Punto Convergente

¿Cirugía sin huella? Cómo funciona la técnica nacional “Imanlap”

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Una nueva técnica de “cirugía sin huella” llegó para revolucionar la medicina y la innovación es “made in Argentina”. Se trata de un procedimiento donde se utiliza imanes y fue creada por el cirujano argentino Guillermo Domínguez, para intervenciones abdominales ingresando por el ombligo sin dejar cicatriz visible. 

Luego de 10 años de arduo trabajo, dedicación y viajes al exterior para difundir su creación  –hasta vendió su casa para financiar el proyecto-  Domínguez se convirtió en pionero de la cirugía sin huella en Argentina y Latinoamérica:  con más de 500 cirugías realizadas utilizando su técnica el producto ya fue aprobado en Argentina y Europa.   

“Hoy por hoy la laparoscopía creció muchísimo, lo que no ha crecido es cómo reducir las heridas y esas heridas son pasibles de algún tipo de complicación¨, explicó Domínguez a Punto Convergente.

Más allá de lo estético, este tipo de intervenciones, pueden sangrar, infectarse o producirse una hernia luego de la operación. ¨La parte estética fue lo que más me motivo en un principio, pero después noté que ingresando al abdomen por el ombligo, si el paciente sufre alguna complicación, no queda cicatriz visible¨, contó el especialista.

La nueva tecnología patentada bajo el nombre de Imanlap, permite no sólo reducir los riesgos quirúrgicos sino los posoperatorios.

En las cirugías laparoscópicas tradicionales los cirujanos utilizan pinzas para mover los órganos que requieren de cánulas para ingresar al abdomen. Al atravesar la pared abdominal el paciente puede resultar lesionado, mientras que con el imán se evitan este tipo de complicaciones.  Además las pinzas limitan a trabajar desde el punto fijo por donde ingresaron y moverlas  implica generar nuevas heridas en el paciente.

En tanto, según explicó Domínguez, la fuerza magnética permite trasladar las pinzas de un lado a otro durante la cirugía sin dejar cicatrices.

“El magnetismo es una fuerza nueva para la medicina porque es algo que en el mundo está poco desarrollado, recién estamos empezando. El gran problema  con los imanes es el espesor de la pared abdominal hay pacientes que son mas delgados, otros más gorditos o con mamas más grandes que pueden dificultar el trabajo de los imanes ya que a mayor distancia el imán pierde potencia”, aseguró el cirujano argentino.

Y agregó: “Por eso en los niños es más fácil, funciona fantástico: el procedimiento se aplicó en 75 chicos sin ningún obstáculo“.

En cuanto a los beneficios posoperatorios, el método no sólo genera resultados estéticos -ya que no deja cicatriz- sino que también disminuyen los riesgos durante la recuperación y no se requiere quitar puntos quirúrgicos luego de la operación.

Luego de implementar la cirugía en más de 500 pacientes, Domínguez aseveró que, “no ha surgido ninguna re intervención, no hubo que re operar a ningún paciente”.

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