Punto Convergente

Cómo funcionan las ONG que trabajan con las infancias

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Las organizaciones argentinas como Global Planet Children, Pupi y Make A Wish se enfocan en los niños vulnerables. Educación, alimentación adecuada y atención médica, son algunos de los ejes para mejorar su calidad de vida. 

En Argentina, varias organizaciones sin fines de lucro se dedican a brindar ayuda y apoyo a los niños y niñas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. En un contexto donde la pobreza y las necesidades de la infancia son un tema de preocupación, la contribución de estas ONGs se vuelve indispensable. 

La falta de acceso a la educación, la falta de alimentación adecuada, la falta de atención médica y el consumo son solo algunos de los problemas que enfrentan los niños, niñas y adolescentes que viven en situaciones de pobreza.

Global Planet Children, y la importancia de la celebración

Ignacio Cavelli en uno de los cumpleaños de Global Planet Children.

La celebración de cumpleaños es un gesto simbólico para brindar alegría, pero no todos tienen la oportunidad de festejarlo. Global Planet Children (GPC) es una organización nacida en 2015 que se dedica a celebrar cumpleaños en barrios de bajos recursos. La fundadora de la organización es Graciela Villota. 

El plan de GPC se enfoca en mejorar la calidad de vida al festejar los cumpleaños de los niños y niñas que viven en comunidades vulnerables con el objetivo de fomentar el desarrollo social y emocional. Además de organizar los eventos, se trabaja con un equipo interdisciplinario para brindar atención médica.

En diálogo con Punto Convergente, el director ejecutivo de GPC, Ignacio Cavelli, dio detalles sobre cómo funciona la organización. Según explicó, el evento se desarrolla teniendo en cuenta tres programas:

  • Gracias por pensar en mí: consiste en llevar festejos de cumpleaños a los barrios: “Vamos junto a voluntarios que ofrecen almuerzos, meriendas e inflables”, según comentó  para que los niños puedan disfrutar de un día de diversión y alegría.
  • Tiempo de comunicarnos: se enfoca en generar charlas sobre distintas temáticas relevantes para la comunidad. Damos charlas sobre drogadicción, abuso infantil y otros temas delicados que son necesarios hablar para informar a los padres y educar a los niños”, precisó Cavelli. 
  • Buena Vida: ofrece asistencia médica a través de médicos  pediatras que realizan un control general del niño. Se realiza una especie de tamizaje donde se evalúa si están bien de salud y se realiza la aplicación de vacunas si es necesario. Si se detecta algo grave, los niños son derivados al Hospital de Niños Gutierrez”. Además, este programa también incluye eventos y festejos de cumpleaños en el hospital.
Fuente: @globalplanetchildren

La organización coordina con un intermediario, que generalmente es quien más conoce del barrio y quien sugiere los lugares para celebrar los cumpleaños. Por su parte, Ignacio Cavalli se encarga de “la logística, incluyendo la comida, los inflables, los médicos y los voluntarios”, según precisó. Asimismo, anima a todas las personas a sumarse y contribuir desde cualquier lugar, “ya sea con dinero, tiempo, compartiendo contenido, dando `me gusta´ en las redes o donando alimentos, ropa y útiles escolares”.

La Fundación Pupi, educación y desarrollo infantil

Fuente: @FundaciónPUPI

Pupi, por su parte, es una organización que desde 2001 trabaja para promover la educación y el desarrollo infantil en barrios de Lanús. Su enfoque principal es mejorar el acceso a la educación de los niños y niñas a través de 

Creada en 2001 por Javier Zanetti, y su esposa Paula De La Fuente, la Fundación Pupi apunta a generar un modelo de intervención que promueva el desarrollo de los sectores más vulnerables de la sociedad, especialmente en trabajar en la protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes en Argentina. Para concretar esta intención se prioriza el trabajo con la población del barrio La Traza, ubicado en Remedios de Escalada, partido de Lanús, y cuenta con un equipo interdisciplinario de profesionales. 

Todos sus integrantes trabajan codo a codo para garantizar el cumplimiento de cada uno de los proyectos socioeducativos, culturales, deportivos y de salud que lleva a cabo la fundación. Quienes accedieron a la entrevista fueron el presidente de PUPI, Andrés De La Fuente, y la coordinadora operativa de la fundación, Beatriz Furnari. 

Beatriz Furnari (a la izquierda) y Andrés De La Fuente (a la derecha) en Fundación PUPI.

“El proyecto cuenta con casi 100 personas trabajando, entre voluntarios, profesionales y empleados de la fundación. Se busca establecer lazos y compromiso con el personal, ya que el voluntariado tiende a ser circunstancial”, señaló el presidente de PUPI, Andrés De La Fuente. Al tiempo que precisó que los programas de la fundación se enfocan en tres ejes: estrategia de desarrollo local, estrategia de abordaje territorial y transferencia de recursos.

Estrategia de desarrollo local:Incluye el programa Mamá Amor, que se centra en el juego y la estimulación adecuada para madres embarazadas y niños hasta los 3 años de edad. Beatriz Furnari explicó que el objetivo es “lograr el vínculo entre la madre y el niño”, para lo cual se trabaja con un grupo interdisciplinario de profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, psicopedagogos, fonoaudiólogas, estimuladoras tempranas y profesores de educación física). En segundo lugar, el programa Alternativa de Vida complementa la escuela formal para niños de 3 a 13 años, brindando apoyo y evitando que estén en déficit frente a sus compañeros.

Abordaje territorial: Se ocupa de la problemática del consumo y cuenta con un dispositivo territorial comunitario que brinda respuesta a esta situación. Además, se ha creado un nuevo punto digital para seguir vinculados a la tecnología y se ha implementado el programa Fortalecer para jóvenes en situación de consumo problemático. También se involucra en temas de salud, adicciones y formación profesional en profesiones y oficios, buscando atender nuevas demandas y ofrecer respuestas.

Transferencia de recursos: Este último eje implica proporcionar recursos económicos, conocimiento tecnológico y capacidades a otras organizaciones que ejecutan proyectos similares a los de la fundación. Tanto Furnari como De La Fuente mencionaron la construcción de un polideportivo en Mar del Plata y el proyecto Construyendo un Nosotros en Italia, así como el traslado de recursos humanos a otras provincias.

Make a Wish

Fuente: Instagram @makeawishargentina

Make A Wish es una organización sin fines de lucro comenzó en Estados Unidos en 1980, inspirado por el deseo de un niño con leucemia de convertirse en policía. La misma se dedica a cumplir los deseos de niños con enfermedades graves o terminales, con el objetivo de brindarles alegría, esperanza y fortaleza durante un momento difícil de sus vidas. En 2002, llegó a Argentina de la mano de Mónica Parisier, quien tomó nota de la iniciativa. Actualmente, Make A Wish ha cumplido más de 7.000 deseos en más de 20 años de trabajo.

La función principal de Make A Wish es cumplir los deseos de estos niños, que pueden variar desde conocer a su ídolo, viajar a un lugar especial, tener una experiencia única o cualquier otro deseo significativo para ellos. La organización trabaja en estrecha colaboración con el niño y su familia para hacer realidad su deseo de la mejor manera posible. 

En Argentina, la fundación cuenta con voluntarios, patrocinadores y donantes que colaboran para hacer realidad los sueños de los niños. Además, se llevan a cabo eventos, campañas de recaudación de fondos y actividades de concientización para apoyar la misión de la organización.

Macarena Di Gregorio es la asistente ejecutiva de la organización y se encarga de la organización de eventos. En diálogo con Punto Convergente, dio detalles de las labores de la organización.

Make A Wish Argentina trabaja en colaboración con hospitales, médicos y otros profesionales de la salud para identificar a los niños que cumplen los criterios para recibir un deseo. “Los filtros para seleccionar a los niños se basan en la edad (de 3 a 18 años) y en el tipo de enfermedad. Se requiere que la enfermedad ponga en riesgo la vida del niño, y se consulta con el médico del niño para corroborarlo”, explicó. 

Mónica Parisier junto a un donante. Fuente: @makeawishargentina

Una vez que se ha identificado a un niño y se ha determinado su deseo, la organización se encarga de coordinar y financiar la experiencia del deseo, asegurándose de que el niño y su familia tengan una experiencia inolvidable. Para ello es necesario el papel de los voluntario.

El proceso de cumplimiento del deseo consta de tres etapas: derivación, entrevista y cumplimiento del deseo”, precisó la asistente ejecutiva de la organización. “Los niños son derivados desde los hospitales o pueden ser recomendados por la gente en las redes sociales. Después de llenar una planilla, quedan en periodo de espera debido a la alta demanda y los recursos disponibles. Una vez seleccionados, se realiza una entrevista con un voluntario para evaluar el deseo y determinar su viabilidad”, indicó.

Pero esto no es todo, sino que la fundación hace un seguimiento de los niños después de que se cumple su deseo para evaluar su progreso. “Se ha demostrado que el cumplimiento de los deseos tiene un impacto positivo en la vida de los niños, mejorando su esperanza de vida y recuperación”, acotó en este sentido Macarena Di Gregorio. 

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