Punto Convergente

Oportunidades y desafíos del periodismo en el siglo XXI: ¿cómo cambió la circulación de la información?

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¿Qué pasa con el periodismo en un mundo marcado por la inteligencia artificial y los algoritmos? Estamos ante un ecosistema informativo que presenta nuevos desafíos: el periodismo enfrenta una crisis de confianza por parte del público, los hábitos de consumo noticioso dieron un vuelco desde la pandemia con las redes sociales, y la inteligencia artificial se introdujo en los métodos de producción periodística. ¿Cómo hacer un periodismo que se conecte con las audiencias y que fomente un diálogo democrático?

En el marco del II Foro de Periodismo Democrático “Periodismo y Poder”, organizado por la Fundación Konrad Adenauer y la Universidad Católica Argentina, con el apoyo de Infociudadana, se realizó el panel ¿Qué es informarse en el siglo XXI? en el que se debatió el contexto actual del periodismo, el impacto de la inteligencia artificial generativa, el consumo de noticias, los algoritmos, la evasión de noticias y la educación para futuros periodistas.

Participaron Raúl Cortés Fernández (periodista, editor del Latin América Breaking News Hub de Reuters), Francisco Albarello (docente, investigador y director del doctorado en Comunicación de la Universidad Austral) y Soledad Arreguez Manozzo (periodista, profesora de Comunicación y especialista en Educación y Nuevas Tecnologías), con Adriana Amado (académica y periodista, fundadora de Infociudadana) como moderadora.

Cortés Fernández habló sobre el uso de IA en las redacciones para la automatización de tareas: valora la utilidad de la IA para elaborar resúmenes o transcribir grabaciones de entrevistas de manera rápida. La IA está para agilizar procesos, no para reemplazar el juicio crítico y quitarle su trabajo al periodista: “El periodismo no va a desaparecer, pero su legitimidad dependerá de cómo se combine la tecnología con el criterio humano”, aclaró.

Sugiere además el concepto de periodismo aumentativo: “Es ese periodismo que gracias a la inteligencia artificial generativa puede generar nuevos formatos, puede hacer trabajos con mayor profundidad, puede hacer un procesamiento de datos más intenso que si lo hace un ser humano solo frente al periodismo automatizado”. La IA no tiene que automatizar los procesos del periodista, sino que debe ser una herramienta para poder realizar un trabajo con más profundidad.

Fernández sostiene que la crisis de confianza en los medios tiene que ver con que los periodistas no han sabido explicar con claridad cuál es su función hoy en la sociedad. La pregunta es, entonces, cómo usar la tecnología para hacer mejor periodismo: “Los ciudadanos necesitan seguir informados, y para eso, seguimos siendo necesarios los periodistas”, afirma.

Por su parte, Francisco Albarello presentó los resultados de Investigar en Red, un proyecto de investigación sobre los hábitos de consumo de noticias de estudiantes de comunicación y periodismo en América Latina. Esta investigación descubrió que la mayoría de los estudiantes cambió sus hábitos de consumo noticioso durante la pandemia: el smartphone es el dispositivo más utilizado para acceder a las noticias y los memes se convirtieron en una “puerta de entrada” al consumo de noticias.

Otro hallazgo fue la selección de temas sobre los que los estudiantes se informan: “Se sienten informados de los temas que a ellos les interesan”, indicó Albarello, “pero no se sienten tan informados de los temas que obligatoriamente hay que estar informados, y lo constatan en la facultad cuando un profesor de periodismo hace un control de lectura”.

También añadió que los encuestados demuestran poseer una “conciencia algorítmica”: es decir, entienden que los algoritmos de las redes condicionan su acceso a las noticias. Algunos delegan la selección de contenidos al algoritmo; otros ejercen “agencia algorítmica” e intentan educar al algoritmo para personalizar su flujo de noticias, eliminando temas que no son de su interés o siguiendo cuentas con distintos perfiles políticos.

Arreguez Manozzo retomó los conceptos mencionados por Fernández y Albarello, y explicó que el desafío en la actualidad es aprender a informarse, en un ecosistema digital tan marcado por los algoritmos y los sesgos: “Ya no alcanza con estar alfabetizados en la lectoescritura, sino que necesitamos comprender el escenario que nos plantea la inteligencia artificial generativa, qué es lo que sucede con los algoritmos, los sesgos, cuáles son los condicionamientos que se dan a la hora de acceder a esa información”.

Para lograr esto es fundamental la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI), definida por la UNESCO como “un conjunto de habilidades que permiten a las personas acceder, comprender, analizar, evaluar, utilizar y crear información y contenido multimedia de forma crítica, ética y creativa”. En este contexto, es una capacidad fundamental para poder enfrentar los nuevos desafíos al acceder a la información.

Asimismo, Arreguez Manozzo señaló que, desde el lado de los periodistas, es necesario poder ser transparentes en los procesos. “Para esto es fundamental la ética, cómo podemos llevar adelante el ejercicio desde una responsabilidad informativa”, indicó. Hay que mostrar cómo se ejerce la labor periodística para que las audiencias comprendan cómo se construyen las noticias y por qué el periodismo es importante, para que opten por espacios donde se explica de dónde sale la información y cómo se crean los contenidos.

El objetivo de estudiantes y docentes de periodismo, señala ella, es averiguar cómo acercarse a las audiencias, incorporar distintas voces e intereses, pero sin perder de vista que es necesario encontrar puntos de referencia comunes y generar un diálogo democrático para no quedar aislados en pequeños centros de conversación.

Los periodistas no podemos quedarnos hablando solos. Necesitamos de los lectores. Entonces, si vemos que no nos están leyendo o hay noticias que no les interesan, sin duda significa que estamos perdiendo la oportunidad de contar los hechos de otra forma. Si empezamos a trabajar en esto, es posible achicar esa grieta, esa distancia entre audiencias y medios para poder fortalecer la confianza en el periodismo”, afirma.

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