La Inteligencia Artificial permite facilitar y optimizar tareas cotidianas de todo tipo. La educación es una de las áreas dónde mayor provecho se le puede sacar a esa tecnología, ya que ofrece una serie de herramientas con distintas funciones. Cuáles son y cómo usarlas
La Inteligencia Artificial llegó para quedarse. Si bien todavía no existe una definición formal que se utilice universalmente, la IA podría concebirse como un campo de la informática que se enfoca en crear sistemas capaces de realizar tareas de naturaleza humana, como el razonamiento, el aprendizaje y la percepción.
Dichas tareas son recurrentes en el ámbito de la educación y la IA permite facilitarlas y optimizarlas. La UNESCO publicó en 2019 el Consenso de Beijing sobre la Inteligencia Artificial y la Educación, documento que destaca que esa tecnología debe tener como objetivo “la mejora de las capacidades humanas y la protección de los derechos humanos con miras a una colaboración eficaz entre humanos y máquinas en la vida, el aprendizaje y el trabajo”.
Herramientas fundamentales de la IA en la educación
Bajo esos conceptos, es importante plantear cuestiones fundamentales sobre el verdadero rol de la Inteligencia Artificial: ¿Nos permite facilitar tareas de la vida cotidiana? ¿De qué manera lo hace y qué opciones propone? ¿Las herramientas que dispone son útiles en todos los niveles educativos? ¿Son gratuitas y están disponibles para el uso público?
A partir de esas cuestiones, te presentamos un listado de las mejores herramientas de la IA para la educación:
- PDFWonderShare: Este software está especializado en todo tipo de contenido en formato PDF. Permite cargar archivos, cambiar formatos, escanear PDF en mala calidad, y otras funciones más. La novedad de este software es la incorporación de un asistente virtual de Inteligencia Artificial, que tiene la capacidad de resumir el archivo, explicarlo y responder dudas sobre el contenido.
- SciSpace: Un sistema de IA que facilita la comprensión de los documentos académicos. SciSpace permite analizar punto por punto. Solo bastará con resaltar la parte confusa del texto y la IA lo explicará de una manera más comprensible. Además, permite buscar documentos académicos por autor, título o tema.
- SlidesAI: Una herramienta para crear presentaciones de dispositivas de manera automática y eficiente. Podría entenderse como un asistente creador de powerpoints que facilita la tarea de los estudiantes que realizan exposiciones.
- Cathoven: Esta herramienta es de gran utilidad no solo para estudiantes sino también para profesores. Cathoven determina la dificultad de los textos y analiza las características del idioma, mostrando además los puntos de enseñanza dependiendo del nivel de los estudiantes.
- Ask Botta: Ask Botta funciona como un asistente virtual de enseñanza. Tiene la capacidad de convertirse en un experto del tema solicitado y facilitará la tarea de comprensión de este, respondiendo todas las preguntas que se le planteen.
Las herramientas son gratuitas y están disponibles para su uso cotidiano. Sin embargo, al igual que ChatGPT y otros tipos de IA, en algunos casos cuentan con ciertos errores que son propios de la reciente incorporación y desarrollo de esa tecnología.
La incorporación de la IA en la vida cotidiana
Adriana Tessone, abogada y docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, quien además se destaca como presidente de la IIADEF (Investigaciones en inteligencia artificial en derecho y filosofía), asegura que “el debate sobre la Inteligencia Artificial está obsoleto, es inevitable el uso de esa tecnología. La Inteligencia Artificial ya está instalada en nuestras vidas y en todos los aspectos”.
Sin embargo, Tessone ve con optimismo la incorporación de esa tecnología, pero considera que hay factores a tener en cuenta: “Como todo avance tecnológico a lo largo de la historia, va a ser para bien. Ahora, para poder utilizarlo es necesario tener conciencia y discernimiento, porque muchas veces ocurre que esas herramientas pueden llevarnos a errores, a sesgos y a desinformación”.
En ello coincide Martin Parselis, investigador y profesor titular en Universidad Católica Argentina: “la IA puede ser un gran socio de aprendizaje. La cuestión para tener en cuenta será verificar siempre la información que nos provee”.
Inteligencia Artificial en la educación: ¿Es necesario un cambio rotundo?
Es importante remarcar que la implementación de la IA en la educación también plantea desafíos y de todo tipo. Según Tessone, “en la educación es necesario un cambio de formatos y de contenidos. No solo en el ámbito universitario, sino también en el primario, secundario y terciario. Los formatos están obsoletos, y a los chicos hay que meterlos de lleno en el mundo de la IA, a manejar desde temprana edad todo tipo de algoritmos. Me parece que no está pasando, porque considero que los docentes no están los suficientemente capacitados como para enseñar sobre el tema”.
Sobre este punto, Parselis aclara que el problema de formación docente tiene que ver sobre “cuanto tiene que saber el docente para juzgar si el resultado proporcionado por la IA es correcto desde el punto de vista académico. En eso estamos muy atrasados”, subraya.
Regulaciones y cuestiones éticas
En los últimos meses, los medios y las redes enloquecieron con imágenes generadas por la Inteligencia Artificial, como las del Papa Francisco caminando con una campera inflada, la secuencia de Donald Trump siendo detenido por la Policía, o los videos que mostraban a Tom Cruise haciendo el “Merlina Challenge”.
Entonces, ¿es necesario regular la Inteligencia Artificial?
Diferentes comunidades políticas u organizaciones mundialmente reconocidas consideran que sí. Tal es el caso de la Unión Europea, que en marzo aprobó por amplia mayoría la posición que busca limitar los excesos de la IA. La UE presentará un documento al pleno parlamentario en junio, y se iniciarán las negociaciones con los Estados miembros de la UE para acordar una ley que establezca ciertos límites en cuanto al uso de la Inteligencia Artificial.
Sobre si es necesario limitar los excesos de la IA, Tessone opina que sí, ya que “la inteligencia artificial vulnera derechos fundamentales”. Sin embargo, aclara que ve en los proyectos de regulación, “mucha ambigüedad y vaguedad en las palabras”.
“No tratan situaciones puntuales, quedan abiertos a la interpretación de la autoridad de aplicación. Los legisladores no saben de inteligencia artificial, por lo que tendrán que llamar a los técnicos informáticos para que manejen cada uno de los ámbitos que abarca la IA”, agregó.
Lo cierto es que a medida que la IA continúa avanzando y se integra a diversos aspectos de la sociedad, se plantean preocupaciones éticas, legales y de seguridad que tienden a ser abordadas.
“La vocación por regular viene más por el lado del político que por el lado de los que realmente usamos las cosas”, aclaró Parselis, quien además aseguró que se trata de “un tema de honestidad, es decir, si nosotros como usuarios entendemos cuáles son los criterios con los cuales se desarrolló”.
Y continuó: “Lo que trataría es evitar tantas regulaciones e ir más por el lado de esa transparencia en la tecnología. Las regulaciones siempre vienen después de las innovaciones, nunca antes”.