Por: Camila De Andrea
Con la llegada de la pandemia del coronavirus y la emergencia sanitaria como consecuencia, el mundo del turismo cambió completamente. No sólo desde los protocolos obligatorios en aeropuertos y dentro del avión, como la distancia y el uso del barbijo, sino también en los destinos seleccionados por los argentinos.
En el verano pasado, fue marcada la tendencia de los argentinos que optaron por destinos locales para vacacionar. La temporada verano 2022, si bien se acerca con los mismos aires de turismo nacional aparecen algunas variables: se prefieren destinos flexibles, con experiencias vinculadas a la naturaleza y priorizando plazas locales, sobre todo para recorrer en auto.
La campaña de vacunación logró una cobertura muy amplia que impulsa a que muchos argentinos que, por miedo o para evitar contagiarse, no viajaron en la temporada pasada, sí lo hagan en el verano 2022. La planificación de estos viajes se traduce en la búsqueda de alojamiento y pasajes nacionales; los viajes al exterior parecen quedar para los más arriesgados o adinerados.
Según estadísticas de la Cámara Argentina de empresas de turismo, los valores para vacacionar en los puntos turísticos más demandados del país aumentaron un 40% respecto del año pasado. La estadía en un departamento pequeño en Mar del Plata se encuentra entre los 4.500 y los 10.000 pesos por día. Mientras que las casas grandes, entre los 14.000 y 35.000 pesos por día. Por su parte, los valores más económicos están en Villa Gesell donde se consiguen alquileres entre los 3.500 y los 8.500 pesos por día. Mientras que las casas grandes cuestan entre los 120.000 y 350.000 pesos por quincena.
En el top de costos se encuentran Cariló y Pinamar en donde los departamentos chicos salen entre 12.000 y 25.000 pesos por día. En Pinamar, el 80% de las casas grandes alcanza valores entre los 135.000 y los 650.000 pesos por quincena.
Los agentes inmobiliarios se muestran esperanzados y creen que habrá un importante nivel de ocupación debido a las mejores perspectivas en la situación sanitaria por la pandemia. Estela, jefa del área de atención al cliente del Hotel Careyes de Mar de las Pampas sostiene: “Todos los destinos se preparan para recibir turistas nacionales. La prueba piloto fue el finde largo de octubre donde la ocupación superó en la mayoría de los lugares al 50%”. Además, explica que durante todo el fin de semana largo se movilizaron más de 4.250.000 turistas y excursionistas a lo largo y ancho del país. Esas cifras implican que fue el movimiento turístico más importante de la última década.
Según los datos del Ministerio de Turismo, los cinco destinos nacionales más elegidos para vacacionar son: Mar del Plata, Bariloche, Córdoba, Mendoza y Rosario. El puesto uno se lo lleva la ciudad de Mar del Plata, con su escena nocturna repleta de juventud y playas de toda clase.
Por otra parte, la Patagonia Argentina siempre fue un gran foco turístico del país, no sólo para turistas locales sino mundialmente. Bariloche es uno de los destinos más buscados en la zona patagónica: montañas, playas con las mejores vistas del Nahuel Huapi y rutas que desembocan en la residencia original de la Cervecería Patagonia o en el hermoso Lago Escondido. Eric Falke, dueño de Hostel en Villa La Angostura, afirma que el sur es un destino más caro a comparación de la costa: “En el sur, los que más nos visitan son los mochileros mayores de 22 años, porque los más jóvenes prefieren salir de noche en Mar Del Plata”. Por otro lado, considera que en el sur, no hay tantos boliches como en la costa, por eso los más grandes lo prefieren para vacacionar.
En cuanto a las ciudades de Córdoba, Mendoza y Rosario comenzaron a sumar popularidad en el último tiempo. Córdoba asombra a los turistas con La Cumbrecita y Córdoba Capital con su historia y arquitectura. También, la arquitectura rosarina y los enormes espacios verdes que se intercalan con los edificios atraen a todos para ir. Por su parte, Mendoza ofrece uno de los atractivos: La Ruta del Vino.
Gabriela, dueña de una agencia de turismo en Villa Urquiza desde hace 30 años, hace referencia a la propuesta del Gobierno Nacional a partir del programa PreViaje, un plan que devuelve el 50% de los gastos en turismo. “El previaje este año, si funciono. La situación es distinta a la del año pasado, incentivo mucho a la gente a viajar, por lo que ayudó al sector en general a empezar a trabajar”, explica la especialista.
Después de dos años sin vacaciones para muchos, cambia también la expectativa respecto al disfrute en los viajes. Muchas familias que antes viajaban de a dos, ahora suman abuelos y tíos y conforman grupos más grandes. En relación a ellos, Gabriela comenta que quizás esta sea otra de las consecuencias de la pandemia, que hizo valorar más los momentos compartidos en familia. Esto se traduce en la esperanza de un 2022 con una temporada que explote de cantidad de turistas. Argentina con sus múltiples opciones se presenta como el destino más seguro, accesible y cercano para volver a viajar.