Ambos países tiene un presente económico similar atado al FMI. Subsidios al combustible y transporte, ¿solución real?
Argentina y Ecuador tienen presentes similares en el ámbito económico. Poseen déficit fiscal, que buscaron reducir mediante préstamos del FMI y planes económicos sugeridos por el organismo financiero. Por ello, los subsidios al combustible y transporte fueron algunas medidas evaluadas por ambos países: mientras Lenin Moreno deberá retomar la quita de subsidios al combustible para equilibrar un déficit fiscal de 1,20%, Alberto Fernández hará frente a un atraso tarifario del 40% según petroleras, luego del congelamiento de precios por 90 días en el rubro.
A principios de octubre el presidente ecuatoriano Lenin Moreno anunció la liberación del precio de combustibles, las tarifas del transporte público aumentaron y el descontento se hizo sentir en las calles. El Presidente tuvo que dar marcha atrás, y en el presente mes la Asamblea Legislativa amenaza con no aprobar reformas que incluyen quita de subsidios, ajustes laborales y tributarios.
En febrero Ecuador accedió a un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4.200 millones de dólares y a 6.000 millones más de un grupo de organismos multilaterales —Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros— para sanear sus cuentas públicas. Claro que, el acuerdo con el FMI implica un cambio en la gestión económica con un paquete de medidas “poco felices” para la gente pero necesarias para llegar al déficit cero.
El exmandatario Rafael Correa empezó su presidencia con un déficit de 13.4 miles de millones de dólares en diciembre de 2006, según el reporte oficial presentado por el gobierno que lo antecede. Al finalizar su mandato en el año 2017, la deuda presentada fue de 56 mil millones de dólares. Es decir, 43 mil millones más que once años atrás.
Lenin Moreno tiene en agenda una reforma laboral y fiscal, pero decidió comenzar por los subsidios al combustible. Rubén Montoya Vega, analista político ecuatoriano, precisa que “los subsidios para el combustible representan el 4% del presupuesto aproximadamente”. Se trata de 1.300 millones de dólares que el gobierno pensaba ahorrar antes de dar marcha atrás.
“Un carro sedán promedio se llena con 12 galones. Si la gasolina es Súper (octanaje de 92) cuesta US$36. Si es extra (85 de octanaje) cuesta US$18. Con el incremento decretado (y luego anulado) habría costado US$24″, explica Montoya.
Combustibles en Argentina
En octubre de 2017 se decidió liberar el precio de combustibles en Argentina, hasta el congelamiento por 90 días dispuesto por Mauricio Macri en el pasado septiembre y el cese del acuerdo el 14 de noviembre pasado.
La medida de liberalizar el precio también apuntaba a reducir un déficit fiscal del 5% aproximado, según varios economistas. Martín Kalos, economista de Elypsis, dice que apenas pudo reducirlo en cuatro años porque el déficit de 2019 rondará el 4%: “El superávit primario mejoró pero han aumentaron intereses de la deuda tomada por Macri”.
“En estos últimos dos años se duplicaron los precios de combustibles tanto por la liberación dispuesta, como por la devaluación de 2018”, dice Kalos. El año pasado aumentaron un 78% las tarifas de combustible: la nafta súper pasó de costar $22 en octubre de 2017 a $53,34, luego de haber estado congelada en $45 durante 90 días. En resumen el tanque de un auto mediano que cargaría 35 litros, se necesitaban $770 en 2017 y unos $1855 actualmente.
En Ecuador y Argentina la gente sufre el impacto del precio del combustible en las tarifas de transporte. “El costo del pasaje público es barato en Ecuador. La gente se puede trasladar de la periferia de Quito al centro por US$ 0.30 si toma un colectivo o US$ 0.60 si toma dos”, cuenta Rubén. Un ecuatoriano de una región del interior, como Guayaquil, se traslada por US$12 a la capital Quito. En resumen, el aumento en estas tarifas significaría un 30% adicional y el costo de vida del ciudadano común se incrementaría.
Los colectivos en la Ciudad de Buenos Aires costaban entre 6 y 7 pesos, trenes entre 4 y 6 pesos y el subte 4,50 en octubre de 2017. Actualmente, el pasaje de colectivo está entre los 18 y 23 pesos, los trenes $12,25 y el subte cuesta $19. En dos años, la tarifa de colectivos y trenes aumentaron hasta un 200% y en el caso del subte, aproximadamente 300% respectivamente.
Lenín Moreno buscará equilibrar los números con la Ley de Presupuesto este mes. Rubén dice que “el déficit anual ya rondaría los 4.000 millones de dólares” en Ecuador. Por su parte, Alberto Fernández deberá negociar “una actualización tarifaria con un aumento escalonado”, dice Martín Kalos.
“Hay que tener en cuenta que el consumo viene cayendo y hace falta acuerdo de precios y salario para darle una evolución coherente al precio”, cierra el especialista.