La cuarentena dispuesta por la pandemia de Covid-19 y el freno a la actividad económica impactó de lleno en la industria petrolera, tanto en las empresas extractoras como las de servicios. La baja del consumo y la caída en picada del precio internacional hacen prever una recuperación compleja.
Un vez que comience a reactivarse la demanda, va a haber un alto stock de petróleo, con una capacidad de almacenaje de diez millones de barriles. Antes de empezar a producir en los pozos para refinar petróleo nuevamente, se tendrán que consumir los barriles. Esto está previsto para treinta días. Quien realiza el diagnóstico es Luciano Fucello, Country Manager de NCS Multistage, empresa de tecnología y servicios petroleros
Fucello advierte que pasarán entre dos y tres meses para volver a una actividad más normalizada, una vez qu se empiece a producir.
Argentina no es la excepción. La industria mundial del petróleo comenzó a sufrir cuando el 20 de abril de 2020, Rusia se negó a acceder a una propuesta de Arabia Saudita dentro del marco de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP),que planteaba reducir la producción en 1,5 millones de barriles al día para intentar sostener los precios en el medio de la pandemia.
Como explica el Profesor de Economía de la Universidad de los Andes, José Miguel Vicuña, las naciones integrantes de la OPEP suelen realizar acuerdos en donde se fijan cuotas de producción para cada país, y al producirse menos de lo que se alcanzaría sin los topes pactados, los precios del petróleo comienzan a subir para su beneficio. Rusia, al no aceptar el contrato provisto, terminó por aumentar su producción de petróleo y generó que los precios cayeran.
Se sumó a este conflicto un nuevo problema: desde que se impusieron las cuarentenas y se cerraron las fronteras de los distintos países, cayó en un 20% la demanda mundial, pasando de 100 millones de barriles diarios (BOPD) a 70-80 millones según datos de La Nación.
Por lo que el principal dilema que se presenta en la industria del petróleo hoy es un exceso de oferta y una caída extrema de la demanda, que produjo una tercera crisis, el de la capacidad física de almacenamiento de crudo.
Esto se reflejó en el petróleo West Texas Intermediate (WTI). A principios de mayo se cumplía el plazo para entregar barriles a los países que lo compraron un mes atrás. Hoy, esas empresas no tienen el espacio disponible para almacenarlo. Como venció el plazo y no hubo traslado, el precio del petróleo siguió cayendo, hasta alcanzar los -USD36.
En tiempos de cuarentena los compradores creen que se vive una situación conocida como Backwardation, en la que los precios en el futuro inmediato van a ser más bajos que los actuales, lo que elimina todo incentivo para comprar ahora.
¿Cuál es el futuro de la industria petrolera en Argentina?
En el país, la demanda de combustible se encuentra en un 80% menos de la usual. Datos de El Cronista sostienen que el descenso en las ventas fue del 60% en naftas, 30% en gasoil y casi un 100% en el jet fuel, un tipo de kerosene para los aviones.
Fucello traza la proyección que hace NCS Multistage, empresa especializada en terminaciones multietapa, y describe que en la situación en Vaca Muerta se deben tener en cuenta distintos actores: las provincias, que cobran regalías; las empresas productoras de petróleo (integradas y no integradas), los trabajadores y gremios y las cámaras. Cada uno tiene su pedido particular, y se debe combinar todo eso en un contexto adverso y la tendencia es al diálogo y a flexibilizar las posiciones.
Por su parte, Marcelo Elizondo, analista y consultor en negocios internacionales, sostiene que Argentina “tendrá que resolver sus problemas domésticos” y adaptarse a un escenario que muy probablemente incremente exigencias cualitativas e intensifique el valor de los flujos globales de conocimiento e información”.
¿Qué pasará con el petróleo en el mundo?
En una nota de la BBC, José Toro Hardy, economista venezolano, considera que “progresivamente oferta y demanda de crudo se irán encontrando”, pero advierte que no se puede decir cuándo ocurrirá, sino que dependerá de la evolución del coronavirus. Advierte, sin embargo, que la situación actual golpeará muy duro a los productores y sacará del mercado a aquellos que son más ineficientes o cuyos costos de producción son muy elevados.
Elizondo indica que un cambio significativo que se va a producir en el mercado del petróleo es la ida a un mundo más volátil, con mucho nerviosismo de mercado, que se verá en cotizaciones, precios y tipo de cambio. El petróleo no estará exento de ello. Agrega: “lo que se ha hecho en emergencia quedará como la próxima normalidad.”
En materia productiva, Elizondo advierte que las regulaciones, exigencias, certificaciones demandadas y normas no arancelarias impuestas muy probablemente serán las de mayor alza en una “nueva normalidad” ante la necesidad de certezas, seguridad y confianza. Es decir, las obligaciones exigidas a las empresas petroleras que quieran exportar serán más estrictas.
¿Qué pasará con las inversiones?
Elizondo opina que para Argentina en particular hay un llamado: “sigue teniendo potencial para ingresar productivamente al mundo (parece un capricho el uso de ese verbo en esta ocasión pero es el apropiado ante el derrumbe de las distancias geográficas, temporales y físicas). Pero dar el salto requiere desarrollar condiciones todavía ausentes, como el confort regulatorio, derechos subjetivos, prevalencia de lo particular sobre lo político, capacidad para cooperar espontáneamente”.
“Hoy a nosotros estos cambios mundiales nos interpelan y exigen adaptaciones. Suponen la necesidad de un entorno macroeconómico ordenado. Pero además es preciso un cambio metaeconómico para esta globalidad”, agrega el analista.
Para Fucello, en tanto, el futuro en lo inmediato es determinar qué nivel de actividad se va a recuperar. “Y eso no solamente depende de la pandemia, de la demanda y los precios, sino también de la confiabilidad que se tenga en la Argentina”, comenta.
Fucello agrega que Argentina es un país en donde hay cambios de timón muy fuertes en las elecciones tanto presidenciales como legislativas: “cada muy poco tiempo cambian las reglas de juego que afectan a las inversiones, sumado a una macroeconomía muy golpeada: hiperinflación, desvalorización del peso y riesgo país hacen muy difícil pensar en inversiones grandes a largo plazo y se las ahuyenta”. “Sean las reglas que sean que haya en el país, lo importante para las inversiones es que se mantengan, y eso no está pasando”.
¿Cuál será la situación de Vaca Muerta?
Durante el 2019, después de las PASO en agosto, se estableció el decreto 566, en donde se fijó el precio del crudo en Argentina a un valor menor que el internacional. A raíz de esto, la actividad en Vaca Muerta comenzó a caer, de 54 equipos en agosto a 43 en el período agosto-diciembre y finalmente en 33 en el cambio de gobierno. Más el colapso de la demanda y una caída del precio, hoy Vaca Muerta está paralizada. Su futuro es muy incierto, y aún se está calculando qué grado de actividad se va a llegar a tener cuando todo se reactive; los expertos dicen que va a estar al treinta por ciento de lo que estaba en enero de este año, que ya era poco.
¿Cómo incidirá el “barril criollo”?
Como trasfondo está el debate por el establecimiento del barril criollo para asegurar un precio de sostén para la industria hidrocarburífera y para el cálculo de las regalías que percibe el club de las provincias petroleras. Consistiría en fijar un precio subsidiado por el consumidor. Con esto se intentaría “suavizar el golpe”, realizándolo en dos etapas. Está la posibilidad de hacerlo por decreto o logrando un acuerdo entre todos los actores involucrados, con un precio sostén que algunos ubican entre los 40 y 45 dólares.
El difícil escenario de los empleos
“Por la pandemia hay 20.000 personas que están en sus casas, sin actividad. Es muy probable que se lleguen a perder empleos, pero por fuera del decreto 329/2020, que no permite despedir gente, se están haciendo acuerdos para que los trabajadores se retiren de manera voluntaria”, dice Fucello.
Según una nota de Ámbito Financiero, las empresas de servicios de hidrocarburos que operan en la cuenca de Golfo San Jorge comunicaron a sus trabajadores esquemas de suspensión del personal o bien la apertura de retiros voluntarios. Weatherford notificó la suspensión de tiempo completo de sus trabajadores hasta el 31 de mayo; Schlumberger Argentina abrió los retiros voluntarios con un 100 por ciento adicional sobre el monto correspondiente de la indemnización por antigüedad; Halliburton le comunicó al personal que abonará el sueldo de abril en dos tramos: se les dio un anticipo el 30 de abril y el resto se pagará “cuando sea posible”.