“Con este escenario, hoy, en un 90 por ciento las elecciones las gana Macri” , disparó el analista político e historiador Carlos Pagni durante una disertación reali9zada esta semana ante un reducido grupo de autoridades de la Universidad Católica Argentina.
Pagni realizó un análisis de las los desafíos y problemas que enfrentan tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri de cara a las elecciones del 22 de noviembre y realizó una lectura de cómo puede evolucionar el reparto de poder en la Argentina.
Durante el desayuno -organizado por la Escuela de Política y Gobierno de la Facultad de Ciencias Sociales-, Pagni sostuvo que fue Sergio Massa quien posibilitó a Cristina Kirchner llegar al ballotage, primero por obturar sus chances de reelección con su triunfo en las últimas legislativas y luego por traccionar los votos que necesitaba Scioli para terminar de imponerse sobre Macri.
“Cristina Kirchner le puso a Scioli un techo y un piso que es igual al 38 por ciento”, dijo Pagni en el Salón San Martin de Tours del edificio Santa María, en el campus Puerto Madero de la UCA.
Analizó que tras la primera vuelta Scioli tiene tres opciones: romper con el discurso de Cristina Kirchner, lo que no le conviene porque ese lugar ya lo ocupan hoy Massa y Macri; recostarse en su campaña de “fe y esperanza”, vacía de contenidos, despolitizada, recorriendo junto con a Karina Rabbolini, que es lo mismo que hizo hasta ahora y que hace Macri con los globos y la indefinición política; y la campaña del miedo, que plante que es Scioli o el hambre y este es el camino que decidió recorrer.
Comparó esta campaña con la que montó Dilma Roussef en Brasil para ganar el ballottage, aconsejada supuestamente por el mismo consultor, Joao Santana.
En esta estrategia del miedo, que agita el retorno de los 90, Scioli puede ser afectado, pues fue el vicepresidente de Menem en los 90 recordó Pagni.
Por otro lado, en la campaña del miedo, Cistina Kirchner agita sus fantasmas que favorecen a Macri: Zannini y Aníbal Fernández, personajes que capitalizó Macri en primera vuelta.
“El 2001 significó la eclosión del radicalismo”, aseguró Pagni y explicó que la oferta electoral de clase media suburbana y rural quedó atomizada. “Donde antes había radicales, ahora el electoral se encontraba con peronistas cordobeses de De La Sota, Socialistas santafesinos, construcciones como la Coalición Cívica, todos emergentes de la explosión radical”, agregó.
Las elecciones de primera vuelta pueden significar algo similar para el peronismo analizó Pagni. Aquí el PJ perdió la provincia de Buenos Aires y en distritos clave del interior se hizo fuerte cambiemos.
Esto implicó que se adelanta el post peronismo y se abre la pelea para que Florencio Randazzo, el propio Sergio Massa o los líderes del PJ se disputen el liderazgo partidario y la jefatura opositora.
En este escenario político, Pagni estimó que Macri tiene un 90 por ciento de posibilidades de ganar el ballotage y que el escenario económico que analizan los macristas es un ajuste de entrada pensado en que en 2017 pueda haber un rebote de la economía que les permita ganar la elección de medio término.