La Universidad Católica Argentina (UCA) comenzó un nuevo proyecto que busca unir a los estudiantes universitarios con los adolescentes del Barrio Padre Ricciadelli, exvilla 1-11-14
El pasado viernes 6 de septiembre la Universidad Católica Argentina (UCA) comenzó su nuevo programa, denominado “Puente”, el cual consiste en unir a los alumnos universitarios de la Facultad de Ciencias Médicas y Psicología y Psicopedagogía, con los estudiantes del colegio Santa María Madre del Pueblo, ubicado en la exvilla 1-11-14, actual Barrio Padre Ricciadelli.
Durante la primera jornada de este programa unos cien miembros de la UCA, entre ellos alumnos, docentes, directivos y administrativos, pertenecientes a la Facultad de Ciencias Médicas y a la Facultad de Psicología y Psicopedagogía, tuvieron contacto efectivo con 90 adolescentes que asisten al nivel secundario del colegio.
Mediante un circuito muy organizado se lograron perfilar las primeras necesidades sanitarias de los chicos que asistieron.
El principal objetivo fue que los estudiantes tuvieran una revisación médica, dado que muchas veces “el sistema de salud de la Ciudad no alcanza a cubrir todas las necesidades de la población”.
“Buscamos compensar esta falta con otras instituciones, como la UCA, que viene a hacer este gran diagnóstico para que cada familia tenga un pantallazo general de la salud de sus hijos”, explicó Mariano Delio, director del nivel primario del Instituto Santa María Madre del Pueblo.
“Muchas familias del Barrio están atravesando muchas necesidades, por lo que a veces lo esencial se pierde y no es atendido. Quizás están pensando ¨¿Cómo voy a subsistir hoy y qué voy a cenar?¨ y eso termina estando sobre la proyección a futuro de la salud de sus hijos”, remarcó.
Al mencionar que el “apto médico para hacer Educación Física puede ser firmado por un padre/madre y no un médico, por lo que no existe una obligatoriedad desde el Ministerio de Salud de requerir una revisación médica anual”.
Aunque los protagonistas fueron los adolescentes y su salud, los universitarios también recibieron “una experiencia de práctica en un contexto absolutamente distinto y diferente a lo que están acostumbrados, lo que les permitió cambiarles la perspectiva y ampliar la mirada”, reflexionó Delio.
Este diagnóstico médico fue realizado por alumnos, profesores y directivos de las carreras de enfermería, odontología, fonoaudiología, pediatría, oftalmología, nutrición, kinesiología, psicología y psicopedagogía.
¿Qué controles de salud se realizaron en el proyecto “Puente”?
Los controles en el barrio comenzaron por un sector de “inscripción” donde se anotaban los datos del menor y se les entregaba una hoja, la cual iba a ser completada a lo largo de los distintos puestos médicos.
La primera etapa del diagnóstico estaba cubierta por las estudiantes de enfermería, quienes les tomaban la presión, la saturación, la temperatura y el pulso.
La siguiente posta estaba a cargo de los estudiantes de odontología, allí se revisó la boca de cada alumno y se anotó todo tipo de anomalía para ponerlo en el informe que se llevó cada estudiante a su hogar.
El tercer puesto fue fonoaudiología, donde “se evalúa si había alguna dificultad en la audición, para lo cual se utilizó el test de ¨Ling¨. También realizamos una evaluación del lenguaje, para ver si existe algún trastorno de los sonidos del habla”, informó Ana Belén Vázquez, directora de la carrera de Fonoaudiología.
Inmediatamente después, se dirigían al puesto de pediatría. “Aquí el objetivo es realizar los controles de salud obligatorios que deben recibir los niños, por lo menos en la edad escolar de secundaria una vez al año. Son controles de salud, educación sexual infantil y sexual en general.
También se revisa cómo está su columna y se hacen controles de prevención general”, explicó Miriam Prieto, médica pediatra y especialista en adolescencia.
En quinto lugar se ubicaba el sector de oftalmología, a cargo de la Dra. Patricia Atenor, subdirectora del Hospital Santa Lucía. “Luego de atender a los chicos procuraremos, a través de las redes del Gobierno, que los que necesiten anteojos, o algún tipo de asistencia mayor, sean asistidos para seguir su evolución”, comunicó Atenor.
Luego, era el turno de pasar por el puesto de nutrición. “El objetivo es evaluar a los chicos antropométricamente para ver si están en el estado de nutrición o no, y qué intervención en el área nutricional nosotros podemos hacer para que los chicos mejoren tanto nutricionalmente como alimentariamente”, indicó la licenciada en nutrición y directora de dicha carrera en la UCA, Claudia Gafare.
El anteúltimo puesto está compuesto por estudiantes y docentes de kinesiología. “Estamos evaluando la postura para pesquisar alguna situación fuera de los parámetros de la normalidad. Por ahora vimos alteraciones habituales para la franja etaria pero ningún caso relevante de atención, por lo que los concientizamos sobre su mala postura y les dimos consejos para revertir eso”, señaló Gustavo Cavia, licenciado de kinesiología y profesor de la Universidad Católica Argentina.
Después de los cotroles, más iniciativas
Por último, luego de hacerse todos los análisis físicos, los jóvenes estudiantes pasaron por el puesto de Psicología y Psicopedagogía.
“En lo puntual hoy estamos tomando una encuesta para ver cuáles son las preocupaciones que tienen los preadolescentes y adolescentes que están participando de la evaluación. Esta encuesta trata temas de crianza, para ver también algunas variables de la familia”, explicó la decana de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía, María de la Paz Grebe Noguera.
“Nos vamos a llevar toda esta información y la vamos a trabajar. La idea es que, con los mismos alumnos, surjan ideas o estrategias para volver. No es una primera venida y nunca más”, enfatizó la decana.
¿Cómo llegó la UCA al Barrio Padre Ricciadelli y cuáles son sus objetivos?
El vicerrector de Formación Integral, el Padre Gustavo Boquín, explicó que la UCA “comenzó a pensar en este proyecto en la peregrinación a Luján del año 2023. Allí, en una parada, el párroco, hoy monseñor Pedro Cannavó, me dijo que quería conversar para poner a disposición la parroquia, con la intención de que la Universidad pudiera actuar en el Barrio”.
“Esta actividad puntual tuvo como objetivo traer la Facultad de Medicina, con sus distintas carreras, a la escuela Santa María Madre del Pueblo con el propósito de que sus alumnos tengan una primera aproximación de lo que es el Barrio y conocer a la gente que lo habita”, informó Juan Cruz Hermida, director de Compromiso Social de la UCA.
“Esta es una propuesta pedagógica en la formación de la Universidad, la cual busca la formación integral, humanista y cristiana. Lo que estamos intentando desde la universidad es que esos conocimientos que adquiere el alumno se trabajen y se brinden al servicio del otro”, agregó Hermida.
La opinión de los padres sobre el nuevo proyecto
Aunque no se suspendió la jornada de clases por la revisación médica realizada por la UCA, algunos padres se acercaron hasta la institución para acompañar a sus hijos a lo largo de los diferentes controles que se les realizaron.
“Me parece buenísimo porque los chicos a veces no tienen acceso a la medicina porque los papás trabajan mucho tiempo y se descuidan bastante los niños. También es una aventura para ellos porque conocen su cuerpo”, explicó una madre de dos alumnos.
“Sería muy bueno que sigan viniendo y que haya más días como este, que la salud de los chicos pueda ser revisada por lo menos una vez al año”, sentenció un padre.
Profesión, vocación y servicio
Si bien este proyecto comenzó siendo pensado para los estudiantes secundarios “en noviembre estaremos revisando y diagnosticando a los alumnos de la primaria”, informó el decano de la Facultad de Medicina, el Doctor Horacio Caviglia.
Aunque los controles se hicieron durante un solo día, la UCA “ ya está organizando una red para que los chicos tengan derivación en pediatría, estomatología y fonoaudiología, que son las mayores carencias que tienen los chicos”, remarcó Caviglia.
También es importante comentar que todos los alumnos de la UCA asistieron de manera voluntaria y que les gustaría volver a realizar alguna actividad de este estilo para poder poner en práctica lo aprendido en la facultad, pero sobre todo, para ayudar al prójimo que más lo necesita.