La ley de la Constitución Nacional establece que la Ciudad de Buenos Aires está obligada a ocupar personas con discapacidad en una proporción no menor del 5% en la totalidad de su personal.
A nivel nacional, los últimos datos disponibles son del censo del 2010; en ese entonces, menos de la mitad de las personas discapacitadas en edad laboral trabajaban y sólo unas 1.800 personas con alguna discapacidad estaban inmersas en la función pública. Más de 10 mil personas no accedían a un empleo y la ley de inclusión laboral está lejos de cumplirse.
Desde Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS) aseguran que no es un tema resuelto.
“Todavía falta llegar al cupo”, afirma Fernanda Albamonte, Gerente Operativa de Promoción de Empleos para Personas con Discapacidad de la institución que busca promover la inclusión laboral, educativa, social y comunitaria.
Y agrega: “Nosotros trabajamos con una modalidad que se llama ´Empleo con Apoyo´ y estamos alineados a una Convención de Tratados de Derechos Humanos, es decir que las personas con discapacidad tienen que trabajar en los mismos espacios, en los mismos entornos, que cualquier persona sin discapacidad y tienen que estar incluidos en un empleo competitivo. Esto significa que las personas con discapacidad pueden trabajan”.
En ese sentido trabaja Buenas Manos, una empresa que nació en 2011 con el proyecto de masajes realizados por personas con discapacidad visual a empleados de empresas y que busca ampliar la concepción de que las personas discapacitadas pueden trabajar. “Yo trabaje diez años en discapacidad en el Estado. El tema con la ley de cupo es que no hay una medición certera de lo que se cumple y lo que no. A simple vista se ve que no se llega al 4%. El principal problema es que no existen datos específicos a nivel país de personas con discapacidad”, señala Constanza Carcanella, responsable de Desarrollo Institucional.
La organización tiene diferentes proyectos y todos están liderados por una persona discapacitada: “Con los proyectos damos el primer paso a la inclusión laboral pero no necesariamente implica que las empresas contraten personas. Nosotros trabajamos la fidelización de la empresa desde la concientización”, explica Constanza.
La inclusión laboral sigue siendo un tema a solucionar. Lo importante es promover conciencia social en la sociedad para entender que las personas discapacitadas deben estar en igualdad de condiciones.