Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerca de 1,3 millones de personas mueren anualmente en el mundo por esta causa y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales como consecuencia de estos.
La pandemia también ha repercutido en la movilidad de las personas; sobre todo por las restricciones en el transporte público, y es por eso, que se puede ver como una oportunidad de cambio al abrir la posibilidad de avanzar hacia una movilidad sostenible y segura con el uso de la bicicleta. Durante 2020 se registraron 82 víctimas fatales a causa de un siniestro vial en la Ciudad de Buenos Aires, lo que representa respecto al año anterior 20% menos de fallecidos. Luego de cumplir el compromiso de gobierno y reducir más del 30% las víctimas fatales comparado con la línea de base, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires redobla sus esfuerzos y presenta su segundo Plan de Seguridad Vial con la meta a 10 años de reducir 50% las muertes por siniestros fatales para 2030.
Si bien el aislamiento social permitió en los inicios bajar la tasa de siniestros viales, a medida que se relajan las restricciones a la movilidad, el número de incidentes viales parece incrementarse y nuevas medidas preventivas se hacen necesarias para controlar este mal que nos aqueja.
En el comienzo de la pandemia, con el establecimiento del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, la circulación de vehículos en el país cayó un 90%, subiendo luego en los meses siguientes, pero sin alcanzar los niveles previos. Durante los momentos de mayor restricción de la movilidad, la baja en la cantidad de siniestros permitió liberar camas de terapia intensiva y para que éstas puedan ser utilizadas por pacientes con coronavirus. Los meses con mayor cantidad de casos fatales fueron Enero, Febrero, Noviembre y Diciembre; períodos en los cuales no hubo ASPO y se presentó una mayor cantidad de vecinos en las calles. Pero, por otro lado, durante los meses que se extendió el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, se registraron incidentes viales que tuvieron que ver con el exceso de velocidad y se sumó el uso de bicicletas y circulación de peatones.
8 de cada 10 víctimas fatales son de sexo masculino y el 54% tienen entre 25 y 54 años ( datos del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV)
La situación en Argentina
En el caso de la Argentina, según los datos del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) durante la pandemia se registraron 82 víctimas fatales en un lapso de 7 días. Si queremos trazar un perfil sociodemográfico, queda en evidencia que 8 de cada 10 víctimas fatales fueron de sexo masculino y el 54% tenían entre 25 y 54 años de edad. En relación al tipo de usuario de la vía fallecido, la mayoría fueron peatones (43%) seguidos por los motociclistas (35%) y ocupantes de automóvil (16%).
Noemi Cardozo es Presidenta de la Organización “Malditas Picadas” quienes llevan a cabo distintas iniciativas y acciones de concientización para la prevención de hechos viales. Además, es madre de víctima de una picada callejera y afirma: “El problema es que, la persona que va al supermercado, o la que lleva al colegio a su hijo, lo sube a la bicicleta, como medio de transporte, pero no deja de ser un peatón. Entonces se mete en contramano, se sube a una vereda, se pone en los lugares ciegos de los autos, no usan casco. Esto hace que haya más siniestros graves”.
“La palabra accidente, es algo fortuito, algo que uno puede evitar, que corrió sin que yo pudiera haber hecho nada al respecto. En los siniestros viales casi un 99% está involucrado en un error humano”
Por otra parte, los motociclistas, los principales encargados de hacer los deliveys, representan el 44,5% de las víctimas fatales por la siniestralidad vial ocurrida en el país (datos año 2018) y que durante la fase 1 del aislamiento, esta alta proporción se incrementó: el 51% de las víctimas fatales entre abril y septiembre del corriente año fueron ocupantes de motos.
Si bien en comparación con la moto el porcentaje de víctimas fatales anuales en los ciclistas es considerablemente más bajo (3,9%), sí son preocupantes las cifras en cuanto al uso de elementos de seguridad vial y comportamientos de riesgo: sólo el 8,3% de los ciclistas en Argentina utiliza el casco y un 40%, según datos observacionales, cruza el semáforo en rojo.
Por otra parte, Diego Hernan Dieguez Ontiveros, abogado, criminólogo y consultor político en materia de Seguridad Ciudadana, desde su experiencia, sostiene que los desequilibrios emocionales de la pandemia también contribuyen al mal manejo. No obstante, se siguen repitiendo los mismos parámetros de negligencia y actitudes criminales anteriores a la pandemia. “Los siniestros de tránsito tienen su origen en el exceso de velocidad, la ingesta de alcohol y estupefacientes, las carreras de autos en la vía pública y también en desaprensiones de los peatones que cruzan distraídos o usando el celular” explica el especialista.
“Las malas condiciones de calles y autopistas contribuyen a las malas maniobras asimismo como la constante transgresión de conductores de no respetar las normas de tránsito”
Se dice que el aspecto positivo de la pandemia ha sido el de invitarnos a la reflexión, a pensar en cambiar prácticas que atentan contra la humanidad, y en imaginar un mundo que apuesta el desarrollo sostenible. Sin embrago, los números nos indican que en el caso de los siniestros viales sin policías de concientización y medidas preventivas, el flagelo continua amenazante llevándose miles de vidas todos los años y para esto no hay cura ni vacuna.