La catástrofe sanitaria obligó a cambiar drásticamente las estrategias laborales. Nuevos desempleados y jóvenes profesionales llevaron la delantera y crearon sus propias opciones de empleo. Un ejemplo claro lo dan las o los modelos que ya no viven únicamente de las pasarelas o la publicidad tradicional, ahora Instagram aparece como un espacio privilegiado para emprendedores del mundo de la moda.
“Hoy en día puedo vivir trabajando diariamente como modelo, creadora de contenido y productora gracias a Instagram. Mi perfil de esta red social es mi currículum, ahí las marcas y productores pueden ver mis trabajos y experiencia en este ámbito laboral, pueden observar el estilo de fotos que hago y el de las marcas con las que trabajo”, relata Celine Von Leers, una suerte de microemprendedora con relación de dependencia, perfil que va ganando adeptos especialmente entre jóvenes profesionales.
“Mi primer trabajo gracias a Instagram fue en 2017 para una marca de indumentaria femenina, We Are Velvet. Hasta ese entonces yo había hecho algunas fotos profesionales con amigas fotógrafas por “diversión”, siempre fue algo que me gustó y llamó la atención. Esta marca al ver mi contenido y gustarle me contactó por mensaje directo de Instagram y arreglamos fecha y lugar. Como cualquier trabajo uno se tiene que ganar el conocido “derecho de piso’’ y mi remuneración fue un canje: me daban ropa de su marca a cambio de mis horas de trabajo”, recuerda Celine. El mundo de las marcas o showrooms se caracterizaba hasta hace pocos años por emplear modelos con experiencia y cierta exposición pública, había pocas modelos freelance. Gracias a esta primera incursión, Celine fue contactada por otras empresas y puedo realizar sus producciones al menos una vez al mes y pactar su cachet por hora o una cantidad mínima de prendas de canje. Durante 2018 y 2019 las producciones aumentaron pero todavía los ingresos eran magros y continuaba aceptando los canjes.
Un nuevo escenario
En 2020 las producciones de fotografía dejaron de realizarse, surgieron nuevos emprendimientos y creció muchísimo la venta online.”La Argentina se convirtió en el país que registró mayor crecimiento a nivel global, con un incremento anual del 79% en sus ventas online”, aseguró Gonzalo Latugaye, director de Tienda Nube en una entrevista realizada por el portal Iproup. “Incluso durante el primer semestre de 2020, 9 de cada 10 argentinos realizaron al menos una compra online y, además, 1 de cada 10 personas lo hizo por primera vez durante la pandemia. En este sentido, el segmento que más ventas captó fue indumentaria con 46%, lo cual demuestra la importancia de esta industria en el e-commerce”, continúa la misma nota del portal. “Otras de las cifras que arroja el estudio es el de las redes sociales para comerciar, las cuales mostraron ser grandes aliados para vender por internet: del total de las ventas realizadas, el 34% se concretó por redes sociales, mientras que el resto por otros canales de venta. Del total de estas ventas, Instagram se llevó el 87% mientras que Facebook completa el total con el 13%”, concluyó.
Con este crecimiento las marcas, a pesar de estar en cuarentena, continuaron vendiendo online y necesitaron fotos para mostrar sus productos. “Así es como se contactaron conmigo y con muchas modelos más que empezamos a hacer contenido desde nuestras casas, de ahí nacen los/as generadore/as de contenido o más conocidos como content creators”, retoma su relato Celine.
Esquema de trabajo
- Celine enumera los pasos que debe seguir para redondear una operación comercial:
- La marca envía por moto, correo o mensajería la ropa a su domicilio
- Se pauta qué tipo de fotos se van a publicar: estilo de poses, fondos, fotos de producto etc.
- Produccion fotográfica y/o videos con celular.
- Entrega del material editado o en crudo vía we transfer, drive, etc.
- Cobranza.
- La empresa retira la ropa.
“De esta forma no había contacto con nadie que podría causar el contagio de COVID y pude continuar trabajando en pandemia y desde mi casa, comencé a trabajar con muchas marcas y a hacer contenido diariamente porque no había muchas chicas que trabajaran de manera independiente, así fue como tuve un gran crecimiento haciéndome conocida y más visible en el ambiente como modelo y generadora de contenido. En este formato continuo trabajando hasta el día de hoy”, se entusiasma Celine.
A mediados de 2020 las restricciones empezaron a suavizarse y las producciones volvieron. Gracias a la visibilidad que Celine tuvo durante la cuarentena, en varios perfiles de distintas marcas, comenzaron a contactarla fotógrafos y productores. “Así fue como pude empezar a vivir de lo que me gusta y trabajar diariamente gracias a Instagram, suelo tener entre 1 a 3 producciones por día, tanto desde mi casa como en exteriores. Al ser freelance, mi agenda, mi sueldo, mis horarios los organizo yo“, destaca.
Suben los ingresos
Las condiciones actuales de Celine varían aunque predomina la tarifa por hora. “Cada una le pone precio acorde a lo que ella crea que vale su tiempo y yo por ejemplo cobro también los viáticos y el maquillaje si no hay maquilladora. Obviamente siempre existen menores y mayores sueldos pero yo creo que la mayoría no cobra menos de $1000 la hora y hasta $4000. Existen chicas que aceptan canje, como yo al principio de mi carrera laboral, y otras que cobran mucho más ya que son conocidas. Yo dejé de cobrar mi trabajo por canje ya que no me era rentable para vivir, solo acepto canje a cambio de alguna publicación en mis redes o a menos que sea algo que me guste y quiera”, asegura.
Pero no solo de producciones vive la modelo y emprendedora y describe otras actividades: “Gracias a mi trabajo pude relacionarme y hacerme amiga con un montón de personas, desde dueños de marcas, fotógrafos, productores, maquilladores y modelos, los cuales también fueron buenos contactos a la hora de seguir aumentando trabajos con nuevas marcas”.
He pasado por una gran diversidad de marcas, en su mayoría de ropa femenina, puede ser con una impronta más juvenil o más de adulta, también trabajé con marcas gastronómicas, de calzado, de cuadernos, carteras y hasta de almohadas. También he llegado a trabajar con marcas de otros países de Latinoamérica como Perú y Chile.
Desde que comencé a trabajar en este rubro siempre me interesó el rol de los productores. Los productores son aquellos que se encargan de organizar y llevar a cabo la producción de fotografía. Contratan la/s o lo/s modelos, al fotógrafo, a la maquilladora, escoge el lugar en donde se va realizar, elije la impronta, lo que quiere comunicar, son los encargados de comprar, conseguir y llevar todos los elementos extras necesarios, son los que coordinan con todos y los que una vez en la producción, la dirigen.
A partir del año pasado tuve el espacio de trabajar como productora para dos marcas y una agencia de fotografía. La primera marca es Filum, una marca mayorista que se encuentra en el barrio de flores. En esa marca mi trabajo era la creación de contenido, conmigo y con otras modelos, acordar presupuesto, el lugar, el día, estilo, looks y trabajo a realizar. La segunda marca se llama Mischalka, es una marca fabricante y revendedora minorista. Al igual que en Filum está a mi cargo el contenido de la marca. Ambas dos me pagan mensualmente y voy una vez por semana aproximadamente. Las producciones realizadas con la agencia de fotografía fueron aisladas, es decir una contratación de una vez para una producción en especial.
Diferencias entre influencers, modelos y generadores de contenido
El influencer es una persona que tiene muchos seguidores en las redes sociales, puede haber influencers de distintos rubros: moda, deportes, arte, cocina, etc. En general trabajan a través de las redes sociales mediante su perfil. Las marcas les envían sus productos y les pagan a cambio de que suban una publicación o una historia en su cuenta. La idea es llegar es a sus seguidores para ver el producto..
Por otro lado se encuentra el/la modelo que puede trabajar en forma independiente o ser parte de una agencia, puede contratarlo una marca para hacer una producción fotográfica o un desfile de modas. El trabajo de la/el modelo sería posar o desfilar.
Y por último el generador/a de contenido, que crea el contenido, las marcas los contratan, les envían la ropa y ellos se encargan del estilismo, fotografía, lugar y poses. Puede ser influencer, puede ser modelo, pero no necesariamente.