La industria de la comunicación y el entretenimiento está comenzando a saldar una deuda: la representación de las personas que tienen algún tipo de discapacidades en especial en la televisión y en el cine. El debate que se renueva es si colabora con la inclusión o refuerza estereotipos
Según datos del Gobierno de Argentina, durante el período de enero de 2021 y junio de 2022 se emitieron un total de 173,784 Certificados Únicos de Discapacidad (CUD) en el país. Estas cifras revelan la presencia significativa de personas con discapacidades en Argentina. Sin embargo, la representación en los medios de comunicación sigue siendo insuficiente.
La representación de personas con discapacidades en la televisión y el cine no es solo una cuestión de inclusión, sino también de reflejar con precisión sus experiencias y realidades. Johana Bauer, encargada del área de Salud Mental de EMA (Esclerosis Múltiple Argentina) subraya la importancia de una representación responsable: “Yo creo que está buenísimo que aparezca, entiendo que es un proceso y está buenísimo hablar cada vez más, porque genera conciencia, naturaliza… Pero no debe ser desde la burla”
La película ‘Se puede’ es una obra satírica que presenta un elenco de actores que enfrentan diversas discapacidades, que incluyen hemiplejia, síndrome de Down, autismo y ceguera, entre otras. Este proyecto se desarrolló sin el respaldo financiero del INCAA. Claudio Rey, quien funge como director, guionista y productor de esta película de casi 24 minutos, cuenta que la producción está completamente a cargo de personas con discapacidades, lo que la convierte en una obra única en su género a nivel mundial.
Discapacidades en primera persona
Valentina Perel tiene 49 años y de joven perdió una pierna en un accidente de moto. ‘A mi edad valoro la representación desde un lugar de admiración. A mis 20 años cuando perdí mi pierna realmente me hubiera ayudado con mis inseguridades y mi autoestima sentirme representada en el cine o la TV.'”
La representación negativa y los estereotipos históricos han sido un problema en la representación de personas con discapacidades en los medios, como una sentencia de vida miserable o que se resuelve con un milagroso regreso a la “normalidad”. Bauer ejemplifica esta problemática: “El galán se tenía un accidente con el auto y entonces se quedaba lisiado… pero si estaba en la silla, estaba destinada al fracaso, no iba a conseguir novia “, remarca para explicar un estereotipo de vieja época.
Valentina Perel muestra su satisfacción al observar a alguien que comparte su discapacidad en la pantalla, expresando que esto transmite un mensaje positivo de superación y considera que este mensaje ahora impacta a un público global. “Siento que alguien está enviando al mundo un mensaje de `si, se puede´”.
Para la mujer, el arte y el entretenimiento permite enviar un mensaje para que, quienes tienen discapacidades se sientan “aceptados, alentados, ayudados y contenidos.” Mencion, por ejemplo, a peícula de Barbie, en la que “a la hora de bailar, todas las muñecas se lucen, entre ellas también la Barbie en silla de ruedas.”
Este testimonio ilustra un nuevo lenguaje que adopta el arte: de inclusión y aceptación. Como Perel subraya, “Siento que todo esto nos demuestra que el arte en general ha decidido “hablar” un nuevo lenguaje en donde todos somos aceptados por igual.”
Cambiar la narrativa en el cine y la televisión
La falta de representación precisa y positiva puede empeorar la percepción pública y profundizar los estigmas asociados a la discapacidad. Bauer recalca la necesidad de un cambio en la narrativa: “Me parece que tiene que ver mucho con transformar a quienes hacen cine, a quienes hacen TV en lo que es discapacidad. Y sacarle un poco la solemnidad.”
Un aspecto clave es la diversidad de experiencias entre las personas con discapacidades. Johana Bauer señala que cada discapacidad es única, y representarlas de manera precisa es esencial: “Cada paciente tiene síntomas diferentes, y si quieres hacer que todos tengan los mismos síntomas, de repente transmites un mensaje errado de lo que es la enfermedad.”
La representación en los medios no solo es importante para combatir estereotipos y prejuicios, sino también para promover la inclusión y la aceptación. Johana Bauer explica: “Si podemos naturalizar algunas cuestiones, también va a ser más fácil la convivencia.” Promover la comprensión y la empatía a través de la representación adecuada es esencial para construir una sociedad más inclusiva.
Valentina Perel, con el beneficio de la madurez, destaca cómo los medios reflejan su propia experiencia y la capacidad de las personas con discapacidades para alcanzar sus metas: “Desde mi perspectiva actual, puedo apreciar que todos somos iguales y que una discapacidad no impide que logremos lo que nos propongamos”. “Indudablemente, esta representación contribuye a que nos sintamos aceptados, motivados, apoyados y comprendidos. Los medios de comunicación desempeñan un papel importante en este proceso de promover la aceptación y la inclusión.”
División Palermo, y el aporte a la diversidad
Johana Bauer ofrece una perspectiva reveladora sobre la representación de la discapacidad en los medios. Según sus palabras la serie División Palermo hace “un poco de chiste de la discapacidad, es como si fuera una patrulla de personas con discapacidad de la ciudad de Buenos Aires”.
Bauer resalta la necesidad de utilizar los medios de manera responsable y sensible, especialmente al tratar temas como la discapacidad. En cuanto a su trabajo con la esclerosis múltiple, enfatiza que “no es una enfermedad mortal”, desafiando la percepción errónea que algunos medios pueden perpetuar. Aporta un ejemplo relevante: “Hay una película de Almodóvar en España donde es mucho más frecuente que acá en la Argentina que la paciente se muere. Entonces, en España la paciente se muere y acá no, ¿cómo es?”
Ella subraya que, aunque la representación de la discapacidad puede generar controversia, también puede ser una oportunidad para abrir un diálogo enriquecedor: “Si vos ves la serie de División Palermo, en algunos casos se enojaron y que en algunos se empezaron a reír.” y cuenta sobre un capítulo en el que “se empeparon todos y estaban ahí pasándola bomba y terminando en cualquiera.” Y cuenta cómo esto lleva a debates sobre por qué cuando una persona con discapacidad actúa así “choca” a la gente pero si lo hiciese alguien sin una discapacidad no.