
Florida, la mítica calle peatonal porteña fue el centro de compras emblemático de Buenos Aires, desde Rivadavia hasta Plaza San Martín, la geografía de sus comercios cambiaba pero sin perder atractivo y tránsito multitudinario.
El auge de otros centros comerciales en Palermo, Recoleta y Belgrano, además de las fluctuaciones del tipo de cambio que provocaron una merma del turismo este año hio que fuera perdiendo su magia. Florida ya no es el faro del comercio y el turismo en la ciudaad de Buenos Aires.
La calle Florida, que se extiende entre Avenida Rivadavia y Marcelo Torcuato de Alvear, se encuentra en el epicentro de la actividad porteña, y es reconocida históricamente por su afluencia de personas durante el día y la variedad de locales comerciales a lo largo y ancho de sus 10 cuadras de extensión.
Si alguien gusta caminar en un día de semana, se encontrará con decenas de personas en plan laboral y con locales comerciales prácticamente sin excepción en toda la calle, de gastronomía, de indumentaria y muchos de souvenirs para extranjeros.

En el centro de la calle, calle por la cual no transitan vehículos, hay a su vez puestos de venta, cuya mercancía se basa en productos relacionados a la cultura argentina, desde camisetas de Boca, River o la selección nacional, hasta cuadros y pines del Partido Justicialista o la Unión Cívica Radical. T
ambién están los famosos “arbolitos”, que como explica una experimentada vendedora que trabaja en Florida desde la década del 80, “están desde siempre”, refiriéndose a estas personas que compran y venden dólares, y que al grito de “cambio”, se encuentran a lo largo de toda Florida.
Además de todo este torrente de personas y locales de ventas, hay galerías internas, como la de Güemes o Pacífico, donde se puede encontrar variedad de objetos y tecnología.
A pesar de los arbolitos, y de su ventaja estratégica en cuanto a su ubicación en la capital (microcentro), muchos vendedores se encuentran preocupados por la caída de demanda en la zona.
Diego, un hombre que ronda los 50 años, de pelo canoso y nariz pronunciada, trabajador del negocio Tituca; afirma que en la última década decayó mucho la venta en Florida: “Se mantiene principalmente por el turismo extranjero, que viene por la fama del barrio, pero el turismo interno hoy prefiere otras zonas como Palermo o Recoleta, por el comercio digital o los shoppings”.

Un vendedor treintañero de pelo y piel moreno, del local Zangla, pero con ya 8 años de experiencia, Alexis, agrega que la zona “de trabajo” a su alrededor no beneficia mucho a las ventas, además de que el empleo remoto afecta aún más la demanda onal.
La vendedora del local Primus, mujer de 66 años, de pelo rojo oscuro y arrugas en su cara, nota una constante caída de demanda en Florida desde hace varios años: “cada vez peor, se igualó todo para abajo como el país. Antes era nivel venir acá, ahora ya no”. Resalta que, a pesar de que la pandemia profundizó todo, “antes ya venía en caída”.
Menciona la pérdida de poder adquisitivo y la falta de inversión en el barrio como algunos factores. “Esto se mantuvo por la zona de bancos y centrales de empresas, pero ya es muy caro hasta para los turistas extranjeros. Espero que esto no siga así porque nos fundimos”, concluye.
Cuánto cuesta un local en patonal florida
Alquilar un local de 40 metros cuadrados en calle Florida puede costar unos 500 dólares. Pero si se quiere ir a un espacio más grande y mása cercano a avenida Santa Fe, los precios crecen exponencialmente y puede llegar a superar los 5.000 dólares.
Por otra parte, algunos empleados más jóvenes, tanto de edad como de trayectoria de trabajo en calle Florida; no tienen una perspectiva negativa del presente de la mencionada calle. “Hay muchísima demanda en los últimos años”, afirma Ricardo, que empezó a trabajar en Equus en el año 2020.

“Pensábamos que después de la pandemia la calle Florida no iba a funcionar más pero es salir y mirar a la calle y ver la cantidad de gente que afluye”, comenta el espigado empleado de pelo y bigote grises de Equus, que al mismo tiempo admite que no entiende el porqué de la alta demanda: “N ose qué se ha fomentado con el turismo pero hay mucho europeo y brasilero que consume los fin de semanas. En la semana son todos locales”.
Otros empleados de menor experiencia en la zona, como lo son los veinteañeros Dana, empleada de Grazia (3 años de experiencia), y Brandon (1 año laburando en Florida), de la marca deportiva Reebok; coinciden en que las ventas están en decaída. “Desde que asumió Milei hay muy poco turismo”, declara Dana, que especifica que sus demandantes número uno son los oficinistas.
Brandon, por su parte, argumenta que la inflación y que: “al turista no le conviene el cambio del dólar”, son grandes obstáculos para el mercado. Tanto Brandon como Dana, comparten que, a pesar de la emergente competencia en Palermo, “Florida sigue teniendo un peso importante” aunque los números no acompañen