolina Balbiani, quien escribe para este medio, aclaró que “en Infobae después del dueño los cuatro cargos más importantes son ocupados por mujeres” y por eso no le preocupa este resultado. Aclaró que estas cuatro mujeres no firman las notas.

El promedio general es que el 38% de las periodistas de estos cuatro medios de comunicación son mujeres. Si bien representa una minoría, según las periodistas entrevistadas, no llega a ser tan amplia como para que sea una señal de discriminación hacia las mujeres. Aunque sí afirman que hay discriminación con respecto a otros ámbitos que conciernen al periodismo.

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