El sorpresivo ataque del grupo Hamas en el sur de Israel el pasado 7 de octubre generó un impacto mundial, desafiando a los medios de comunicación a cubrir un nuevo conflicto en Medio Oriente. Un actor clave en un escenario convulsionado son los corresponsales de guerra, quienes arriesgan su vida para ofrecer una perspectiva en primera persona de los acontecimientos, más allá de la cobertura superficial de los principales portales de noticias. Entre estas voces se encuentra Teresa Bo, periodista y corresponsal argentina para la cadena más importante de Medio Oriente Al Jazeera, y y Julián Obaya, periodista de guerra argentino, que estuvo en Tel Aviv junto a Nelsón Castro reportando para Todo Noticias.
Para conocer el origen del conflicto entre Israel y Palestina en Medio Oriente hay que retroceder unos siglos atrás, incluso hay que volver a los textos bíblicos cuando los romanos expulsaron a los judíos y las oleadas sangrientas que sufrieron tanto los cananeos y los filisteos del lado de Palestina. Igualmente, un punto de partida que toman los especialistas del tema para explicarlo es post Segunda Guerra Mundial, en 1947. En aquel entonces, se llevaron a cabo los acuerdos de Sykes-Picot, entre Francia y Reino Unido, para dividirse la zona de Medio Oriente, y se desarrolló el primer conflicto palestino-israelí. A partir de esto, se desarrollaron distintos eventos que contrapusieron a los dos estados hasta el día de la fecha.
Si bien antes los corresponsales de guerra, junto a las agencias, eran la única voz de estos conflictos, se diluyeron por los grandes costos y la facilidad que trajo la digitalización para poder cubrir estos umbrales. Durante más de un siglo, las agencias dominaron la escena de la información en tiempo real, gracias a su red global de corresponsales.
Teresa Bo y las bases esenciales para poder estar en medio de un conflicto
Con varios conflictos armados a sus espaldas, Teresa Bo, corresponsal de guerra para Al Jazeera, representa una figura emblemática en el periodismo de conflictos. Su trayectoria incluye tres años en Irak, cubriendo las consecuencias de la invasión de Estados Unidos tras el ataque de ISIS a las Torres Gemelas, que la recuerda como una de las experiencias que más la marcaron a nivel personal.
Los primeros días en Israel: “Al principio salíamos corriendo porque todo lo que detona en el aire cae, entonces como corresponsal tenés que tener encima un chaleco que indique que sos de la prensa internacional y un casco. Son las dos bases esenciales para poder estar en medio del conflicto, entre otras cosas”, narra Teresa Bo.
La periodista de Al Jazeera analiza la situación en Israel con una mirada crítica: “En los últimos años, se ha generado una falsa sensación de seguridad en Israel, reforzada por un avanzado sistema antiaéreo y una barrera electrificada destinada a proteger a la población civil. Sin embargo, esta situación solo beneficia a los extremos, tanto a Hamas como al gobierno de extrema derecha de Israel, que enfrenta grandes desafíos internos, incluyendo intentos de reformar su sistema judicial”, comentó la corresponsal.
“Yo no dormi en dos semanas, durante todas las noches escuchabas los bombardeos en Gaza, pero también veías lo que le pasaba a la población israelí, que vive en esa zona. La mayoría evacuó todo lo que se llama el ‘sobre’ alrededor de Gaza, que es donde estuvieron las víctimas del atentado del 7 de octubre. Pero quedó mucha gente. Donde yo me quedaba había permanentemente ataques con cohetes desde Gaza”, reveló Bo.
Uno de los desafíos más significativos al cubrir el conflicto en Medio Oriente es la limitada accesibilidad a los territorios y la alta tensión en distintas zonas de la región. Teresa Bo cuenta que no tuvo “la oportunidad de entrar a Gaza, pero estamos bien informados sobre lo que ocurre allí. En esta ocasión, trabajar desde el lado israelí para Al-Jazeera representó un desafío particular. Es la primera vez que me encuentro en una situación así, donde el ambiente está cargado de una sensibilidad extrema, de ira y odio exacerbados”.
“Lo que está pasando en este momento es una tristeza, cuando vos vas y conociste Gaza, que es un lugar con el nivel de concentración de población más grande del mundo, en un lugar con 6 kilómetros de ancho, donde permanentemente hay una narrativa en donde hay que ir detrás de todo”, explicó Bo.
Por otro lado, Teresa Bo nombró a la periodista de Al Jazeera, Youmna Elsayed, que trabaja desde Gaza. A esta última la habrían llamado por teléfono advirtiendo que se debía retirar de la casa en la que se encontraba porque su vida estaba en riesgo. La llamada provino de “la inteligencia israelí”, según relata Bo.
“De esta manera no se va a llegar a nada, es muy triste porque no se están buscando canales de diálogo, y es muy triste para todos los que salen afectados: los secuestrados, los y las que viven esta situación todos los días”, concluyó Teresa Bo, al analizar el futuro del conflicto en Medio Oriente.
Julián Obaya: una de las últimas voces que estuvo en Medio Oriente
Julián Obaya es periodista, jefe de redacción de Todo Noticias y pasó de estar de vacaciones en Europa a ser corresponsal de guerra en octubre del año pasado, cuando la escalada comenzó en Medio Oriente. Acompañó al consagrado Nelson Castro en Tel Aviv, y relata lo que significó ofrecerse para ir a cubrir el frente de guerra en Israel, y los máximos desafíos con los que se encontró.
“El primer desafío con el que me encontré fue entrar a Israel. Yo venía de Europa, y desde Argentina no se quería activar un equipo, hasta que yo pudiera ingresar. En mi caso en particular me encontraba de vacaciones en España y me ofrecí para ir a Israel, y después termine con Nelson (Castro), que si bien fue el protagonista de la cobertura, me dio mucha participación en las salidas”, relata Obaya.
“El segundo desafío fue conseguir chalecos y cascos, en todas las primeras salidas al aire nuestros colegas, desde Argentina, nos decían que consigamos chalecos y cascos. La gente por redes sociales también opinaban cómo es que andan sin chalecos y cascos. El tema es que no se conseguían fácilmente”, reveló el periodista de TN.
“El chaleco y casco te abren las puertas a muchas cosas, por ejemplo había muchas actividades o visitas a lugares que hacías con el ejército, y si no tenías chaleco y casco no podías ir”, explicó Obaya.
“Otro desafío era mostrar guerra, los primeros tres, cuatro días, hicimos buenas notas con argentinos que estaban allá, cómo era un refugio, después nos tocó a nosotros correr y escondernos en un refugio. Mostrábamos cómo se vivía, pero nos faltaba ver guerra, tanques, soldados, destrozos, suena crudo pero fuimos a cubrir una guerra. Recién al cuarto día, cuando nos acercamos a la Franja de Gaza, pudimos ver todo esto. Eran escenas de película”, describió.
La labor de ambos como reporteros en zonas de conflicto es vital para entender la complejidad y el impacto humano de estas situaciones. Los testimonios de Obaya y Bo no solo informan, sino que también ponen de manifiesto la urgente necesidad de soluciones pacíficas y humanitarias.
Rosendo Fraga, analista internacional, historiador y director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, explica qué debe cumplir una cobertura mediática cuando se dan estas escaladas, las dificultades con la que se puede encontrar un corresponsal y la importancia de estar instruidos en materia internacional: “La objetividad debe ser la prioridad del periodismo, y la guerra es lo más difícil para ello. Por lo general, el corresponsal tiende ver lo que ve el bando en el que se encuentra. En una guerra, lo ideal es que un medio tenga periodistas en ambas partes para poder tener una posición equilibrada”, explicó el especialista.
“La cultura es esencial para cualquier profesional. En el caso del periodista también lo es. Un caso interesante, es el del español Arturo Pérez Reverte. Formado en su juventud como corresponsal de guerra en los Balcanes, luego uno de los mejores novelistas de su país, ahora miembro de la Real Academia de la Lengua Española. Reúne las tres el periodista corresponsal de guerra, el novelista de gran éxito y el académico de su lengua”, ejemplifica Fraga.
A su vez, el pasado mes de febrero, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, designó al único corresponsal de guerra argentino que estuvo presente en el conflicto bélico en las Islas Malvinas en la década del 80, Nicolás Kasanzew. El corresponsal, distinguido por el gobierno de Raúl Alfonsin y condecorado en 1995 por el Ejército, estará a cargo de la Dirección de la Gesta de Malvinas en el Senado. “La Vicepresidente de la Nación, hija de un héroe de Malvinas, me brinda la oportunidad de ocupar otra trinchera – nada menos que en el Senado – para luchar por la verdad histórica”, escribió Kasanzew en la red social X.
Karen Marón: la evolución de la Franja de Gaza y el control a la prensa internacional
Karen Marón, corresponsal en Medio Oriente y Norte de África, analista en geopolítica e integrante del Centro Dart para periodismo y trauma, y especialista en derecho internacional humanitario, describe en su documental “Gazasovia: el gueto palestino“, ambientado en el conflicto de 2008, entre Israel y Hamas, que “el gobierno israelí ejerció un férreo control sobre la información, denegando el acceso a la franja de Gaza a la prensa internacional”.
“El cerco mediático impuesto por las autoridades militares convirtió el territorio devastado en un territorio prohibido, vulnerando así el ejercicio del derecho internacional a la libertad de información”, relata Marón, la situación en la que se encontraba la Franja de Gaza, los medios internacionales y las fuerzas armadas de Israel.
Por último, la corresponsal explica en “Gazasovia” que esto es “una estrategia de censura, que pretendía una guerra sin testigos, como llave para la impunidad. Sin embargo, Israel, en su estrategia de asfixia al pueblo palestino, lleva a cabo un bloqueo mucho más dramático”. Esto era documentado en 2008, en un contexto de tregua entre Israel y Palestina, que quedó fragmentado luego de que la armada de Tel Aviv asesinara a seis miembros de Hamas.
Con respecto al presente enfrentamiento en la región, Karen Marón en su análisis sobre la actualidad de la guerra en Gaza hace énfasis en el protagonismo de las redes sociales, “somos todos testigos” afirma Marón. “En otras oportunidades esto no se veía con tanta claridad, pero las redes sociales y las diferentes aplicaciones lo están mostrando”, agrega la corresponsal en diálogo con la agencia de noticias France 24.
¿Cuántas víctimas ya dejó el conflicto?
El Ministerio de Salud de Gaza, anunció a fines de febrero que al menos 29.954 personas han muerto en la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre del año pasado, también reportó que ya son 70.325 las personas heridas desde el inicio del conflicto.
Gaza es considerado para muchos una “cárcel a cielo abierto” y un desafío para todo corresponsal de guerra, porque entrar allí es muy difícil y donde actualmente se concentra el conflicto entre el grupo terrorista Hamas y las fuerzas armadas de Israel.
¿Cuántos periodistas murieron en esta guerra?
Según el Comité para la Protección de los Periodistas, que recopila datos de los corresponsales desde 1992, reveló que ya fueron 39 las muertes desde el comienzo del conflicto bélico en Medio Oriente, octubre fue el mes más mortífero.
Igualmente, según la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa junto con la Federación Internacional de Periodistas (FATPREN), en el marco del día del periodista palestino, revelaron que ya fueron “Más de 100 periodistas asesinados en los últimos cinco meses en Gaza”. Desde la organización, dicen que estos datos apenas son “la punta del iceberg” de lo que se conoce. También, denunciaron que es un “genocidio” lo que se esta llevando a cabo en la Franja de Gaza.
Un corresponsal no es tal sin un medio que represente. En este caso, Teresa Bo trabaja como periodista para la cadena de noticias Al Jazeera, de origen qatarí, pero en la sección en inglés. En relación a la guerra en Medio Oriente, Bo comentó que “en un país como Israel, en este momento la agencia es vista como una voz enemiga. Yo trabajo para Al Jazeera inglés, que no es lo mismo que Al Jazeera árabe. Nosotros entrevistamos permanentemente a periodistas de Haaretz (medio de noticia israelí) , entrevistamos permanentemente a otras voces que no son solamente las voces de los palestinos en Medio Oriente, pero es difícil poder llegar a tener un diálogo con personas que fueron afectadas”, comentó en dialogo con Radio con Vos.
En relación a la labor periodística, Obaya enfatiza que “en lo personal el desafío periodístico era transmitirle a la audiencia lo que se estaba viviendo en Israel y la Franja de Gaza, qué se sentía en el lugar, cuál era la sensación, qué pensaba la gente ahí, la desesperación de muchos, el dolor de los que tenían un familiar secuestrado, o los que le habían matado un ser querido”.
Acerca de su inicios, Teresa comenta que su gusto por la historia, en especial la árabe, siempre estuvo presente, pero que a los 17 años se dio cuenta de que quería ser periodista y escalar a nivel internacional: “Me preparé, estudié ciencias políticas, hice una maestría en resolución de conflictos armados, y empecé a viajar por todo el mundo. Hoy soy periodista, algunos dicen corresponsal de guerra, preferiría decir que soy corresponsal de paz, porque después de ver los horrores, siento que tengo la responsabilidad de hacer todo lo que pueda para que no pase”, enfatizó Teresa en su última charla TED.
Por otro lado, el corresponsal y jefe de reacción de TN, relata que la guerra de Medio Oriente le aportó una nueva forma de pensar el trabajo desde la producción periodística, por los horarios y las amenazas: “Una vez nos tocó ir a un kibbutz y era solo grabado, porque no se podía salir en vivo por miedo a que Hamas captara las imágenes e identificara dónde estábamos, entonces salíamos cerca del media mañana allá. Después lo que hay que tener también es mucha rigurosidad a la hora de dar datos. En ese momento había mucha gente que estaba sufriendo, y hoy lo sigue habiendo, pero entonces había que ser muy precisos a la hora de informar”, relata Obaya.
Con respecto a una posible vuelta a la zona de conflicto, Teresa Bo explicó que no está segura de si volverá. La corresponsal argentina reconoció que su familia demandó su vuelta: “Fui amenazada que tenía que volver por mi hija, que estaba muy asustada”. También recordó, entre risas, que su hijo le expresó a su padre cuando vio un video de la situación en Israel: “¡Ezequiel (pareja de Teresa Bo y padre de los hijos) hay que sacar a mamá ya mismo de ahí!”
Así es cómo el corresponsal de guerra ejerce un periodismo que no escribe desde los escritorios de las redacciones, sino que en el campo de los hechos. Hoy con la digitalización se puede hacer más fácil periodismo en terrenos de guerra como el que se vive actualmente en Medio Oriente.