Las grandes ciudades del mundo cuentan con, al menos, diez centros que monitorean la calidad del aire. En la Ciudad de Buenos Aires existen solo tres y la muestra no sería representativa.
Por: Lucia Mernies
En los últimos meses, la mirada en cuestiones ambientales estuvo puesta en los incendios en el litoral argentino que afectaron a las varias cuidades con alta densidad poblacional, como Rosario y la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, el humo de los incendios es un factor transitorio frente a los elementos cotidianos de contaminación ambiental.
Mientras se espera la sanción de la Ley de Humedales, estancada en el Congreso cuando los diputados se disponìan a votarla, la posibilidad de mejorar la calidad del aire se impone. La ciudad de Buenos Aires tiene una gran concentración de tránsito por sistemas públicos de transporte y circulación de vehículos particulares.
No sólo el tránsito es determinante sino que existen zonas de concentración fabril y el efecto de los efluentes, ya la ciudad tiene núcleos en los cuales es necesario medir la calidad del agua, como la cuenca Matanza- Riachuelo.
Dónde se mide la calidad del aire en CABA
La Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires explicó que realizan un monitoreo continuo de la calidad de aire de toda la Ciudad a través de las tres estaciones de control ubicadas en La Boca, en el Parque Centenario y Córdoba y Rodríguez Peña.
“Estas estaciones poseen equipamiento que operan en forma permanente y continua (las 24 horas de los 365 días) a fin de generar información confiable, comparable y representativa. Las estaciones miden contaminantes criterio, es decir; los contaminantes más comunes de la Ciudad provenientes principalmente del tránsito vehicular”, explicaron. ¡Qué se monitorea?
- Monóxido y dióxido de nitrógeno (NO- NO2)
- Óxidos de Nitrógeno Totales (NOx), monóxido de carbono (CO)
- Dióxido de Azufre (SO2) Material Particulado menor a 10 micrones (PM10).
- A estos contaminantes se suman variables meteorológicas (velocidad y dirección de viento, temperatura, humedad y presión atmosférica), que permiten interpretar a nivel microescala la dispersión de los contaminantes.
Los datos recabados en las estaciones son enviados a un centro de cómputos, en el cual se procesan, se validan y se publican en forma diaria en su sitio web.
Principales fuentes de contaminación
Los estudios realizados por el organismo indican que el 90 por ciento de las emisiones de monóxido de carbono en la Ciudad de Buenos Aires provienen de vehículos utilitarios livianos que funcionan con nafta.
Entre las medidas que la Ciudad impulsa para proteger la calidad del aire se encuentra el fomento al uso de la bicicleta, el transporte público y la caminabilidad como formas de movilidad amigables con el ambiente que es también una forma de promover el uso racional del auto e incentiva su uso compartido (carpooling) y la seguridad vial.
Es decir, los ciudadanos pueden utilizar transportes sustentables como la bicicleta o caminar para colaborar a mejorar la calidad del aire y, en caso de realizar traslados largos, es mejor utilizar el transporte público antes que un auto, en los términos que propone el Gobierno porteño.
Qué dicen los ambientalistas sobre contaminaciòn urbana
En 2018, Greenpeace reclamó “aire limpio ya para la Ciudad de Buenos Aires” luego de realizar un estudio que midió la calidad del aire en 20 puntos de CABA cercanos a jardines maternales, escuelas primarias y hospitales pediátricos. Según la organización ambientalista los resultados fueron alarmantes.
En aquel entonces, los ambientalistas midieron la calidad del aire en distintas fechas en más de cinco barrios porteños. En todos los casos se superaron los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según Greenpeace, el dióxido de nitrógeno (NO2) y el Material Particulado 2.5 (PM2.5) provienen de la contaminación en el aire generada por el uso de derivados del petróleo, como el gasoil.
Para Ingo Boltz, coordinador de la campaña de contaminación de aire de Greenpeace, “es preocupante la exposición que reciben quienes transitan estas zonas cotidianamente: el 31% de todas las mediciones de NO2 violan los límites de la OMS y peor aún sucede con el caso del PM2.5, materia que podemos considerar venenosa por sus graves efectos a la salud y que en el 72% de las mediciones superó los límites.”
Asimismo, la organización ambientalista señaló que el sistema de medición de calidad del aire liderado por el gobierno porteño es insuficiente ya que cuenta solamente con tres estaciones de medición, mientras que ciudades tan grandes como CABA en Latinoamérica cuentan con 10 o más.
La meteorología tiene algo que decir
Leonardo Serio, meteorólogo, investigador y docente de Climatología y Fenología en UBA planteó una idea similar al de Greenpeace. En ese sentido, manifestó que, pese a que la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires analiza la contaminación que generan tres componentes en el aire de la Ciudad, no representa la totalidad.
El especialista aseguró que es necesario que se mejore el diagnóstico del aire de la Ciudad ya que, al medir en solo tres puntos, es un resultado ineficiente y no orientativo a la totalidad del territorio. “Si bien nos da una idea de ciertos parámetros, deberíamos tener una red más densa como hay en otras ciudades”, añadió.
Serio expresó que es importante que se mejore la movilidad en la Ciudad para evitar congestionamiento en el tránsito porque “cuando los vehículos están frenados emiten gases que se podrían evitar”.
“Los datos que se publican no son los únicos tres que contaminan el aire. En realidad, cualquier sustancia que altera la normal composición de la atmósfera del aire que respiramos se puede considerar un contaminante ya que tiene la capacidad de producir daño sobre todos los seres humanos y otros seres vivos, como animales y plantas”, señaló.