El economista, elegido con el 56% de los votos el 19 de noviembre, comenzó su gestión de gobierno. Qué prometió en el discurso en las escalinatas del Congreso Nacional.
Javier Milei comenzó su mandato de cuatro años como presidente de Argentina el 10 de diciembre. Tras recibir el bastón presidencial por parte del presidente saliente, Milei se dirigió a las escalinatas del Congreso Nacional y dio su primer discurso presidencial, donde describió de manera cruda y directa lo que él considera “la peor herencia económica de la historia”.
En el discurso, que duró un poco más de 30 minutos, hizo un diagnóstico contundente sobre la situación económica. Alertó sobre el inminente peligro de hiperinflación y reafirmó su compromiso con un “ajuste de shock”, anticipando una fase de deterioro económico a corto plazo, aunque aseguró que “habrá luz al final del túnel”.
Milei asume la presidencia en medio de una inflación anual que supera el 140% y una tasa de pobreza que excede el 40%. Para hacer frente a esta crisis, propuso medidas que incluyen recortes significativos en el gasto público, la disminución del tamaño del Estado y la liberalización de precios. Aseguró que hará todo lo necesario para evitar una hiperinflación.
“No hay plata”, la frase de Milei
“Lamentablemente, tengo que decírselos de nuevo, no hay plata. La conclusión es que no hay alternativa al ajuste, y no hay alternativa al shock”, ratificó. Delante de él, los miles de argentinos que presenciaban su discurso coreaban su nombre y aplaudían sus dichos.
En un momento específico, hizo referencia a los “piqueteros”. Declaró que a partir de ese momento, aquellos que corten las calles violando los derechos de los conciudadanos no contarán con el respaldo del Estado, es decir, “el que corta no cobra”.
No obstante, también expresó que recibirá con los brazos abiertos a todos los líderes políticos, sindicales y empresariales que deseen unirse a la construcción de la nueva Argentina. En relación con la clase política del país, afirmó que no tienen la intención de perseguir a nadie, ni de saldar viejas disputas ni de debatir sobre espacios de poder.
La invocación para una Argentina de pie
Ya sobre el final del discurso, Milei aseguró: “El desafío que tenemos por delante es titánico pero estoy convencido de que vamos a salir adelante. Porque la victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo. Que Dios bendiga a la República Argentina”.
Al grito de “Viva la libertad carajo”, el flamante nuevo presidente terminaba su primer discurso presidencial. “A ponerse de pie que vamos a salir”, aseguraba. Minutos después, abordaba un vehículo Mercedes Benz descapotable negro, donde se iba a dirigir a la Casa Rosada, acompañado por su hermana, Karina Milei, a tomar juramento a su futuro gabinete.
Luego de abandonar el Congreso, seguidores de Javier Milei, de manera espontánea, recolectaron basura, papeles y otros desechos, dejando la plaza impecable.
