A la pregunta, ¿qué se usa este año? podríamos responder con una sola palabra: tecnología. Los wearables, es decir, los accesorios y vestimenta que incorporan tecnología, son lo más visto en las ferias tecnológicas alrededor del mundo.
Smarty Ring. Foto de Smarty Ring. |
La tecnología siempre se dedicó a simplificar la vida cotidiana de las personas. Ahora, la tendencia es utilizar ese concepto de simplificar para el acto más cotidiano: vestirnos. Y todo esto es posible por los avances que vienen dándose en cuestiones de tamaños. La periodista de ComputerHoy.com Ana Muñoz de Frutos, adjudica esta tendencia a una simple razón: la reducción de tamaño. “La investigación y desarrollo utilizado en los wearables pasa por un trayecto que casi todo el mundo de la tecnología ha tocado en algún momento: la reducción de tamaño” afirma.
Como en el 99.99% de los aspectos tecnológicos, Apple y Google fueron precursores en cuanto a wearables. Por su parte, Apple desarrolló y lanzó este año el Apple Watch, un reloj inteligente que se conecta con el IPhone y nos permite recibir llamadas, mensajes y manejar nuestro celular desde la muñeca. Además, cuenta con varios diseños, deportivos y elegantes. Si bien los precios son algo exorbitantes para un reloj, tuvo buena respuesta en el mercado.
En el caso de la multinacional Google, lanzó en el año 2012, sus anteojos inteligentes conocidos como Google Glass. Fueron lanzados con toda la pompa que merece un adelanto tecnológico tal. Sin embargo, la respuesta no fue la esperada y los Google Glass no impactaron en el público masivo.
Según Ana Muñoz, “la gente adoptará los wearables en su vida cotidiana el día en que los fabricantes le pillen el truco a la relación calidad-precio”. El Apple Watch, por ejemplo, tiene precios que van desde los 350 dólares hasta los 10000 dólares en su versión de oro. “No tiene mucho sentido poner un precio de 10000 dólares a un reloj inteligente que va a quedar obsoleto en un par de años” asegura la especialista.
Más allá de los gigantes tecnológicos, otras empresas también se decidieron por innovar en la tecnología wearable. Aquí algunos ejemplos:
Corpiño inteligente
Victoria’s Secret, conocida marca de ropa interior femenina, desarrolló un corpiño deportivo que tiene sus propios electrodos. Se conecta con el smartphone y mide el ritmo cardíaco a medida que uno corre o hace actividad física.
Tago Arc
Tago Arc, la pulsera inteligente. Foto de LIBER8 |
Es una pulsera desarrollada con tinta electrónica (aquella que se usa en los e-books) y que nos permite cambiar el diseño desde nuestro smartphone. Descargamos la aplicación de la pulsera y se conecta por bluetooth con nuestro dispositivo. Hay más de cien diseños disponibles.
En esta misma línea, iShüu Technologies desarrolló unos zapatos inteligentes, que cambian el diseño al conectarse con nuestro celular.
Elektra Nails
Presentadas en el CES de Las Vegas del año pasado, estas uñas postizas te permitirán usar todos los dispositivos móviles no con la yema de tus dedos sino con tus uñas. Resultará una herramienta muy útil para diseñadores ya que les permitirá dibujar con mayor precisión en sus dispositivos.
Para los lectores
“En mi opinión, el wearable más raro de todos es uno que se llama Sensory Fiction, un libro interactivo que permite experimentar las sensaciones de los personajes” cuenta Ana Muñoz. Fue creado por cuatro estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachussets y permite transmitir sensaciones a través de un traje con sensores. Así lo explicaba la periodista de ComputerHoy.com: “El traje tiene unos motores capaces de imitar las emociones de los personajes. Así, si en la historia hace frío, el lector sentirá el frío”.
Accesorios tech
Smarty Ring es un anillo que además de tener un bonito diseño, controla desde la distancia, distintas funciones de nuestro smartphone.
La firma CSR, en conjunto con la boutique neoyorkina Cellini, diseñaron un collar con luces LED compatible con el centro de notificaciones IOS, el sistema operativo de Apple.
Además, permite cambiar el color de la luz LED para combinar con el look del portador.
La discusión que se plantea es si realmente estos accesorios son aplicables a la vida cotidiana del común de la gente o si son artefactos demasiado exclusivos. “Un tema por mejorar es el diseño, ya que una prenda inteligente une dos mundos: moda y tecnología. Si uno de los dos cojea… no tendrá éxito” explica Muñoz, especialista en tendencias de la moda y la tecnología.
Y es que muchas veces sucede así, la tecnología avanza más de lo que avanza la capacidad del ser humano de asimilarla. Sin embargo, todos los expertos pronostican que los wearables serán, a futuro, un hecho en nuestra vida cotidiana. Aunque deberán mejorar para adaptarse a la realidad humana. ¿O tendremos que adaptarnos nosotros?