Punto Convergente

Cómo es el largo camino hasta convertirse en un piloto de Fórmula 1

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Franco Colapinto estuvo en boca de todos los argentinos a lo largo del segundo semestre del año pasado y su reaparición en 2025. ¿Cómo hace un niño argentino que quiere emular los pasos de Franco para llegar a la máxima categoría del automovilismo mundial? ¿Tiene que emigrar obligatoriamente a Europa en su adolescencia?

El periodista Pablo Vignone, de la cadena ESPN, cuenta que “cualquier chico que quiere introducirse en el mundo automotor, debe iniciar sus andanzas corriendo en Karting. Estos pequeños vehículos de cuatro ruedas, son ideales para que los niños desarrollen el concepto de acelerar, frenar y doblar.”

Karting equipo GC Racing Parolin. Fuente: GC Racing

También conocidos como Karts, estos coches cuentan con motores de 2 o 4 tiempos, que poseen entre 5 y 20 caballos de potencia. Las diferencias técnicas son las que separan las categorías, como por ejemplo la Superkarts cuyos karting rondan los 160 kilómetros por hora. “La madurez técnica que aprendés con 10 años de karting es impresionante”, detalla Vignone.

“A partir de los 6 años, ya hay categorías de karting, si bien los niños pueden empezar antes”, explica Diego Durruty, del canal Automundo, “es una escuela de pilotos”, afirma. En Argentina las categorías de Karting se dividen por tipos de motor. Idealmente, a medida que el niño crece, va incrementando la potencia del karting, según Durruty.

Los monopostos

El siguiente escalón es el paso a los monopostos. Estos son vehículos tipo fórmula, que al igual que los karting, también se dividen en distintas categorías según sus características técnicas y presupuestos. A la categoría más baja y accesible se le llama Fórmula 4 (entre otros nombres), Vignone señala que “esta categoría es regional, por lo que puede haber muchas competencias con distintos nombres pero con el mismo tipo de auto.” Las mejores “F4” son las europeas, ya sea la italiana, la alemana, o la española (en la que corrió y ganó Colapinto).

Monoposto de la Fórmula Nacional. Fuente: Fórmula Nacional Argentina.

En Argentina, la más popular es la Fórmula Nacional, afirma Durruty. En sus inicios (1963) se la conocía como Fórmula 4 y más tarde Fórmula Renault Argentina, esta categoría ya tiene motores de más de 140 caballos de fuerza, de 1.6 litros (de la marca Renault). El periodista de Automundo aclara que mientras más aumenta la potencia, más se dificultan las prestaciones y la dificultad del auto, Vignone agrega que estas categorías (F4 o su variante Fórmula Renault) no tienen el mismo reglamento técnico que sus similares europeas, las extranjeras están un paso más avanzadas y a su vez son más caras.

Nicolás Suárez: Fuente Pampa Deportes.

Profundizando sobre este aspecto, el piloto pampeano Nicolás Suárez (24), campeón de Fórmula Nacional en 2023, lamenta lo complejo que es el camino para llegar a la F1: “Estamos muy lejos para ellos, lejos de las academias, de los equipos…para llegar tenés que irte desde muy chiquito a los 13 años como Colapinto, o tener muchos sponsor”, explica. Al mismo tiempo, aclara que por sobre todas las cosas hay que estar en el momento justo y aprovecharlos: “Felipe Drugovich (piloto brasileño) salió campeón de la Fórmula 2 y tenía sponsors pero justo agarró un año que ningún contrato de los pilotos de la Fórmula 1 vencía, entonces hasta el día de hoy está de reserva en un equipo”, ejemplifica Suárez.

Ya dejando atrás la Fórmula 4 y Fórmula Renault, se encuentran la Fórmula 3 y en la antesala de la Fórmula 1, está la Fórmula 2. Tanto la F3 como la F2 tienen una categoría única bajo la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Esta Federación, fundada en 1904, se encarga de dirigir todas las categorías más importantes del automovilismo mundial (con la F1 en la punta de la pirámide). Por lo que, hoy en día, si bien pueden existir categorías de Fórmula 3 o 2 regionales o nacionales, las que verdaderamente valen son las que se encuentran bajo la regulación de la F.I.A, y que además, tienen más lazos con la F1, ya que comparten sus fin de semanas de carreras en el mismo circuito.

A la caza de talentos

Como bien dijo Suárez, no hay que olvidar el peso de las propias academias de pilotos que tienen los equipos de la Fórmula 1. Los equipos ven un posible talento, y lo fichan para desarrollar su carrera, facilitando contactos con equipos de F2 o F3, además de distintos entrenamientos en la propia fábrica de la escudería. Es bien sabido que el propio Franco Colapinto formaba parte desde 2023 de la academia de pilotos del equipo Williams, que no solamente le permitió seguir en F3 y llegar a la F2, sino que nada más ni nada menos que le ofreció dar el salto a la propia F1.

Diferencia de tamaños entre F1, F2 y F3.
Fuente: F1 Pit Stops

La Fórmula 1 se puso de moda en la Argentina en la parte final del 2024. “El fenómeno Colapinto”, conectó a la sociedad argentina con la categoría más importante del mundo motor. Si bien la relación entre estos dos siempre fue sólida, se fue adormeciendo a lo largo de los 23 años que transcurrieron entre el último piloto argentino en pasar por la “máxima” (Gastón Mazzacane) y el pilarense Franco Colapinto. Este vacío en el tiempo en parte se debe, entre otras variables, a la poca variedad y calidad de categorías de monopostos (autos tipo fórmula) en el país. La carrera nacional

Sobre este tema, Durrruty agrega que “los pilotos de un tiempo a esta parte se pusieron como objetivo de sus carreras profesionales llegar al Turismo Carretera, y no la Fórmula 1, ya que según él, Argentina tiene más categorías de autos (no de fórmula) de renombre a comparación de los países vecinos, por lo cual eso, el prestigio local, y una mayor facilidad para llegar y vivir de su vocación, atrajo más a los jóvenes pilotos argentinos en la última década.” Ahora cree que esta situación puede invertirse con la aparición de Colapinto.

A lo largo de la historia, los pilotos argentinos siempre tuvieron participación en la F1, exceptuando en la década de los 60. Los títulos de Fangio en los 50, las luchas reñidas de el “Lole” Reutemann a finales de los 70 y principio de los 80, y los destellos de Fontana en los 90 son algunos ejemplos de pilotos argentinos que no solo pasaron por la Fórmula 1 sino que dejaron una huella hasta tal punto que Argentina permanece entre los 10 países con más victorias en el certamen.

Sin embargo, hasta la llegada de Franco Colapinto a mediados de la temporada pasada, Argentina se encontraba en un bache muy profundo en cuanto a pilotos participantes, quedando Gastón Mazzacane muy atrás en la memoria colectiva como piloto de la Fórmula 1 (sus malos resultados, debido en parte al pobre nivel de sus equipos, tampoco ayudó a que se lo recordara). Tal vez los años venideros con las nuevas generaciones “post-Colapinto” logren un cambio en la tendencia.

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