En los primeros diez meses del año, se quemaron más de 200 mil hectáreas dentro de las dos millones que integran el Delta del Paraná. Esto está causando una pérdida del hábitat natural que afecta a cientos de especies de animales y plantas, un continuo empobrecimiento del suelo y niveles desmedidos de contaminación del aire y del agua.
La sociedad civil junto con organizaciones ambientalistas piden una solución urgente y definitiva a la pérdida de los humedales por parte de los incendios. Consideran que prevenir los fuegos con la Ley de Humedales sería la única manera de salvar este ecosistema.
Por Rocío Alessi, Lucía Castro y Bárbara Chatzky