Según el Ministerio de Salud de la Nación, se estima que de cada 167 argentinos, 1 es celíaco. Sin embargo, sólo el 6,36% de los productos que figuran en la lista de Precios Cuidados son aptos para el consumo de quienes tienen celiaquía.
“En casa tenemos que convivir una celíaca y una personita con hipercolesterolemia”, cuenta Caterina Kimei Pellico (@celiacayfeliz), diseñadora de moda y celíaca hace ocho años, quien se enteró que su hija de menos de dos tiene hipercolesterolemia hace unas pocas semanas.
A Pellico le diagnosticaron que era celíaca luego de repetidas visitas a la guardia, en las que coincidió con el mismo médico. Después de tratarla tantas veces por intoxicación, finalmente dio positivo en el estudio de celiaquía. “En mi familia aún no sabemos si alguno tiene la enfermedad. Varios tenían síntomas, se hicieron estudios pero todos dieron negativo. Sospechamos que mi mamá era celíaca pero falleció así que no tenemos forma de saberlo”, cuenta la diseñadora.
Según una encuesta realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2020, una de cada 167 personas adultas es celíaca. La misma entidad define a esta enfermedad como una intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno.
Desde el Ministerio, afirman que los casos aumentan en niños y niñas, donde se nota una prevalencia que asciende a 1 de cada 79. Además, algunos estudios reflejan que la frecuencia de la celiaquía es entre dos y tres veces mayor en mujeres que en hombres.
Muchos hemos escuchado nombrar la celiaquía o conocemos a alguien celíaco, ¿pero realmente sabemos de qué se trata la enfermedad? O bien, ¿qué complicaciones tiene para los diagnosticados? ¿Y cuánto sale ser celíaco en la Argentina?
De acuerdo a la lista de Precios Cuidados correspondiente al 2021, sólo 42 de los 646 productos no contienen TACC. Esto quiere decir que sólo el 6,36% de los productos son aptos para celíacos.
Victoria Arango, licenciada en Nutrición (MP 1553/2) y diagnosticada con celiaquía hace cinco años, explica que es “una condición o enfermedad autoinmune, es decir, que se genera a través de nuestro propio sistema inmunológico, en personas que están genéticamente susceptibles, a raíz del consumo de gluten”. “Las personas genéticamente susceptibles son aquellas que deben tener los genes para desarrollar la celiaquía, estos son HLA-DQ2/DQ8”, explica y aclara que “a pesar de que muchas personas tienen los genes, no todos desarrollan la enfermedad”.
Vanesa (@ser_celiaca), trabaja en una agencia de viajes y hace 3 años que se enteró que es celíaca. “Mi hermana se fue a hacer una endoscopia por otro tema y le detectaron la celiaquía. Entonces toda la familia tuvo que hacerse los análisis y a mí me salió que también era celiaca”, cuenta.
Según explica Arango, la celiaquía se detecta frecuentemente a través de análisis de sangre o serológicos, donde se estudian los anticuerpos. “Hoy por hoy, los anticuerpos que se estudian son la transglutaminasa tisular en IgA (inmunoglobulina A), la IgA total y los péptidos deaminados de gliadina en IgG (Inmunoglobulina G). Si eso da positivo, se hace una biopsia intestinal en la que se toman varias muestras porque se sabe que la celiaquía daña el intestino en parches y no de forma continua”, dice.
En cuanto a los síntomas, la Nutricionista los clasifica en digestivos o gastrointestinales, dentro de los que se observan la distensión, constipación, diarrea, gastritis y acidez; y los extradigestivos, como la menopausia precoz, menarca tardía,, además de la existencia de anemia persistente, dermatitis herpetiforme, caída de pelo, quebraduras frecuente, osteopenia y osteoporosis.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Soy Celíaco, No Extraterrestre (@soyceliaconoextraterrestre)
Ale y Gabriel (@soyceliaconoextratrerreste) son pareja, y en su historia se puede observar la importancia de una buena compañía y sostén. “Nos enteramos que Gabriel era celíaco en 2014, a sus 28 años. El diagnóstico llegó después de una consulta con un gastro por lo que creíamos que era una gastritis crónica”. Desde ese momento, ambos llevan una dieta 100% libre de gluten.
¿Se puede prevenir? “La realidad es que no, cuando uno tiene una enfermedad autoinmune lo que uno puede hacer es controlar los factores ambientales, en este caso, el consumo de gluten -explica Arango-. Si uno tiene la genética para desarrollarlo se puede desarrollar celiaquía en cualquier momento de la vida como no desarrollarla”.
Y agrega: “Una vez confirmado el diagnóstico, el celíaco debe asesorarse con un nutricionista para comenzar una dieta libre de gluten que se adapte a sus hábitos, y poder asegurarse de que el intestino no se dañe y se absorban los nutrientes de los alimentos”.
Sin TACC, más caros
Para Arango, puede deberse a que “los productos sin TACC requieren un proceso de logueo que son 6 mil o 5 mil pesos al año en nuestro país”. “Requiere pagarle a un profesional para hacerlo y un esfuerzo que es un poco más costoso que un alimento común. Puede que sean un poco un 20/30% más caros por esa razón, pero también hay una cuestión de las empresas de aprovecharse de que los celíacos somos el 1 o 2% de la población y que no son productos de consumo habitual como las galletitas o las premezclas”, explica.
Existen tres factores que encarecen los productos sin TACC: la materia prima, la fabricación y el mercado. En cuanto a la fabricación, los productos libres de gluten precisan una producción limpia y libre de contaminación cruzada y, si bien la cantidad de celíacos en nuestro país es alta, no deja de ser una minoría, y es por eso, que los productores ven el mercado muy limitado.
Comparación de los precios entre algunos productos
La Encuesta realizada por el Ministerio de Salud el pasado año, arroja que 9 de cada 10 encuestados afirmaron que en la actualidad se pueden conseguir más productos que hace cinco años. Las categorías de alimentos seleccionadas como disponibles en más del 80% de los casos fueron “harinas y premezclas”, “galletitas”, “arroz” y “leches, quesos y yogures”, seguidas por “snacks” y “fiambres y embutidos” (63% y 60% respectivamente).
Sin embargo, en la lista de Precios Cuidados correspondiente al 2021, hay un total de 660 productos, pero sólo 42 son opciones aptas celíacos, es decir, el 6,36% de la lista.
Entre las opciones, se encuentran únicamente alfajores, fideos, galletitas, snacks, premezclas, harinas, pan y tostadas de arroz. Esto implica, que todos los demás productos que necesitan los celíacos (todo lo que consuman tiene que ser libre de gluten) como la pasta de dientes, no se encuentran en esta lista, y, por ende, tienen precios muy elevados.
En cuanto a los precios de los alimentos, Kimei, Ale y Vanesa concuerdan en que, si bien, las nuevas incorporaciones son un gran avance, es lamentable la poca cantidad productos sin TACC que hay en en la lista de Precios Cuidados, ya que, sin dudarlo sus productos son más caros que los comunes.
“Creo que falta mucha información y concientización al respecto. Que los medios hablen un poco más sobre las consideraciones de una dieta sin gluten y que el personal del área gastronómica sobre todo pueda conocer los peligros de una contaminación cruzada por ejemplo”, afirma Ale sobre la falta de legislación sobre el tema.
En la línea económica, cabe mencionar el monto que las obras sociales y prepagas deben brindar a las personas celíacas para cubrir alimentos libres de gluten, como harinas, premezclas y otros productos industrializados fundamentales para el tratamiento de estas personas.
En febrero de 2021, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, elevó el monto mensual de $900,90 a $1843,05. El cálculo se realizó en base a los valores de la canasta básica de alimentos del mes de octubre del 2020 publicada por el INDEC, momento en que se dio inicio al pedido de actualización.
Este monto está establecido en la Ley 27.196 sobre Enfermedad Celíaca, que modifica la Ley 26.588. Y además, la Ley establece la actualización periódica del valor en concordancia con el índice de precios al consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La mayor dificultad de los celíacos
Para Kimei, o “Kimi” como le dicen los amigos una de las mayores dificultades que le presenta la enfermedad es el hecho de no poder “improvisar planes” porque siempre aparece la maldita pregunta: “¿Qué come Kimi?”
Por su parte, Vanesa considera que lo más difícil es salir a comer. “Hay pocas opciones 100% libres de gluten. Si voy a comer a algunos de los pocos restaurantes que tienen opciones sin gluten, tengo que hablar bien con el mozo porque muchas veces no están informados sobre la contaminación cruzada”, afirma.
Distinto es el caso de Ale y Gabriel, que aceptan que les costó asumir la celiaquía pero afirman que hoy tienen una vida social 100% normal y sin limitaciones. “Nos daba pudor ir a reuniones familiares o de amigos con las viandas sin gluten. Después, con el tiempo, nos fuimos acomodando e informando a nuestros contextos sociales qué era la celiaquía y cuáles eran los cuidados necesarios”, cuenta Ale.
Tanto Ale, como Kimei y Vanesa tienen cuentas de Instagram que iniciaron como una fuente de información para los celíacos recién diagnosticados que piensan que “se les acaba el mundo”. Además sus cuentas sirven para informar a los contextos sociales que no tienen ni idea de qué significa ser celíaco. Ofrecen recetas, lugares aptos y, sobre todo, apoyo a quienes están en su misma situación.
Recomendaciones de lugares sin TACC en CABA
¿Querés salir a comer en la Ciudad de Buenos Aires? En el mapa figuran restaurantes con menú gluten free.
Emprendimientos con alimentos aptos para celíacos:
Sin TACC Market, Sin Gluten Olivos, CeliGourmet , Universo sin gluten y Gluout sin gluten.