Tres periodistas extranjeros se enamoraron de Argentina e hicieron de su primera lengua una herramienta de trabajo. El Argentinisches Tageblatt, la revista Horizonte Chino y el semanario Buenos Aires Times y sus historias.
Deutscheporteño
Marcus Christoph escribía para un diario local de la isla de Fehmarn, Alemania, pero sus ganas de aprender español hicieron que se despidiera de su tierra. Trabajó un tiempo en el extinto Aktuelle Rundschau de Asunción y, viaje a Europa de por medio, se contactó en 2009 con el Argentinisches Tageblatt para plantear su interés de incorporarse al equipo. Una década después, Marcus sigue en la redacción del prestigioso periódico argentino, hoy semanario, escrito en alemán.
“Nuestro público son las colectividades alemana, austríaca y suiza en Argentina y también la gente que quiere aprender el idioma”, explica Christoph.
Exiliados y opositores en Argentina, en particular judío-alemanes, encontraron su voz en el diario. Y es que el Tageblatt nació con su actual nombre en 1889, fundado por Johann Alemann, y durante las décadas del 30 y del 40 fue crítico del régimen nazi. “El Tageblatt en ese sentido tuvo una postura muy respetable, muy noble”, opina Christoph. En la actualidad, Roberto y Juan Alemann están a cargo de la publicación que sale todos los viernes.
Christoph, que hasta pasó por el panel de Intratables sin saber lo famoso que era el programa, critica de los medios locales “la grieta” y la “falta total de matices”, pero le agrada que en el país “la gente es más abierta”. Hoy, y desde lo periodístico, lo que más disfruta es elegir las novedades nacionales e internacionales que irán en la portada.
Aunque en el semanario predominan las noticias duras, algunas provenientes de la agencia germana DPA y otras, de los vínculos con la diplomacia, también hay lugar para el ocio: la sección más divertida es el crucigrama que da definiciones en alemán, pero con casilleros que se llenan en español.
Pequeña China en el cono sur
La rutina de Hugo Wu por las mañanas consiste en leer Clarín, La Nación, Ámbito Financiero y Minuto Uno y preguntarse: ¿qué noticias son importantes para la comunidad china en Argentina? Su trabajo lleva entre cuatro y cinco horas: junto a su equipo, debe filtrarlas, discutirlas y traducirlas a ideogramas. Wu, director de la revista Horizonte Chino, se encarga así de que su colectividad esté informada todas las semanas.
Originario de la provincia de Fujian, justo frente a Taiwán, el empresario llegó a Buenos Aires en 1995. Recién 13 años después compró el semanario fundado en 1984. Pero los vínculos con su tierra natal persisten: “Nos llegan mails y wechats de gente que nos lee allá, tienen consultas de inversión, negocios, inmigración, turismo”, dice Wu.
“Tenemos estudiantes universitarios chinos que están aprendiendo castellano acá y hacen parte del trabajo de producción”, explica el director. También hacen notas y traducen los contenidos las primeras generaciones de orientales nacidos en Argentina. “No hay fijos: escribe quien tiene tiempo e interés”, expresa.
La publicación, dedicada a la política, la economía y las noticias de la comunidad, hoy cuenta con 20.000 suscriptores online. La mayoría de sus 700 copias impresas semanales circulan, por supuesto, por el Barrio Chino en Belgrano.
Los herederos del Herald
Perth, ciudad al oeste de Australia, fue alguna vez el hogar del periodista Jayson McNamara. Hace diez años llegó a Argentina de intercambio, volvió hace cinco y trabajó en el mítico diario angloparlante Buenos Aires Herald hasta su cierre. Varios periodistas de aquel medio, al igual que McNamara, se mudaron de redacción y hoy escriben en el Buenos Aires Times, suplemento semanal del diario Perfil que nació en 2017 y que se autodefine como “un homenaje” a su antecesor.
“Me inspira la historia del periodismo en idioma inglés en Argentina, que es muy particular y muy fuerte”, asegura el australiano, co-director de la web del Times.
El extinto periódico cumplió un rol clave durante la última dictadura cívico-militar: Robert Cox, editor del Herald en los 70, fue uno de los notables nombres que informó sobre los desaparecidos, poniendo en riesgo su vida. McNamara quedó tan impactado al conocer la labor de Cox que realizó un documental sobre su odisea: Messenger on a White Horse (El mensajero).
“Nosotros tenemos un enfoque relacionado a los derechos humanos históricos y actuales que no es común para otros diarios en idiomas extranjeros.”, asevera McNamara.
A pesar de pertenecer a Perfil y de alimentarse en parte de sus publicaciones, el periodista afirma que el staff del semanario escribe con total independencia. Los une, además del trabajo, que todos tienen al inglés como primera lengua.
Sano optimismo
¿Cuál es el futuro para estos medios que son, contra toda tendencia, en formato papel, de nicho y en idiomas distintos del español? Según sus redactores, hay esperanza y planes para el futuro.
McNamara cuenta que ya están estudiando nuevas formas de llegar a su público: más actividad en redes, networking, alianzas con el mundo diplomático y comercial. Hugo Wu relata los proyectos que tiene en el tintero: “Estamos pensando en armar un equipo en español y también en fortalecer el intercambio de información con China”, expresa. Christoph, por su parte, quiere dar mayor presencia al Tageblatten en el ámbito digital.
“Muchos periodistas apuestan a su oficio desde un lugar que trasciende lo estrictamente laboral y que tiene que ver con una filosofía de vida”, argumenta McNamara.
Ejemplifica con su caso: “En términos más románticos, la simple existencia del Times es un logro en esta época de crisis del periodismo impreso”.
Quizás esto último es lo que mantiene a los tres medios de pie: algo de la historia, algo de las raíces, algo del legado de otros periodistas que sobrevive al paso del tiempo.
Por lo pronto, Wu, McNamara y Christoph planean quedarse en Buenos Aires. Al menos una cosa es segura: en un país tan diverso y agitado como Argentina, noticias no les van a faltar.
Conocé más sobre ellos: