Frente a los efectos contaminantes del sistema productivo, varios ecoemprendimientos de nuestro país generaron soluciones innovadoras para generar un mercado más sustentable.
En Argentina, cada persona genera 1,15 kilos de desechos diarios, de acuerdo con datos oficiales de 2020. Esto tiene claros efectos dañinos para el medioambiente, como lo son la contaminación de suelos, el aumento de inundaciones, la transmisión de enfermedades, entre muchos otros.
En este contexto, las iniciativas empresariales que tienen una mirada ecológica son fundamentales para buscar un sistema productivo que sea menos perjudicial para el planeta. Un ecoemprendimiento es un proyecto que tiene como base los principios de sostenibilidad y respeto por el medioambiente, busca reducir su huella ecológica y fomentar formas de consumo más amigables.
Meraki: Cepillos de bambú y pasta dental en frasco
“Me gusta pensar que las personas que usan nuestros productos a diario de alguna manera levantan una bandera a favor del planeta y de su salud”, comentó Marcos Aliaga, encargado de comunicación y marketing de Meraki. Esta es una marca que ofrece productos eco-friendly, es decir, están optimizados desde alguna variable para generar menor impacto ambiental que el producto “original”.
“Por ejemplo, con el cepillo de dientes reemplazamos el mango de plástico por bambú y el packaging de plástico por cartón —explicó Aliaga y continuó — un cepillo de dientes de bambú emite 37 veces menos dióxido de carbono en todo su ciclo de vida que un cepillo de dientes convencional”. Otros productos que ofrecen son un hilo dental de origen vegetal, shampoo sólido y pasta dental en forma de pastillas.
De esta forma, Meraki contribuye a generar un mercado más sostenible y fomenta el consumo responsable entre sus clientes. Según el encargado de comunicación de la marca, en el 2022 lograron reemplazar 60 toneladas de plástico.
Kigüi: Salvar alimentos a cambio de dinero
Kigüi es una aplicación que incentiva al consumidor a comprar y rescatar aquellos productos que estén próximos al vencerse, con el objetivo de evitar el desperdicio de alimentos. Así lo explicó su fundador, Maximiliano Dikranian: “En la app uno puede ver las diferentes promociones, por ejemplo, con cualquier pan que venza en menos de 5 días se puede recibir hasta un 30% de reintegro”.
Solo hace falta sacarle foto al ticket y al producto y Kigüi se encarga de devolver el porcentaje correspondiente al usuario en su cuenta bancaria. “Desde que empezamos llevamos más de 400 mil alimentos que se salvaron entre Argentina y México, lo que equivale a 800 toneladas de huella de carbono”, informó Dikranian.
Este ecoemprendimiento busca “cambiar nuestros hábitos en el supermercado”, es decir, elegir como primera opción el producto que está por vencerse en vez del más nuevo. A través de un incentivo económico, está logrando reducir los millones de alimentos que se desperdician cada día.
Beland: El reciclaje puede generar ingresos
“El reciclaje se volverá una solución viable y sostenible a largo plazo cuando sea rentable, y hoy, para muchos eslabones de la cadena no lo es”, afirmó Diego Vargas. Él es el fundador de Beland, una plataforma de reciclaje social que busca generar un modelo de negocio a partir de botellas de plástico.
Cuentan con una máquina en la que se insertan las botellas, se compactan y a cambio la persona recibe monedas digitales. Estas pueden cambiarse por pesos y transferirlas a una cuenta bancaria desde la aplicación. De acuerdo con Vargas, el objetivo último de Beland es ayudar a las cooperativas de reciclaje a generar mayores ingresos. “Reciclar un kilo de plástico en Argentina implica un ingreso de solo 70 pesos”, explicó el fundador.
A pesar de que quedan muchos desafíos por abordar, estos ecoemprendimientos demuestran que es posible fusionar la rentabilidad con la responsabilidad ambiental. A través de productos menos contaminantes, evitando el desperdicio de alimentos y resignificando los residuos, están transformando la industria argentina hacia un futuro más sostenible.