David Rieff, hijo de la célebre Susan Sontag y experto en intervenciones humanitarias frente a tragedias, visita Buenos Aires con frecuencia. Responde con acidez sobre los partidos políticos de extrema, el fanatismo del Islam y el futuro de Marine Le Pen y Hillary Clinton como posibles presidentes de sus países. Llega puntual al pequeño café Martinique de Recoleta. Se acerca sin titubeos y, con sus reflejos de periodista, lo primero que le genera intriga es el libro que descansa sobre el borde de la mesa: Historia del dinero de Alan Pauls. “Ah sí, leí un libro de él, pero no ese, ¿es bueno?”. David Rieff deslumbra por su capacidad de dialogar básicamente sobre todo. Durante el encuentro, compara los populismos latinoamericanos y europeos, se detiene en la extrema derecha francesa y en la crisis del Islam, sin dejar de lado la política y las intervenciones militares de los Estados Unidos.
David Rieff es licenciado en Historia por la Universidad de Princeton y actualmente dicta cursos sobre intervención humanitaria y relaciones internacionales en el Instituto de Estudios Políticos de Paris (Sciences Po). Es miembro de The New York Institute for the Humanities y del World Policy Institute, un espacio en el que académicos de diferentes disciplinas y con distintas áreas de experiencia reflexionan sobre los desafíos de un mundo interdependiente.
Es el autor de una decena de libros como Una cama para una noche: el humanitarismo en crisis (2002), El matadero: Bosnia y el fracaso de Occidente (2008) y Un mar de muerte: recuerdos de un hijo (2008) donde cuenta los dolorosos últimos meses de vida de su madre, la periodista y escritora Susan Sontag que falleció en 2005. Ex-corresponsal de guerra, jamás dejó el oficio y colabora con varios medios importantes como El New York Times, El País, Le Monde, entre otros.
CincoWeb: ¿Cuáles son los elementos que permiten el crecimiento de los partidos de extrema, tanto de derecha como de izquierda, en Europa?
David Rieff: Europa es algo muy complicado en estos momentos. Había un consenso europeo, digamos, las personas que administraron la Unión Europea tuvieron la idea de una Europa rica y moral pero la moral es mucho más fácil en períodos de prosperidad económica pero ahora se endurece. Y las personas no saben qué hacer exactamente. Además tengo la impresión, tengo más que la impresión, tengo la certeza de que el proyecto europeo tenía un aspecto público y un aspecto oculto. El aspecto público es la Europa del consenso, de la moral. Pero el proyecto europeo oculto es facilitar el desarrollo del capitalismo. Ahora hay muchas personas que se dicen “mierda, esto no me sirve”. Las personas se preguntan ¿hicimos esto para que nuestro nivel de vida baje porque es necesario que el euro sea una moneda fuerte.? No son esclavos, tienen que pensar que su sistema les sirve. Y entonces aparece el FN o Syriza o Podemos.
5W: ¿Podemos comparar el populismo latinoamericano con los partidos emergentes en Europa?
DR: En un sentido sí, los programas se rozan en algunos puntos. Pero en definitiva, los populismos en América Latina existen dentro de un contexto muy diferente ya que los niveles de desigualdad son mucho mayores, más graves y extremos que en Europa. ¿Acaso es posible comparar la situación de una persona que vota por Teresa Rodríguez en Podemos y alguien que se considera a favor de Maduro o de Evo Morales?
La única excepción para mí, es Brasil. Podemos decir que en un sentido, el ascenso de Lula y de Dilma se parece más a la situación europea porque se trata de un partido que se desempeña en un contexto tradicional político pero que insiste con algunos cambios.
Acá es diferente porque el populismo argentino, el peronismo, está en el seno de este país desde la segunda mitad del siglo XX. Es como el chiste de Perón cuando le decían que la situación era caótica porque todos se peleaban y nadie se ponía de acuerdo y él respondía: “¡Pero somos todos peronistas!”.
Se trata entonces de tendencias diferentes porque en Latinoamérica los partidos se construyen sobre una base de profunda desigualdad. En Europa no existe esta tradición mientras que la encontramos en varios países latinoamericanos, Argentina siendo el más extremo. El ascenso de Podemos se explica por una crisis muy grave en España en un sentido en el que hacía falta algo más que el PSOE.
5W: En una entrevista con Le Monde dijo que no descartaba la posibilidad de que Marine Le Pen gane las presidenciales en 2017 ¿por qué?
DR: Probablemente es el personaje político mejor dotado hoy en día. Tiene un verdadero talento político, un verdadero carisma, es fuerte, sabe administrar. Si la comparamos con los mediocres como Hollande o Sarkozy, es muy capaz, es talentosa. No digo que coincido con ella, hablo desde un punto de vista analítico: es un gran personaje político en el sentido de Max Weber, en el sentido del carisma. Además, l’UMP [Union pour un Mouvement Populaire] (o cual sea el nombre que vayan a darle ahora, ya no sé), esta centro-derecha está siendo administrada por un tipo que tiene problemas con la justicia [Nicolas Sarkozy]. Y por otra parte tenemos un Partido Socialista que no tiene ni principios ni grandes jefes. La naturaleza detesta los vacíos, entonces hay que llenarlos con algo. Claro que hay tipos de izquierda como Mélonchon sobre todo, pero no aparece mucho. Es como decimos en francés, “une fausse bonne idée” (una buena idea falsa).
A mi me interesan los análisis. El hecho de que yo deteste a Marine Le Pen no cambia absolutamente nada. Me parece posible que gane las elecciones. Sin embargo, hay importantes razones para poner en duda el triunfo de un personaje político como Marine Le Pen. Para empezar su propio partido tiene problemas: el padre que está loco es un verdadero facho a la antigua. También es muy factible que Sarkozy le robe las ideas claves al Front National sin ponerse de acuerdo con ellos en un sentido práctico: el bloqueo de los inmigrantes, la posición escéptica en relación con el euro, los intereses de Francia como principio de acción en el contexto Bruselas. Por último, también está el hecho de que el gran capitalismo francés es absolutamente anti-FN: ellos están a favor de la inmigración porque es la mano de obra. En todos los países, los grandes capitalismos “docilizaron” las reglas de inmigración. Entonces tiene dificultades.
5W: ¿Podemos decir que el concepto de jihad está, en cierto modo, desviandose del Islam?
DR: Está claro que mucha gente tiene una comprensión limitada del Islam. Por ejemplo, todos esos pequeños canallas que se convirtieron en dos segundos y se declaran soldados del profeta, eso no es el Islam, es un culto a la muerte. Lo sorprendente es que atrae a muchos blancos que, en realidad, se convierten al jihadismo, a este idioma de la muerte, y no al Islam. Yo pienso que en un contexto europeo, en Estados Unidos, en Australia, en los países de la inmigración, el fanatismo, el amor por la muerte se manifiesta en un contexto de un Islam mal digerido. Pensemos en Latinoamérica, ¿acaso la violencia del Islam es más cruel que la de los narcos de México? No. Muchos de estos jóvenes, si hubieran nacido en Juarez o en Guadalajara, se hubiesen convertido en soldaditos de los narcos. Es básicamente lo mismo. Aún así, la Jihad es un concepto muy minoritario.
5W: Siempre fue muy crítico de la administración de Obama, ¿qué piensa de Hillary Clinton?
DR: Es el deber de cada administración generar nostalgia en sus predecesores. Me imagino que cuando Hillary sea presidente, pensaré con nostalgia en Obama. Hizo buenas cosas pero podría haber hecho mucho más. Ella es mucho más profesional, más capaz; con Obama eligieron a un tipo que no tenía experiencia. Falló en muchos aspectos por esa falta de conocimiento político. Además, no quería que la gente le tuviera miedo y eso es esencial. No supo, o no quiso hacerlo, quizá sea un tipo muy gentil, muy civilizado. Hay que tener salvajes en el gobierno si no, no lográs hacer nada, como Obama. Es un trabajo muy difícil, no es para los idealistas. Hay que ser un turro, y Obama no es un verdadero turro. Hillary es una turra, sabe muy bien como hacer para que la gente le tema. Concuerdo mucho menos con ella que con Obama, en cuanto a sus ideas políticas; Hillary está mucho más a la derecha que Obama. Sobre algunos aspectos va a ser un desastre, como por ejemplo el Medio Oriente, va a ser una catástrofe. Ella ama las guerras. Voy a tener mucho menos pesar en detestar a Hillary que a Obama. Él es un buen tipo, en cambio ella, [se detiene un instante y suspira] los Clinton son una mafia.