Punto Convergente

Microteatro: la nueva onda que imponen jóvenes actores argentinos

Entrada de Microteatro.
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En una era donde es difícil captar la atención del público, se va imponiendo la modalidad de teatro breve, con representaciones de 15 minutos donde se combinan buenas puestas en escena con opciones gastronómicas

Antonela Rossi, Verónica Mc Loughlin, Cloé Galante y Pamela Santángelo se identifican por su gusto por las artes escénicas, pero todas tienen algo en común, que las reúne, y es el Microteatro. Se trata de una propuesta cultural diferente, en la que los espectadores pueden elegir obras teatrales que duran tan solo 15 minutos en una cartelera con más de 30 opciones.

Microteatro está ubicado en Serrano 1.139, en pleno barrio de Palermo, y es un plan cada vez más recurrente en quienes buscan una salida un poco diferente, que no recaiga en una típica cena o elegir siempre los mismos lugares para visitar. Con seis salas que tienen capacidad para 20 personas, Microteatro se caracteriza por ser una puesta íntima, que apela a las emociones en menos de un cuarto de hora y busca movilizar a los espectadores.

Cada son más los que eligen disfrutar de la propuesta de Microteatro. (Foto: BA Connect)

Las obras cambian cada mes y todas tienen una temática que las agrupa, por ejemplo, al momento de la redacción de esta nota, la temática es #PorLaFamilia. Como espectador, se puede elegir el número de obras para ver en una noche, cuánto se quiere gastar en la salida (dependiendo de la cantidad de obras para ver) y también la posibilidad de comer y beber.

El origen de Microteatro

Pamela Santángelo es parte del equipo de producción de Microteatro y en diálogo con Punto Convergente comentó cómo surgió la idea de esta propuesta cultural. “En noviembre de 2009, casi 50 artistas entre directores, autores y actores presentaron un proyecto teatral en un antiguo prostíbulo en Madrid”, comienza Santángelo.

Microteatro tiene su origen en Madrid, España. (Foto: microteatro.es)

Según asegura Santángelo, los artistas se reunieron en 13 grupos independientes y se alojaron en las 13 habitaciones del burdel. Bajo el lema “Por Dinero” cumplieron la consigna de crear una obra teatral de 10 a 15 minutos, para un público menor a 10 personas por sala sobre un tema en común, la prostitución.

“Estas obras se presentaban tantas veces como público hubiera durante tres o cuatro obras y llegar a presentarse más de veinte veces al día”, recuerda Santángelo y continúa: “Con difusión únicamente a través de redes sociales y comunicados de prensa, el experimento fue un éxito. Antes de comenzar la función, más de 200 personas hacían fila para entrar horas antes”.

Santángelo considera que el impacto que tuvo esta primera propuesta “animó a buena parte de los participantes y a algunos nuevos miembros a abrir de manera permanente un espacio que reclama el público, y que funciona para personas de diferentes edades y estatus sociales”.

La esencia de Microteatro es la conexión directa con el público. (Foto: Recursos culturales)

Así es que surgió Microteatro, un “nuevo concepto de formato teatral” que ofrece obras de 15 minutos sobre un mismo tema, representadas en espacios pequeños para 20 espectadores por pase y varias sesiones al día. Existen dos tipos de salas, la Central y la Golfa y lo único que las diferencian es el horario, la sesión Central es de 20.30 a 22.25, mientras que Golfa va de 22.45 a 01.10.

Ventajas que llevan al éxito

Antonela Rossi fue parte del elenco de “La pipa de la paz: en busca de la tribu perdida”, una obra que estuvo en la cartelera de Microteatro en agosto de 2022. Antonela supo reconocer una serie de ventajas que tiene esta propuesta cultural y que favorecen a que Microteatro se convierta en uno de los planes por excelencia de los últimos meses.

“La pipa de la paz: en busca de la tribu perdida”, fue una obra donde actúo Antonela Rossi y dirigió Verónica Mc Loughlin. (Foto: Instagram)

Es una producción relativamente sencilla, incluso en términos de escritura, es muy bueno empezar escribiendo una obra para Microteatro, porque es como una especie de escena, pero más extensa y que tiene que tener una estructura bien clara”, asegura Rossi, quien confirma que muchas de las obras que se estrenan son las primeras obras de los autores.

En esta línea, considera que una de las mayores ventajas es la rotación del público en un mismo día. “Te ve muchísima gente distinta y totalmente desconocida”, reconoce. En cuanto a las ventajas para los actores, entiende que, al hacer cuatro o cinco obras por día, los artistas adquieren un “entrenamiento y un registro de las distintas funciones que uno hace”.

Microteatro ofrece una cartelera con 30 obras, con el mismo tema y que cambian cada mes. (Video: Instagram)

“Empezas a percibir la diferencia entre una pasada con más energía y una con menos, qué conviene para cada material y la posibilidad de transformarlo para la función siguiente”, asegura Antonela.

Verónica Mc Loughlin trabajó en Microteatro como actriz, directora y autora y considera que son muchos los motivos por los que esta propuesta está en auge. Sin embargo, reconoce que “está en auge, pero para un segmento de la población bastante determinado. No es algo que le interesa a todo el mundo”. “Es un bar que te ofrece ver una pieza teatral breve, en general cómica. El objetivo central es el entretenimiento”, asegura Mc Loughlin.

“Hay algo de la cultura del zapping, de lo breve, de la red social, de lo salpicado. Algo que vivimos, hoy por hoy, mucho. Microteatro no exige demasiado del espectador. Si no te gusta, dura poco. Si te gusta, también”, reconoció Verónica. No se trata sólo de obras de teatro, sino “una propuesta de salida vinculada a la experiencia”.  

En esta línea, Cloé Galante, asistente de dirección en “Baño compartido”, una obra estrenada en agosto de 2022, considera que Microteatro “es una propuesta distinta, que involucra una interacción diferente, no es solo ir a sentarse”. “Es divertido porque tenés muchas opciones distintas y está bueno porque la risa abre algo. Salís de ver la obra en un estado más alegre y disponible a pasarla bien”, aseguró Galante.

“Baño compartido”, la obra en la que Cloé Galante fue asistente de dirección. (Foto: Instagram)

Asimismo, considera que se trata de un entretenimiento diferente y hay actores muy famosos como no. “Está bueno que haya tanta diversidad y hay obras muy distintas, para todos los gustos, pero lo que hace que sea distinto es un híbrido, como un bar y un espacio para consumir teatro para todo público”, sostiene Cloé sobre la propuesta de valor que diferencia a Microteatro.

Por su parte, Santángelo entiende que se trata de una salida entretenida en la que uno puede ir viendo distintos materiales. “Un poco porque estamos en una época con un grado de atención bastante reducido en términos generales como sociedad”, sostiene y, al igual que Loughlin, entiende que Microteatro “no te exige tanto”.

No todo lo que brilla es oro

En cuanto a las desventajas o las dificultades que se podrían identificar en Microteatro surgen algunas coincidencias entre las entrevistadas. Galante entiende que se trata de un proceso de gran intensidad por varias razones, una es que con equipos pequeños de trabajo se debe conseguir todo.

“Por más de que sea una obra corta, sucede lo mismo que en la larga, en el sentido de que tiene un comienzo, un desarrollo y un final. En la obra larga eso está desarrollado en el tiempo, en cambio, en Microteatro está condensado en 15 minutos y 4 veces o 5 al hilo. Genera un movimiento emocional para los actores”, asegura Cloé.

Microteatro ofrece entradas de $600 y $700, dependiendo el día. (Foto: Maxi Didari/ Para Ti)

Loughlin cree que más que dificultades, trabajar en Microteatro tiene limitaciones, propias de la propuesta como “un espacio pequeño, muchas funciones seguidas, muchas obras conviviendo”. “No las veo como algo negativo, son las reglas del juego. Me divierten las limitaciones, creo que permiten que uno se vuelva creativo, ocurrente, que aparezcan nuevas ideas a partir de lo que sí se puede dentro de esos límites”, considera Mc Loughlin.

En esta línea, Santángelo considera que una de las claves para trabajar en Microteatro es que “el material tiene que estar si o si muy firme porque cualquier cosa que haga ruido en una obra de 15 minutos, uno no tiene tiempo de pasarlo por alto, se nota enseguida”. Además, entiende que una de las mayores desventajas se vincula con los tiempos que se manejan en un espacio en donde se rotan muchas obras y circula mucho material.

En Microteatro, las obras se combinan con comida y bebida. (Foto: Instagram)

Lo más difícil de hacer en Microteatro es emocionar al público. Hacer una obra que no sea una comedia porque con el tiempo que tiene el público de llegar, engancharse, empatizar con los personajes, entender el conflicto y que se termine, es difícil construir eso”, reflexiona Rossi.

¿Hacer Microteatro es rentable?

Según comentó Verónica Mc Loughlin resulta rentable hacer Microteatro, pero depende de la cantidad de público que asista a tus obras. “Eso a veces tiene que ver con el horario o días en que sos programado con la obra”, asegura y agrega: “También depende de cuantas personas sean en el equipo de trabajo, porque se trabaja por cooperativa”. Mc Loughlin comentó que el 70% queda para el equipo de la obra y el 30 para la sala.

En Microteatro se puede elegir entre la sección Golfa y la Central. (Foto: Instagram)

“Las veces que monté una obra, traté de resolver la escenografía y el vestuario evitando tener que incurrir en gastos. Y en general lo logramos. Además, las obras al tener que suceder en espacios reducidos, se pueden ensayar en una casa”, sostiene y confiesa que, muchas veces, las fotos y la gráfica para difusión suelen terminar siendo el mayor gasto.

Para Santángelo, también tiene que ver con la sección o sala en la que les toque. “En nuestro caso fue una recaudación similar a otras obras que yo estaba haciendo en el circuito del teatro independiente, obras que tenían salas con 100 butacas, 80”, recuerda.

Una recopilación de lo que fue octubre en Microteatro. (Video: Instagram)

Además, coincide en que Microteatro se caracteriza por tener una inversión inicial muy baja porque hay pocos gastos en lo que implica la escenografía y el vestuario. “En otra época creo que era más rentable. Si bien ahora uno no se va en rojo, como puede pasar en teatro independiente, para los actores y actrices es un ‘puchito’ más entre otras cosas que hacen”, reconoce Antonela.

Por último, Cloé Galante concuerda en que las gastos iniciales son mucho menores a los de una obra en teatro independiente o el convencional. “Sí te deja una ganancia porque es un lugar que está muy de moda. Pero depende mucho de qué día te toque. Claramente los fines de semana se llena y los días de semana capaz cuesta más”, sostiene Galante.

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