Argentinidad a flor de piel. Buzos, remeras, cinturones, posters, stickers y hasta tazas para el café son algunos de los productos con temática puramente argentina. La moda y las tendencias de la juventud regional indican una creciente necesidad de demostrar el orgullo de ser argentino.
En una remera azul oscuro que Carile Clothes posteó en su cuenta de Instagram resaltan algunos elementos por sobre otros. Algunos son el radiante sol de mayo de la bandera argentina y el nombre del país escrito con letras mayúsculas blancas. De igual forma, hay otra gran cantidad de productos como tazas, cinturones, posters y stickers que llevan la argentinidad como impronta. Todos ellos forman parte de un boom de moda con color nacional.
Esto es parte de la tendencia juvenil que busca demostrar el orgullo por ser argentino y reivindicar nuestra cultura. Según Jesica Niz, licenciada en Semiótica y profesora universitaria, la tendencia de reivindicar el patriotismo argentino surgió luego del mundial de fútbol Qatar 2022. Fue entonces cuando los jóvenes tuvieron una “reapropiación” de los símbolos nacionales y de su cultura natal y abandonaron tendencias como el uso de camisetas alemanas o británicas.
La moda, una forma de vida
Para Niz, la moda supone un sistema como cualquier otro donde se utiliza la vestimenta del día a día como método de comunicación. Las prendas utilizadas son un intento de comunicar un mensaje particular y una comunidad a la que se intenta pertenecer. Además, históricamente determinados sectores como los jóvenes utilizaban una vestimenta concreta como herramienta para “unirse y tener identidad”.
Asimismo, Niz resalta la resignificación constante de los símbolos y la indumentaria. “Existen signos que han mutado; originalmente tenían un sentido y luego se les asignó otro”, explica la especialista. También, sostiene que usar un ícono como el escudo nacional en una remera tiene un “trasfondo de marketing” que antes no existía.
“Esta reapropiación por parte de los jóvenes responde a algo que está sucediendo. Hay estudios acerca de la vinculación entre la juventud y los sectores más conservadores”, agrega. En cuanto a la economía, se intentan tomar medidas para recuperar relevancia global, es por ello que se puede relacionar con la reivindicación de ser argentino.
El director del Departamento de Sociología de la Universidad Católica Argentina (UCA), Alejandro Piscitelli Murphy, expone que la moda en general “se nutre de las cosas más insólitas y no tiene una lógica específica”. Hoy en día se da con los símbolos patrios, pero tranquilamente se podría tratar de otra cosa. Por lo tanto, a veces “una cosa mínima hace que algo totalmente impensado se ponga de moda y tenga éxito”.






Carile Clothes: argentinidad desde la tela

Dentro de su catálogo el emprendimiento ofrece diferentes colecciones argentinas. En “Argentina en 12 diseños”, pueden encontrarse remeras al estilo baby tee o tops con el nombre del país o el sol de mayo, entre otros símbolos. En la cápsula “Una remera para cada flor provincial”, cada prenda lleva una flor característica de una de las provincias. Y en “Cada provincia argentina representada en buzos” se encuentran prendas con siluetas o tamaños standard u oversize.
“Las remeras con la bandera o el escudo están diciendo un lugar de pertenencia y manifestándolo. Esta es mi identidad, soy de acá, soy argentina. Tomo mate, me gusta el dulce de leche. Parece que no, pero todo es parte de la simbología de un país”, añade Niz.
Por su parte, la marca también comercializa otros diseños de buzos y remeras con estampado de las Islas Malvinas. Una de las imágenes más populares es la de las Islas Malvinas en blanco con el sol de mayo en el medio, arriba una leyenda que indica “Malvinas e islas del Atlántico Sur” y debajo la ilustración “Hoy y siempre argentinas”.
Sobre este tipo de prendas, la semióloga Niz indica: “Ponerse un buzo con las Malvinas es algo simbólico. Está diciendo algo más allá de que no haya un posicionamiento ideológico detrás de esa persona que se lo pone, pero lo está diciendo igual, sin darse cuenta porque el símbolo lo dice”.
La marca sostiene que comenzó con este tipo de productos ya que presentó la propuesta y “fue bien recibida”. Eso los alentó a empezar las colecciones descritas anteriormente para “reflejar la identidad y esencia del país, que contenga historia y que permitan expresar el amor por Argentina”. A su vez, la fabricación de estos productos les permite “conectar con nuestra identidad y cultura y también promoverla”.
Para finalizar, cuentan que sus prendas más consumidas son el especial de “provincias argentinas”. Si bien la colección no está relacionada a la simbología nacional, busca ilustrar “un poco de cada provincia argentina” para demostrar “la diversidad del país”. Esto sostienen que “hace sentir más identificado a cada persona con su lugar”.
Asimismo, el público que más consume los productos en general tiene entre 25 y 34 años siguiendo a los de 18 años. Si se refieren a las remeras argentinas también hay un mayor público joven pero al tener diversidad de talles y siluetas cada vez se amplía más la edad.
Acerca del público joven del emprendimiento y qué significado tiene esto en la tendencia, Niz asegura que con días tan importantes como el 2 de abril, es bueno que los jóvenes reconozcan la identidad de su país, sobre todo cuando existen discursos que alientan a emigrar y encontrar que “la salida es Ezeiza”.
Monoblock: el arte de Florencia Meije

Florencia Meije, artista visual e ilustradora argentina, se encarga de realizar ilustraciones con temática argentina para la papelería Monoblock, desde 2023. Cuenta que sus dibujos son “con humor, un poco naif que intentan abordar observaciones cotidianas sobre la existencia”.
Sus producciones contienen objetos, frases, personajes de la farándula argentina, antigüedades o juguetes vintage que ella misma poseía. También comidas típicas argentinas que de pronto “pueden hablar o expresarse” y sobre todo destaca, que incorpora modismos o expresiones propias de Buenos Aires, su ciudad natal.
Sostiene que “hay algo” del humor argentino que le gusta mucho. Al igual que ocurre con los disparadores que la empujan a ilustrar. Enumera que las cosas que más la inspiran son la cotidianeidad, los objetos que se usan diariamente, “el cafecito”, el paseo, las mascotas de la gente, las conversaciones, entre otros.



Los diseños, la cara visible de la tendencia
Particularmente con Monoblock, coloca sus ilustraciones en diferentes artículos para el hogar como la línea de vasos coleccionables con distintas temáticas argentinas, productos destacados y uno de los más vendidos de la marca. Cada vaso es un universo de ilustraciones que refieren no solamente a objetos o comidas típicas, sino también a situaciones o postales muy incorporadas en el imaginario popular argentino. Un ejemplo son las vacaciones en Mar Del Plata donde figuran los lobos marinos típicos de la ciudad o perros “caniche” sobre una reposera en la playa.
Además, para Meije el vaso describe que “abraza algo muy característico de la cultura argentina que es la juntada, el rancheo, la reunión, el festejo, el brindis”. Finalmente, explica que es “un trabajo consciente y muy importante poder reivindicar la simbología, la cultura y la memoria para no sólo sentirnos parte de una historia, sino también de un futuro. Parece un spot de campaña política, y un poco lo es”.
Piscitelli Murphy considera que “la cultura es un viaje de ida y vuelta, es una construcción dialéctica; vos aportas a tu cultura y tu cultura te aporta a vos”. Por ejemplo, una taza que lleva una medialuna pintada objetiviza esta retroalimentación. En este caso, el vaso es el que retroalimenta la argentinidad.
Benteveo: gorras con corazón argentino
El emprendimiento surgió, según cuentan sus dueños Blas Giménez y Lola Saenz Luetich, durante un viaje a Córdoba cuando vieron una tienda que vendía gorras inspiradas en distintos animales. Así, comenzaron a tomar el concepto de fauna, flora y simbología argentina.
Los emprendedores se vieron motivados ya que la cultura argentina resulta ser “ninguneada en variedad de temas” y está muy presente que “lo de afuera es mejor”. Por eso lo que buscan es “mostrar con orgullo” las raíces del país, el gran valor que tiene y fomentar el apoyo a la industria local.
Sostienen que notaron un aumento en la demanda de indumentaria de este estilo ya que al existir cada vez más fabricantes independientes, de a poco se fue “retomando la narrativa” de la identidad nacional. Así, se desplazaron los “símbolos impuestos” y muchas personas encontraron en esa vestimenta algo “novedoso”.
Los integrantes del emprendimiento agregan que la producción regional es coherente con el mensaje de su marca porque podrían “traer cosas de afuera” pero no lo hacen. Además, explican que cuanto más emblemático es el diseño, más lo pide la gente. Es el caso de su artículo más comercializado: la gorra con el sol de mayo, el cual describen como un símbolo “fácilmente reconocible”.
Por último, en cuanto a su tipo de público, concluyen en que su mercado es muy variado. No tienen un perfil de cliente predominante. Ellos creen que esto se debe a que “la identidad nacional apela a personas de distintas edades y sectores sociales”.
Aggiornamento: Argentina en múltiples diseños

El creador Diego Medina Diez relata que su emprendimiento surgió de ver diferentes cosas que sucedían en nuestro país y afuera, haciendo referencia a Europa o Estados Unidos. Él las “tradujo” a sus productos, con versiones argentinas en remeras y shorts.
A diferencia de Benteveo, Aggiornamiento sí logró segmentar a sus clientes. Tienen un rango de entre 25 y 45 años. Sin embargo, describe que no siempre esto es así ya que en una ocasión Diego cuenta que unos turistas franceses buscaban un souvenir o “sentirse representados” y le compraron una prenda. También, sostiene que hay personas que lo eligen porque “solo les gusta el diseño”.
Medina Diez explica que decidió realizar una colección con temática argentina ya que “estaba con ganas de que sea algo federal”. Pretendía impactar desde nuestro país al resto del “globo”. Era algo que no estaba encontrando y que finalmente con el emprendimiento lo pudo hallar.
Para él, consumir indumentaria nacional le parece fundamental. Incluso se define a sí mismo como fanático de lo nacional. Describe el producto que elabora “le habla a él, te está hablando a vos y está hablando como un grupo de amigos”. También, dice que a pesar de que estos símbolos están al alcance de todos, son admirados con asombro.
Más que una prenda, es un sentimiento
La utilización de estos artículos no responde únicamente al flujo de tendencias actuales. Rosio Alien, influencer de moda en plataformas como Instagram y TikTok, sostiene que los motivos detrás de la inclinación por la simbología nacional se remontan a períodos históricos tales como el colonialismo.
“En estos últimos años, se estuvo hablando más de lo que es el colonialismo o imperialismo, quizás de una noción de que toda la vida nos dijeron que Argentina o Latinoamérica en sí eran un desastre”, plantea la personalidad del internet.



“Esta idea quizás no se daba desde acá, sino desde los consumos masivos que teníamos de chicos”, añadió Alien al utilizar el “sueño americano” como ejemplo. Dice que hay sectores en donde este cambio es sólo estético y otros donde es mental, además predice que dicho cambio “vino para quedarse”. A su vez, la influencer afirmó percibir un creciente interés de su audiencia en los artículos con simbología nacional.
Así, desde la moda hasta los objetos del hogar, el auge de productos con identidad nacional demuestra que lo argentino no solo se lleva puesto, sino que también se elige, se celebra y se resignifica. Lejos de ser una simple estética pasajera, esta tendencia revela una búsqueda genuina por reafirmar un sentido de pertenencia que trasciende épocas, generaciones y discursos. Dándole a la argentinidad, una nueva forma de existir.