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Seeds, la startup argentina que busca “revolucionar” la forma de trabajar

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Tiene operaciones en Argentina, Chile y Estados Unidos y fue elegida para participar en un programa de Endeavor Miami. ¿Su apuesta? “(R)evolucionar” la forma de trabajar.

Hace cuatro años Ignacio Basso, Martín Calzetti, Ian Teperman y Stefano Rossi se dieron cuenta de que no estaban conformes con sus carreras laborales. Tenían ganas de dejar atrás la relación de dependencia y de tomar sus propias decisiones. Pronto se dieron cuenta de que no eran los únicos que tenían esta sensación, así que reunieron USD 4.000 para crear Seeds, una compañía que estima una ganancia bruta de USD 10 millones para el año que viene.

“Somos una empresa que conecta talento validado de América Latina con empresas líderes del mundo”, expresa Lucas Manzi, jefe de Marca y Relaciones Públicas. La propuesta de Seeds está enfocada en la posibilidad de ser “dueño de tu propia carrera” y en la construcción de relaciones más parejas y que no estén limitadas por el aspecto geográfico.

El match perfecto

Seeds, que tiene operaciones en Argentina, Chile y Estados Unidos, ha construido un catálogo de más de mil profesionales que son expertos en seis áreas diferentes; operaciones, diseño y producto, tecnología y data, negocios, personas y cultura, y ventas y marketing.

Cada seeder, nombre que se le da a los miembros de la comunidad, es elegido de forma minuciosa. De hecho, Manziaclara que, aunque reciben alrededor de 1.500 postulaciones mensuales, la tasa de ingreso es del 10%. “No hay que pagar para pertenecer, simplemente hay que aprobar nuestro proceso de validación que no es fácil”, agrega Basso, que se desempeña como Director y Jefe de Ventas.

La empresa cuenta con 50 empleados. Fuente: Seeds.

Una vez dentro, un equipo se encarga de poner al seeder en contacto con alguna de las 30 multinacionales que confían en ellos. “Un problema que veíamos en otras plataformas de talento es que se generaba una competencia entre los profesionales, entonces nosotros primero elegimos a la persona y después la empresa decide por competencias”, comenta Basso.

Los seeders tienen la libertad de poner sus propios precios. El Jefe de Ventas dice que, en promedio, cobran USD 5.000 o “25 o 30% más que en el mercado laboral tradicional”. El importe final es pagado por la compañía interesada e incluye la comisión de Seeds, que cambia según el tipo de proyecto. “Somos totalmente transparentes de cuanto es nuestro margen”, apunta. 

Por otra parte, Manzi explica que hay “un equipo llamado talent experience” que se dedica a acompañar a los seeders y ofrecerles beneficios “similares a los que tenían en sus antiguos trabajos en relación de dependencia”. En este sentido, la comunidad tiene acceso a descuentos en prepagas, bootcamps para mejorar sus habilidades profesionales y desarrollo de marca personal. Este valor agregado forma parte de las áreas en las que Seeds invierte lo que gana.

Hablando de negocios

“El éxito tiene no tiene nombre, somos humildes y buscamos trabajar como un equipo”, expone Lucas Manzi al hacer referencia a los valores de Seeds. Fuente: fauxels en Pexels.

Este año los ingresos de Seeds estuvieron cerca de los USD 4 millones, de los cuales 1,2 corresponden a las ganancias netas. Esperan redoblar la apuesta en 2023. “La idea es apuntar a superar los 10 millones de dólares en ingresos”, afirma Basso.

Es posible que el equipo de Seeds cumpla esa meta, ya que la inquietud que los motivó a emprender no solo se ha mantenido a lo largo de los años, sino que también ha empeorado. De acuerdo con la consultora estratégica McKinsey & Company hay un “número sin precedentes de personas que renuncian sin aceptar otro trabajo similar” porque “la gente está dejando el empleo tradicional por emprendimientos más autónomos o para tomarse un descanso”.

Ayelén Culaciati, PR & Marketing Manager de HIT, dice que la “pandemia vino a reforzar tendencias que ya existían” como la preferencia por teletrabajo y la predilección de freelancers y empresas por el uso de espacios de coworking. De igual manera, Lionel Barbagallo, desarrollador y director de la Licenciatura en Gestión de Negocios Digitales de la Universidad Católica Argentina (UCA), explica que “la tecnología demostró estar suficientemente madura como para que el trabajo remoto productivo sea una realidad”.

“Es que es posible trabajar de una manera donde la empresa tenga el talento que necesita, pero que esa persona no sea de su pertenencia y que tenga todas las herramientas para poder ser independiente. Esa es nuestra idea”.

Ignacio Basso, Director y Jefe de Ventas de Seeds.

A pesar de que sus ventas bajaron cuando se dieron los picos de Covid en el mundo, Basso coincide con Culaciati y Barbagallo. “Las empresas entendieron que ahora tienen que transformarse y para eso necesitan el talento correcto. No lo necesitan dentro de un tiempo, lo necesitan ahora”, reflexiona. En otras palabras, ha surgido la necesidad de crear propuestas más atractivas para adquirir capital humano competitivo.

Esta transformación forma parte del mercado del Future of Work (FoW). Conforme a la empresa de consultoría e investigación Gartner, el FoW “describe los cambios en la forma en que se realizará el trabajo durante la próxima década, influenciados por los cambios tecnológicos, generacionales y sociales”. Gartner estima que las inversiones en este mercado sobrepasará el billón de dólares en 2024.

Lo anterior representa una oportunidad de crecimiento para Seeds. Por ejemplo, en Argentina, el país en el que han experimentado el mayor desarrollo comercial, el 46% de las organizaciones están teniendo dificultades para contratar a jóvenes profesionales de la forma tradicional, de conformidad con un informe realizado por Adecco y Fundación Cimientos.

Una inversión inicial hecha con ahorros personales y lado positivo de la competencia

Ignacio Basso (en el centro, de camisa blanca) fue el representante de Seeds en la cohorte de otoño del programa ScaleUp de Endeavor Miami. Fuente: Seeds.

Seeds es un caso exitoso de bootstrapping, ya que fue fundada solo con fondos propios. Por los momentos no están interesados en sumar capital externo, pero sí han buscado inversores ángeles para agregar expertise en las áreas que lo necesitan.

Basso se radicó en Estados Unidos para impulsar el desarrollo comercial de la marca en ese país. Desde septiembre representó a Seeds en el programa ScaleUp de Endeavor Miami. Allí tuvo la posibilidad de relacionarse con un entorno de inversores y clientes norteamericanos y consultar a mentores para entender cuáles son las claves de un crecimiento sostenido. “La verdad salimos muy beneficiados. Comparamos cómo empezamos y cómo terminamos y realmente hoy ves una empresa mucho más sólida”, reconoce.

Manzi, por su parte, considera que Workana es uno de sus principales rivales. No obstante, esa plataforma “tiene otra propuesta de valor” porque está enfocada en el sector de los developers y su “enfoque es muchísimo más masivo”.

A pesar del temor que podría generar un adversario que también trabaja con Unilever, su cliente más importante, Manzi opina lo siguiente: “la realidad es que cuantos más players aparezcan, cuanto más vendan y mejor les vaya, en algún punto también validan nuestro negocio y más nos ayudan a poder meternos después en otras empresas”.

Aprendizajes y planes futuros

Uno de los objetivos de Basso es afianzar la presencia comercial de Seeds en Estados Unidos. Fuente: Helena Lopes en Pexels.

Barbagallo, que también es doctor en administración de negocios, comenta que uno de los grandes desafíos es la gestión del personal y el trabajo en equipo. Sin embargo, los 50 empleados de Seeds “no hablan de la plata que se gana”, sino de la gente y del “impacto que se hace”.

Los planes de Seeds para continuar con la “(r)evolución del trabajo” incluyen la apertura de operaciones en México y Colombia. Aunque que la venta de la modalidad que proponen puede ser “arriesgada”, Manzi piensa que “también implica romper con una serie de paradigmas que están establecidos hace muchos años”.

Por lo pronto, acaban de cambiar su imagen, pero prometen que mantiene la premisa de ser “primero una comunidad, luego una empresa”. “La clave está en la convicción y en hacer algo que te resuene en el corazón”, finaliza Basso.

Foto de tapa (de izquierda a derecha): Martín Calzetti, Stefano Rossi, Ian Teperman e Ignacio Basso. Créditos: Seeds.

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