Punto Convergente

Leandro Santoro cerró la campaña con críticas al oficialismo: “No tienen solidaridad ni entre ellos, se traicionan”

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El candidato principal de Es Ahora Buenos Aires cerró oficialmente su campaña en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con duras críticas hacia La Libertad Avanza y el PRO, y con la intención de reunir los votos de las fuerzas opositoras. “Piensan solamente en ellos mismos”, remarcó Santoro.

Minutos antes de la hora estipulada para el inicio del acto, un grupo numeroso de personas mayores se agolpaba en las puertas del Aula Magna de la Facultad, tratando de ingresar a pesar de no contar con la pulsera necesaria. “Tenemos casi 90 años, déjenos pasar”, le rogaba una señora al personal de seguridad. “Acá no está Milei, acá esta la gente de bien”, añadió. “Hubiéramos ido al acto de Milei, que encima nos pagaban y nos daban una remera”, bromeaba otra mujer refiriéndose a los testimonios sobre presuntos cobros por asisitir al cierre de campaña de Manuel Adorni.

El acto debía comenzar a las 18, pero minutos antes de las 19, con el puño en alto y de la mano de la efusividad del público que había estado ambientando la previa con cánticos de “el domingo cueste lo que cueste, el domingo vamos a ganar”, Leandro Santoro ingresó al escenario. Lo acompañó Claudia Negri, segunda en su lista y vicedecana de la Facultad de Ciencias Médicas.

Los primeros dos candidatos de la lista Es Ahora Buenos Aires se presentaron para el cierre de campaña (Foto: Cinthia Savoy).

El discurso del candidato de Es Ahora Buenos Aires comenzó recordando a Pepe Mujica, al señalar: “Defendía los mismos valores humanistas que defendemos nosotros con una austeridad y una fuerza en sus ideas que nos ha iluminado a muchos”. Añadió que “para los creyentes, debe estar en este momento al lado del Papa Francisco”. De esta manera, abrió con una declaración de principios, y haciendo referencia a la idea de “justicia social”,  porque afirmó que es “la bandera de lo que nosotros queremos representar”.

Así, se ganó los aplausos de un público mayoritariamente peronista. A pesar de haber pintado la ciudad de un rojo radical, cambiando los colores típicos de su partido, Unión por la Patria, durante su campaña para Jefe de Gobierno porteño, a los asistentes del evento parece no importarles la identificación política de Santoro.

El candidato busca respaldarse detrás de un discurso que apunta hacia las ideas del peronismo, pero no haciéndolo precisamente su bandera política, ya que se escabulle también dentro del radicalismo, donde comenzó su carrera. “Yo soy peronista y no me importa”, comentó una señora mayor ayudándose de una muleta para caminar, luego de interrumpir sus cánticos (que ella misma comenzó y contagió a todo el pasillo). “Él es alfonsinista, de los radicales buenos, los que se fueron cuando se juntaron con el PRO”, agregó.

El público durante el discurso de Santoro (Foto: Cinthia Savoy)

“En los últimos años se puso en crisis el consenso de la movilidad social ascendente, del mérito y del esfuerzo personal para crecer”, siguió el candidato. De esta forma, hizo referencia al escenario que los acogía y al “acuerdo”  mencionado, que “fue reforzado con la recuperación democrática del 83”, pero que sugiere que hoy está atravesando un momento crítico que vino de la mano de “un nuevo clima de época que vino a plantear la necesidad de mercantilizar todo y de destruir los consensos de las comunidades, para avanzar hacia nuevos consensos más individualistas, más desprovistos de solidaridad social.”

Así, apuntó contra la gestión del PRO en la Ciudad, al cual se refirió como “una suerte de amigo con el cual nunca podemos contar, que viene solamente para cuando las cosas salen bien, pero que si tenés un problema sabés que no le podés ir a tocar la puerta para pedirle ayuda porque te va a dar vuelta la cara”.

Roberto, militante peronista de 70 años, y sus colegas nos contaban, al finalizar el discurso, que ellos abogan por la movilidad social ascendente. “Todo es mercado, y el mercado te hace pelota”, comentaban. “Unos pocos se enriquecen, mientras el resto pasamos necesidades”. Algunos de ellos militan desde organizaciones, y hasta cumplen funciones dentro de Abuelas de Plaza de Mayo, y se saludaban con los integrantes de la lista mientras salían del auditorio.

Roberto (derecha) fue detenido el miércoles pasado en la marcha de jubilados junto al Padre Paco (Foto: Cinthia Savoy)

Respecto del debate planteado por Manuel Adorni de cara al domingo, el ex candidato a Jefe de Gobierno, cuestionó: “La derecha plantea, ‘Somos nosotros que representamos la libertad o son ellos, el peronismo, el kirchnerismo’. Perdóneme, ¿está en juego la libertad en la ciudad de Buenos Aires?”. A esto, en un ida y vuelta de preguntas del estilo, el público respondía al unísono, casi como en una misa religiosa, que no.

Cada vez que Santoro hacía referencia tanto a Javier Milei como a Jorge Macri, la audiencia respondía con chiflidos y abucheos desde las butacas. Apuntó contra “un sistema ideológico sostenido por un montón de dispositivos que está tratando de cambiarnos el alma a los argentinos”. En este sentido, aseguró que busca que “naturalicemos el individualismo, la codicia como único motor, la hipercompetencia como la única forma de progresar, que niega la solidaridad”.

No faltaron banderas y carteles en apoyo al candidato en el Aula Magna (Foto: Cinthia Savoy)

En un auditorio de tres pisos lleno, con una gran proporción de gente mayor que aprovechaba los silencios para vociferar su apoyo, Santoro se refirió a la cuestión de los jubilados: “Soy plenamente consciente que los jubilados en este país hace muchos años que están postergados. La democracia tiene una deuda, y cuando hablo de la democracia, hablo de todos los partidos políticos, incluso el nuestro”. 

En relación a la disputa entre LLA y el PRO, expresó: “Se desarmó Juntos por el Cambio porque le compraron el discurso a Javier Milei, y después los traicionó”. Además, aludió al impacto nacional de las elecciones del domingo: “No tienen solidaridad ni entre ellos, se traicionan entre ellos, se cagan en el sentido de pertenencia, porque piensan solamente en ellos mismos. Eso que les está pasando a los dirigentes del PRO, es lo que le va a pasar a toda la Argentina si no paramos este proyecto político y económico”.

“A mí no me importa si es radical o peronista, a mí me importa que esté en contra del gobierno de Milei y del PRO, por eso vine hasta acá”, comentaba una mujer mayor. “A pesar de no haber tenido ninguna función pública o social, me parece el más coherente de todos, porque coincido con muchos de sus postulados”, agregaba, manteniéndose reticente de la militancia que se aplastaba contra las puertas principales del auditorio antes del inicio del acto, aunque parándose desde la perspectiva de la oposición que el candidato busca abrazar.

Se acercaba el final del evento, finalmente: el llamado al voto. “Compañeros y compañeras, amigos y amigos, y les hablo a todos: a los peronistas y a los radicales, a los independientes y a los que son de izquierda, a los liberales que tienen sentido social, a los argentinos”. El público comenzaba a pararse, a aplaudir, a liberar la efusividad que la importancia del discurso sobre la recta final de la campaña no les permitía exteriorizar como querían. “Es ahora y vamos a vernos en la victoria el próximo día”.

Los gritos de la gente, el éxtasis de los principales armadores y referentes del peronismo porteño, el cañón arrojando papelitos plateados, no dejaban escuchar el cover de “El amor es más fuerte” interpretado por Eruca Sativa que salía de los parlantes. Pero a los asistentes no les importó: el sentimiento de una victoria casi asegurada retumbaba entre las paredes del Aula Magna de las Facultad de Ciencias Médicas.

Hacía rato que Santoro se había despedido y que los papelitos metalizados habían caído, pero la militancia recién estaba comenzando a festejar. “Somos de la gloriosa juventud peronista. Somos los herederos de Perón y de Evita…”. Apenas comenzaba el repertorio de cánticos que acompañarían al público hasta la salida de la casa de estudios.

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