Cada vez resulta más común escuchar hablar de los trastornos del espectro autista (TEA) ya que, en los últimos años, el cine y la televisión ayudaron a entender un poco mejor el tema.
El Trastorno del espectro autista (TEA) es una alteración del neurodesarrollo que tiene un origen biológico de tipo genético, aunque la investigación actual científica no determinó con exactitud su origen. Esto genera que las personas que los padecen tengan un desarrollo distinto, debido a que su configuración neuronal es diferente.
Obviamente, la ficción es ficción, y en ocasiones se ven personajes estereotipados o exagerados. Sobre todo, en los primeros films que se hicieron sobre el tema, en los que los protagonistas eran mostrados como personajes con marcadas dificultades para relacionarse. Con el paso de los años, se fue hablando más el tema en el cine, en la televisión y en otras expresiones artísticas.
Lo anterior no quita el mérito de haber puesto en pantalla a una minoría de la que hasta ese momento poco o nada se hablaba. En ese sentido, “Rain Man” película del año 1988, esmuy conocida no sólo por mostrar a un personaje con autismo, sino por evidenciar las dificultades del entorno para contener a una persona dentro del espectro.
En el mundo cinematográfico, durante la primera década de 2000, se estrenaron “Mi nombre es Sam, Mi nombre es Khan y Mozart y la ballena”. Más tarde, llegó “Tan fuerte y tan cerca, la hispano-argentina, el faro de las orcas, Un nuevo camino y Kia y cosmos”.
“Amor en el espectro” es una de las producciones de Netflix que aborda el tema. También, por bastante tiempo, “Atypical” estuvo en los más vistos de la plataforma. También lo es “The Good Doctor”, disponible en Amazon Prime Video, que desarrolla la vida laboral y personal de un médico autista. Otras series que lo abordan de una u otra manera son “The A Word, The Big Bag Theory, Community y Dr Milagro”.
Autismo, de la pantalla grande a la vida cotidiana
La Organización “AUTIBLOG”, promotora de derechos de personas con discapacidad, destaca el rol de la televisión y del cine en ese sentido: “Si se realizan sin las partes implicadas y solo basándose en imágenes superficiales y conceptos desfasados es más probable que generen estereotipos y prejuicios”. Además, consideran que para contar una historia hay que sumergirse de lleno en el contexto social de esa persona, y es difícil que se nos retrate de forma fidedigna.
Sin embargo, cuando se utilizan actores en el espectro, se consultan a personas autistas y se llega a entender todas las tesituras que atraviesan a la persona, ahí, la historia va a estar bien contada y puede ayudar a visibilizar. Por ejemplo, representaciones bastante fieles del autismo Abed de “Community” y “Rain Man” tiene sus fallos, pero es de lo mejor que se ha hecho. “Tras su estreno se incrementaron por 5 los diagnósticos de autismo en el Reino Unido. Si bien está un poco romantizada, es evidente que muchas personas se vieron identificadas con el relato”, sostuvo la ONG.
“Muchas veces los chicos con TEA son dejados de lado por sus debilidades y sus frustraciones y, posterior aislamiento, sus intereses limitados, dificultades para mantener una conversación, generando que no se entiendan estas características por parte de su entorno”, cuanta Romina, madre de Lizandro, quien padece de autismo. Además, sostiene que la falta de empatía, que generalmente ocurre por falta de información, no ayuda tampoco.
Dice Romina, madre de Lisandro:
Las escuelas deben contar con educadores que conozcan sobre los TEA, Deben tener paciencia, Ofrecer oportunidades de práctica, Asegurarse que comprenda las consignas, Favorecer con los compañeros
Pero, ¿cómo son caracterizados los personajes con autismo? La licenciada en Psicopedagogía Noelia Pedrazzani, que trabaja con niños y jóvenes con diagnóstico de autismo, subraya que en definitiva “son historias de vida”: “Las películas y las series, dependen cuales sean, ayudan no solo a que la sociedad pueda ver de qué se trata y saber ayudar e informarse, sino también a ellos mismos en la medida que van creciendo poder ver que hay otro que les pasa lo mismo que ellos”, remarca.
Una película que tiene un mensaje y que refleja la realidad de muchas familias con miembros con TEA, puede fallar a la hora de representar el autismo. Existe el peligro que la sociedad lo entienda solo como el autismo del personaje de las películas y las series en el que aparece. Por otra parte, para contar una historia hay que sumergirse de lleno en el contexto social de esa persona, los actores deberían involucrarse con personas autistas y se llega a entender todas las tesituras que atraviesan, ahí, la historia va a estar bien contada y puede ayudar a visibilizar.