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Las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol argentino: un viejo debate que revive

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El Poder Ejecutivo Nacional reglamentó el Decreto 730/2024 que permite que los clubes adopten una estructura societaria con participación privada

La Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), reglamentada a través del Decreto 730/2024, permite que los clubes en Argentina puedan vender hasta un 49% de su paquete accionario a inversores privados, mientras que los socios conservan el control mayoritario.

El objetivo de la Ley, es atraer capital privado para invertir en infraestructura y mejorar la competitividad deportiva, al mismo tiempo que los socios seguirán decidiendo en los temas estratégicos del club, en especial del fútbol.



El debate Legislativo
sobre las SAD



En el Congreso, el debate sobre las SAD también generó divisiones entre los diputados. Florencia De Sensi, Diputada Nacional del PRO por la Provincia de Buenos, impulsora del proyecto señaló que “la incorporación de inversores privados permitirá profesionalizar la gestión de los clubes y evitar las constantes crisis financieras que sufren, promoviendo transparencia y libertad a la hora de aumentar sus ingresos”.

Por otro lado, desde la oposición, Gustavo Pulti, Diputado Provincial de Unión Por La Patria, se manifestó en contra de la medida, al señalar que “esto solo responde a la ley de la jungla en la que solo hay lugar para lo que da ganancias”, argumentando dicha frase con que ”es difícil pensar un esquema más perverso que aquel que reemplaza los valores de la solidaridad y del encuentro social por los del rédito económico.”



¿Cuál es la postura de la AFA sobre las SAD?

Para entender la postura de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sobre las Sociedades Anónimas Deportivas, es necesario volver a 1998, cuando Mauricio Macri, presidente de Boca en ese momento, presentó ante Julio Grondona y el Comité Ejecutivo de la AFA un proyecto que fue rechazado.

La iniciativa buscaba modificar el Estatuto de la AFA para admitir oficialmente y con marco legal las Sociedades Anónimas Deportivas, un tema que hoy vuelve a estar en la agenda del gobierno.

Julio Humberto Grondona, expresidente de la AFA, conversando con Mauricio Macri, expresidente de la Nación, durante la Copa Mundial de la FIFA 2014


En la actualidad, la AFA continúa manteniendo firme su oposición a las SAD, reafirmando la potestad de su estatuto, en donde prohíbe formar parte de sus torneos a todos aquellos clubes que no se encuentren bajo el marco legal de una Asociación Civil sin fines de lucro, calificando como “genéricos” a los cambios estatutarios que se realizaron a través del Decreto 730/2024.

A pesar de las diferencias, fue tendencia el encuentro entre el presidente de la AFA y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei

Un antecedentes : Blanquiceleste S.A

Uno de los antecedentes más recordados en el fútbol argentino en relación con las SAD es el caso de Racing Club. “Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir”, pronunció la síndica Liliana Ripol en 1999, dejando una frase que se encuentra en un gran repertorio de canciones populares y dando lugar a la intervención del club, cediendo la gestión a Blanquiceleste S.A, empresa que gerenció el fútbol del club con la promesa de sanear su economía y devolverlo a los primeros planos deportivos.

Sin embargo, la experiencia estuvo marcada por constantes conflictos entre los socios y la empresa, acusaciones de mala gestión y falta de transparencia. Si bien Racing obtuvo logros deportivos, como aquel inolvidable campeonato de 2001, la relación con Blanquiceleste S.A culminó en 2008, dejando al club al borde del descenso y un precedente de dudas sobre el modelo de las SAD.

Casos Actuales: Talleres de Córdoba y Estudiantes de La Plata

Hoy en día, aunque no bajo la figura de SAD, existen ejemplos de clubes que han experimentado transformaciones significativas gracias a la inyección de capital privado y una gestión profesionalizada.

Talleres de Córdoba, bajo la presidencia de Andrés Fassi, logró consolidarse como uno de los clubes mejor gestionados del país. Fassi, quien fue vicepresidente del Grupo Pachuca durante casi 30 años, implementó en Talleres una estructura organizativa inspirada en el modelo exitoso del club mexicano, que obtuvo múltiples títulos nacionales e internacionales, incluyendo la Copa Sudamericana en 2006. 



Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba, expresando su apoyo a las SAD junto al Presidente de la Nación, Javier Milei.

Desde que asumió la presidencia de Talleres en 2014, Fassi lideró una transformación significativa, llevando al club del Federal A (tercera categoría) a la Primera División en menos de dos años.

Su gestión se caracteriza por una fuerte apuesta a la infraestructura, el desarrollo de divisiones inferiores y un manejo financiero sostenible. Aunque en 2022 anunció su desvinculación del Grupo Pachuca, sigue aplicando estrategias aprendidas allí y explorando proyectos internacionales vinculados al fútbol.

Cuánto dinero puede recibir un club de fútbol con las SAD

Por otro lado, en noviembre de 2024, Estudiantes de La Plata, bajo la presidencia de Juan Sebastián Verón, firmó un preacuerdo con el empresario estadounidense Foster Gillett para una inversión inicial de aproximadamente 150 millones de dólares. Este acuerdo, que propone una sociedad mixta sin transformar al club en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD), tiene como objetivo potenciar diversas áreas de la institución. 

El preacuerdo debía ser sometido a la Asamblea Extraordinaria de socios para su aprobación definitiva. Se espera que esta se realice en diciembre, permitiendo a los socios evaluar y decidir sobre su implementación. La dirigencia remarcó que, pese a la entrada de capital privado, Estudiantes seguirá funcionando como una asociación civil con el control en manos de sus socios.

El preacuerdo establece una sociedad mixta en la que Foster Gillett aportará una inversión inicial de 150 millones de dólares, con la posibilidad de incrementarse hasta 400 millones en etapas posteriores. Los fondos se destinarán a infraestructura, desarrollo deportivo, fortalecimiento de las divisiones inferiores y adquisición de jugadores de primer nivel para el plantel profesional y profesionalización del fútbol femenino.

En cuanto a los beneficios para el inversor, se encuentra en discusión un contrato de 30 años en el que Gillett recibiría un porcentaje de las ganancias generadas por el club. Aunque los detalles específicos aún están en negociación, se está mencionando que el empresario podría obtener hasta el 80% de las ganancias durante el período contractual. Sin embargo, estos términos deberán ser ratificados y aprobados por los socios en la próxima asamblea.

Estos casos reflejan los dilemas y tensiones que atraviesa el fútbol argentino, en un contexto donde la tradición y la modernidad parecen chocar.

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