Exactamente un año atrás, en junio de 2018, cualquier persona que apoyara su Sube en los molinetes del subte porteño iba a ver que el pasaje salía $7,5. Un año después, el costo es muy diferente: $19. Este último aumento había sido propuesto por Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) a mediados de marzo de este año.
Si bien los incrementos se pueden adjudicar a distintos factores, el ministro de transportes, Guillermo Dietrich, señaló que “este es el aumento que nosotros hoy consideramos necesario para mantener la calidad de servicio”. Además, desde el ministerio también afirmaron haber recibido del gobierno anterior “un sistema de transporte nacional totalmente distorsionado”. A pesar de esto, es cierto que durante este último año, el subte aumentó de precio en cuatro ocasiones. Este dato no es menor ya que históricamente el costo este servicio público no variaba de forma muy frecuente. Por ejemplo, entre el 2001 y el 2007 el precio no cambió ni una sola vez y, si se consideran los últimos años, entre el 2016 y mediados del 2018 el valor tampoco se movió.
Es innegable que en el último año el boleto aumentó exponencialmente. Pero todavía se dice que nuestro pasaje es más barato que en otros países y en otras ciudades, ¿es verdad?
A grandes rasgos, sí es cierto. Cuando comparamos nuestro boleto con otros de la región es uno de los más bajos: en dólares sale 0,44 centavos. Sin embargo, el más económico de Latinoamérica es el de México D.F que en la moneda local cuesta cinco pesos, es decir 0,26 dólares. De todas formas cuando estos precios se comparan con los pasajes de Santiago de Chile o de San Pablo, que están por encima de un dólar, el pasaje porteño sigue siendo módico.
Por fuera de América Latina, uno de los boletos más caro es el de Londres. Éste cuesta 6,22 dólares (la tarifa única). Es decir, que con un sólo viaje en la capital del Reino Unido en la Ciudad de Buenos Aires se pueden hacer hasta 14 viajes.
Por un lado, es claro que el subte porteño aumentó significativamente en el último año y esto afectó directamente a los usuarios. Pero por el otro, también es evidente que la tarifa de Capital Federal todavía no se encuentra a la par de otras ciudades extranjeras.