Actualmente, las personas buscan muchas opciones para ponerse en forma sin aburrirse y en tiempo récord. Existe una amplia cantidad de programas de ejercicios que responden a estas características y es aquí donde entra el CrossFit. Se trata de una disciplina que involucra una serie de ejercicios funcionales de alta intensidad. Fue creado por Lauren Jenai y Greg Glassman en el 2000, precisamente con la finalidad mencionada: ejercitarse de manera rápida y con resultados que se manifiesten velozmente. En sus comienzos, los creadores orientaron su práctica a los militares, bomberos, policías y marines, dado que eran las profesiones que requerían un estado físico casi perfecto, entrenamiento permanente y de alta eficacia.
Si bien permite optimizar y mejorar la fuerza muscular, la resistencia cardiopulmonar, el equilibrio y la potencia, entre otras capacidades, no todas las personas son aptas para practicarlo, ya que requiere de cierto estado físico para mantener el ritmo y fuerza de las rutinas. A su vez, es importante conocer las lesiones que puede provocar esta disciplina si se practica sin entrenamiento previo y sin supervisión de un profesional del deporte. De acuerdo con el doctor Claudio Álvarez, traumatólogo y especialista en deportología, las consultas de pacientes por lesiones relacionadas a la práctica de CrossFit son muy frecuentes. En la mayoría de los casos, el problema es que “la actividad se practica de manera inadecuada y sin supervisión de un profesional del deporte que indique la forma correcta de realizar cada ejercicio y movimiento”, explica el profesional.
Las principales lesiones se relacionan a la práctica inadecuada del entrenamiento de CrossFit y no a la actividad en sí misma. El doctor Álvarez destaca la importancia de realizar correctamente el gesto deportivo, es decir, la forma precisa de hacer cada movimiento en la práctica de un deporte o de una determinada disciplina.
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Fatiga muscular
Las lesiones más comunes en las personas que realizan CrossFit son las tendinitis, en diversas partes del cuerpo, por las que suelen consultar más las mujeres que los hombres, aunque la disciplina la practican ambos sexos casi por igual. “Ent
re ellas, las más comunes son la epicondilitis lateral, la epitrocleitis y la periartritis de hombro”, explica el doctor Álvarez. La epicondilitis lateral, también conocida como codo de tenista, es una lesión en los tendones que se insertan en el hueso en la parte externa -lateral- del codo, lo cual debilita el sitio de sujeción y hace que el área esté en mayor tensión. Si bien esta lesión se asocia a la práctica deportiva, también se puede producir por una extensión del tendón durante la realización de actividades ajenas al deporte.
Un traumatismo de estas características sufrió María Inés Iglesias, una joven estudiante, aficionada a la práctica deportiva en general y, desde hace ya dos años, a la práctica de CrossFit. “Tonificar mi cuerpo y mantenerme activa es muy importante para mí, me motiva muchísimo, pero ahora estoy parada hace alrededor de seis meses por el problema que tengo en el codo”, explica, en referencia a la lesión anteriormente mencionada, la epicondilitis lateral, que suele tener un período de recuperación de un año, según señala un artículo científico realizado y publicado por el Hospital Universitario Doctor Peset, en Valencia, España. “La verdad que este tipo de lesiones molestan mucho y en general pasan porque los deportistas fatigamos el músculo o las articulaciones; en la carrera contra uno mismo cuesta darse cuenta, pero cuando pasa algo así es una señal del cuerpo de que hay que parar”, comenta la joven, con seguridad pero con algo de nostalgia en la voz.
Por otro lado, este tipo de prácticas deportivas pueden dar origen a un traumatismo conocido como epitrocleitis, codo de golfista o epicondilitis medial. Se trata de una patología que se produce en la inserción de los músculos epitrocleares -ubicados en la parte superior del antebrazo-. Su causa suele ser la repetición de determinados movimientos, como la flexión del codo o muñeca o la pronación del codo -rotación del antebrazo que permite situar la mano con el dorso hacia arriba; el movimiento contrario se denomina supinación-.
La periartritis de hombro es una inflamación de los tejidos que rodean la articulación, es decir, los tendones y ligamentos. Es un término general que se utiliza para describir el dolor que se produce en la zona, pero la lesión más común que produce periartritis y se asocia a la práctica de CrossFit es la tendinitis del manguito rotador. Este término se aplica a un conjunto de músculos y tendones que ayudan a estabilizar y mover la articulación del hombro. La lesión aparece cuando la persona realiza demasiadas repeticiones de ejercicios balísticos, es decir, que trabajan sobre la velocidad del movimiento, la coordinación intermuscular y la elasticidad, y con sacudidas de brazos.
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Cuidado con la rodilla
A su vez, el deportólogo incluye dentro de las lesiones comunes al sindrome femoropatelar, un conjunto de signos y síntomas que produce inestabilidad y dolor en la rodilla del paciente. “Se produce cuando se lesionan los ligamentos que rodean y sostienen la rótula -un hueso plano y redondeado que está en la parte anterior de la rodilla-”, aclara el especialista, al tiempo que recibe un llamado de un deportista lesionado y debe interrumpir la charla por algunos minutos.
Marcelo Sanz juega al rugby, pero hace algo más de ocho meses comenzó a practicar CrossFit para fortalecer un poco más los músculos. “Me dijeron muchas veces que con el entrenamiento alcanzaba, pero se puso tan de moda que quería probar y la verdad que me gustó”, reconoce, con una sonrisa que le adorna el rostro. Sin embargo, pocas semanas atrás empezó a sentir un dolor fuerte y muy molesto en la zona de la rodilla izquierda, que lo llevó a consultar al médico del club donde practica rugby. “Me revisó, me indicó algunos estudios y al final me dijo que tenía algo que se llama síndrome femoropatelar, que de alguna forma te desestabiliza la rodilla y duele para todo, pero para jugar es terrible”, relata el joven.
De acuerdo a un artículo científico publicado por la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología (AAOT) y de autoría del especialista, doctor Homero De Agostino, la recuperación se produce con sesiones de kinesiología y reposo total. “La patología suele mejorar con el tiempo y con ayuda de otros especialistas, como los kinesiólogos, pero es fundamental darle descanso total a la zona, de lo contrario se transformará en un problema crónico que afectará al paciente de manera recurrente”, expresa el traumatólogo.
A pesar de que las mencionadas lesiones se producen con frecuencia en la práctica de CrossFit, es importante destacar que el problema no está en el CrossFit como disciplina en sí misma, sino en la forma inadecuada de practicarlo. Por eso, el doctor Álvarez explica que “el CrossFit es tan recomendado como otros deportes, pero es necesario realizarlo bajo la supervisión de un profesional del deporte que indique la forma correcta de realizar el gesto deportivo para cada ejercicio”.
