¿Pensar en el surgimiento de una nueva industria de moda compuesta por el Storytelling? Claro que sí. La segunda edición del Buenos Aires Fashion Film nos demuestra cómo combinar y crear cine, teatro, música, poesía y publicidad, todo en un mismo formato.
Fueron 32 films –de 320 participantes- los elegidos para componer el festival que concursaron en 12 categorías: Idea/Guión, Edición, Música, Makeup & Hair, Dirección de Arte, Dirección de Fotografía, Artista Emergente, Estilismo, Interpretación, Premio del público, Fashion Film Nacional y Mejor Fashion Film.
El evento se realizó del 4 al 6 de abril en el Auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes sobre la Avenida Figueroa Alcorta, donde cineastas, artistas y actores locales referentes a la industria participaron como jurado.
La presencia del director español Toño Cabanelas hizo del evento algo único y novedoso. La audiencia pudo disfrutar de sus primeros films producidos en realidad virtual con la implementación de gafas 3D elaboradas por teléfonos Samsung.
Otra visita destacada fue la de Diego Radivoy, director general de industrias creativas GCBA, quien añadió: “Desde el gobierno pensamos que la moda debe invadir más áreas. Sería lindo imaginarse una semana de la moda, por ejemplo, en el Malba con diseñadores de prestigio y gran participación como fue la exposición de Testino”.
Diseñadores exclusivos del país participaron y compartieron su opinión acerca de esta nueva modalidad. “El film, más que una imagen linda, cuenta el espíritu de la colección. Cuenta el tema y el momento de inspiración en el que nos encontramos los diseñadores”, aseguró el diseñador Ricky Sarkany.
Como Best Fashion Film se eligió la producción de Gran Bretaña “He, She, Me” de Kathryn Ferguson y Alex Turvey para Selfridges. Luego, Mercedes Benz se encargó de premiar, con el financiamiento de una nueva película, al argentino, Julio Fermepin, quien ganó como Best Art Director.
Cabe destacar que la iniciativa por promocionar, gratificar y reconocer los mejores films nacionales e internacionales se dio gracias a la alianza con el Berlín Fashion Film Festival, que permitió la proyección de las películas.