La extensión de la cuarentena por la pandemia de coronavirus generó mucho tiempo libre entre quienes no cumplen tareas esenciales y por lo tanto, redujeron sus ocupaciones. Además de causar estrés, el ocio lleva a pasar más tiempo buscando información y también, a comer más, una combinación aprovechada por aquellos que busquen conseguir más engagement en la web y que, nutriéndose del pánico, alimentan mentiras.
A falta de una vacuna que logre controlar al Covid-19, se distribuyen en las redes sociales y sitios digitales tratamientos alternativos a través de dietas. Si bien los expertos en salud aclaran que el lavado de manos y el distanciamiento social son las únicas prevenciones de contagio, el temor a la enfermedad impulsa a los usuarios a buscar otras medidas en Internet y alimentan mitos y mentiras.
Mito 1: Vitamina C
Andrew Saul, un personaje público que se autodenomina “The MegaVitamin Man”, proclamó en su perfil de Facebook que “la pandemia del coronavirus puede ser dramáticamente moderada, o reprimida por completo, con el uso inmediato y generalizado de altas dosis de vitamina C”.
En una de sus tantas publicaciones acerca de esto, adjuntó el link de un artículo de su autoría que indica que el gobierno de la ciudad de Shanghai en China “oficialmente recomienda la vitamina C para el COVID-19”, con los detalles de la cantidad desde 50 hasta 200 miligramos por kg por día, cuando la dosis recomendada para un adulto es de 90 mg al día según la nutricionista Sabina Teddi.
La especialista agrega que, si bien es necesaria, son muchas las vitaminas y minerales fundamentales para conservar y sostener un estado de salud óptimo. “Que se hable tanto sobre esta vitamina en particular es fruto del empoderamiento que algunos laboratorios han hecho sobre ella, presentándola desde hace décadas como imprescindible para llevar una mejor calidad de vida, persiguiendo fines puramente económicos”, reconoce la nutricionista.
Las declaraciones de Andrew Saul fueron vistas más de 820 mil veces en Facebook y compartidas por sitios web con otras miles de visitas como GreenMedInfo y Waking Times. La gran repercusión de estas fake news, forzó a científicos a desmentir la vitamina C como cura del coronavirus y logró que Facebook marcara la publicación como falsa.
Pero como Saul, también muchos otros hicieron (y continúan haciendo) afirmaciones parecidas para conseguir views o hasta para comercializar sus suplementos vitamínicos.
Sabina Teddi sostiene que “durante mucho tiempo al uso de la vitamina C se lo asoció a un remedio casero para los resfriados comunes, pero la realidad es que no existe evidencia científica de que tanto los alimentos que aportan esta vitamina, como los suplementos que la contengan, reduzcan el riesgo de contraer siquiera un resfrío”.
Mito 2: Tomar agua tibia constantemente
El usuario de Facebook Yu Mark publicó unas supuestas declaraciones acerca de la prevención contra el coronavirus, que adjudicó al Deparment of Health (DOH) del gobierno filipino. Además de aconsejar el consumo de vitamina C y evitar el de comidas picantes, la publicación afirmaba que “una vez que la membrana de tu garganta se seque, el virus invade tu cuerpo en los siguientes 10 minutos”. Las indicaciones agregaban tomar 50-80 cc de agua tibia en adultos y 30-50 cc para los niños.
Ron Eccles, experto en enfermedades respiratorias y ex director del Common Cold Centre de Inglaterra, le aseguró a la BBC que “no hay evidencia alguna con respecto a que bebidas calientes protejan contra una infección viral”.
Mito 3: Alcalinizarse con limón
La dieta alcalinizante circula en las redes sociales hace ya varios años, con personalidades reconocidas como Tom Brady o Victoria Beckham promoviéndola. Consiste en eliminar de la dieta aquellos alimentos que llevan el pH de la sangre a niveles más ácidos, como los productos de origen animal y las harinas. Si bien no fue comprobado científicamente, los seguidores de este estilo de vida aseguran que mantener un pH alcalino no solamente ayuda a bajar de peso, sino también a combatir enfermedades como el cáncer y, ahora, el coronavirus.
Una publicación en particular, escrita supuestamente en un comienzo por “Laila Ahmadi, de la Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de Zanjan en China”, fue compartida miles de veces en más de tres idiomas y por diferentes cuentas de Facebook.
Comineza con la frase: “CORONAVIRUS, A FALTA DE VACUNA, JUGO DE LIMÓN”. Sería el profesor Chen Horin, CEO del Hospital Militar de Beijing, quien dijo que “las rodajas de limón en una taza de agua tibia pueden salvarle la vida”. Ante estas declaraciones, la agencia de noticias francesa AFP hizo un fact check en internet y descubrió que este mismo mito está circulando desde 2011 en distintos países.
Además, en la publicación se le daba al agua de limón la capacidad de “matar células cancerosas, regular la presión arterial alta y reducir la coagulación sanguínea”. Todos estos beneficios fueron desmentidos por la Asociación Española Contra el Cáncer, AfricaCheck y la AFP Factual Francia, entre otros.
Mito 4: Sustancias químicas
Si bien algunas de las indicaciones que recorren las redes sociales son falsas, un vaso de jugo de naranja no le haría mal a nadie. En cambio, hay otras que pueden producir efectos graves como dolores de cabeza, náuseas y mareos, o hasta consecuencias aún más alarmantes como daños en los órganos y hasta la muerte.
Una sustancia llamada suplemento mineral milagroso (MMS), que es usada como un desinfectante industrial por sus grandes cantidades de dióxido de cloro, es uno de los principales químicos en ser recomendado en las redes.
La plata coloidal es otro de los medios que suponen prevenir o curar este virus. Se trata de pequeñas partículas de plata líquida que se ha vendido por años como un suplemento dietético capaz de curar el cáncer, el herpes y hasta el VIH. Una tienda de medicación natural en México compartió en sus redes las supuestas cualidades “antibacterianas, antivirales y antifúngicas completamente naturales” de este metal, que ellos mismos venden como “la cura realmente efectiva contra los coronavirus”. Además, agregan en el artículo de su blog un listado de estudios científicos que corroborarían estas declaraciones.
Sin embargo, la FDA señaló que ninguna de estas es una cura comprobada para ningún tipo de enfermedad, y que los efectos colaterales como la insuficiencia hepática aguda podrían ser fatales.
Mito 5: Alimentos antimicrobianos
Si bien muchos alimentos, como el ajo y el eucalipto, tienen beneficios para nuestra salud general, “mantener un equilibrio de vitaminas, minerales y antioxidantes (a través de frutas y verduras, por ejemplo) y disminuir el consumo de alimentos procesados y ricos en azúcares artificiales, es indispensable para apoyar al sistema inmune antes, durante y después de la infección por coronavirus”, explica Sabina Teddi.
La FDA explicó que la venta de aceites esenciales que contengan estos alimentos “no tienen autorización para ser vendidos como una prevención o cura para el COVID-19”.
Coincide con esto Teddi: “Consumir ajo no nos protege de un posible contagio de coronavirus, no existe evidencia científica que lo respalde. El surgimiento de este mito quizá provenga de su gran aporte en vitaminas y minerales”.
Realidad
No existe evidencia específica de que la suplementación vitamínica pueda proteger contra, o incluso disminuir los efectos, de la infección por COVID-19. Además, Teddi explica que un exceso de vitaminas (un consejo que también se difundió en estos meses) puede ser peligroso para la salud y que puede llegar a provocar toxicidad en nuestro organismo.
En palabras de la nutricionista, “no es posible prevenir el coronavirus a través de la alimentación, pero sí el desarrollo y expresión de la enfermedad pueda darse en formas más leves. Se ha observado en múltiples estudios que en pacientes con infecciones por influenza, la desnutrición se identificó como predictor de mortalidad y malos resultados.”
Una dieta hipocalórica y con falta de nutrientes esenciales debilita el sistema inmunológico y se vincula a un elevado riesgo de muerte en diferentes escenarios, por lo que es importante mantener un estilo de vida saludable, como siempre, y seguir las recomendaciones de la OMS.
Crédito ilustración de tapa: “SCMP”