La habilitación de los juegos de azar en línea hizo que las apuestas sean cada vez más comunes en adolescentes
En 2019, se autorizó el juego online tanto en la Provincia como en la Ciudad de Buenos Aires, después de que se decretara la desactivación del Prode y la disolución de la Lotería Nacional. Desde ese momento, la oferta de juegos de azar en línea se multiplicó y se facilitó el acceso a las apuestas, sobre todo para jóvenes y adolescentes.
El crecimiento de las plataformas de juego trae aparejado el involucramiento de jóvenes en esta actividad. Un informe de IBOPE Media reveló que, en Argentina, el 12,5% de los jóvenes de entre 15 y 24 años apostaron alguna vez en su vida. Este número asciende a 15,5% en jóvenes de entre 25 y 34 años, y desciende en adultos de 35 años en adelante. Es decir, la mayor cantidad de jugadores se concentra en los grupos de encuestados más jóvenes.
“Están viendo que los chicos en clase y durante los recreos están apostando”, comenta Adriano Vottero, psicólogo especialista en ludopatía. Vottero explica que, generalmente, los adolescentes apuestan con dinero de sus padres e incluso llegan a generarles deudas en sus tarjetas de crédito. Al detectar estos signos de alerta, muchos padres y maestros comenzaron a preocuparse: “este último tiempo, el año pasado y este año, cada vez se fueron acrecentando más los pedidos de ayuda de escuelas y de clubes deportivos”, agrega el psicólogo.
Acceso de menores a las plataformas de juego online
Si bien este fenómeno está relacionado principalmente con la habilitación de las plataformas legales, también es consecuencia del surgimiento de sitios que no están autorizados por el Estado. “Las plataformas de carácter ilegal son de muy fácil acceso para los jóvenes a través de redes sociales o de sistemas de chat, donde empresas que no están radicadas en Argentina implementan sistemas de apuestas”, explica Walter Martello, defensor adjunto del pueblo de la Provincia de Buenos Aires y responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría.
La facilidad que tienen los menores para acceder a las plataformas ilegales se debe a que estas no cuentan con verificaciones de edad, ya que operan a través de grupos de WhatsApp o Telegram.
El acceso sin supervisión a las billeteras virtuales, según Martello, es también una de las razones por las que los menores de edad pueden participar en este tipo de juegos. Si bien para poder tener una cuenta propia en una billetera virtual es necesario ser mayor de edad, muchos menores poseen cuentas vinculadas a las de sus padres. A través de ellas, pueden operar casi libremente y realizar pagos, compras y transferencias de dinero al igual que lo hacen los adultos.
Publicidad desmedida e influencers
Otra de las causas de la proliferación de las apuestas online es la gran inversión en publicidad de estos sitios. Según IBOPE Media, en Argentina, las plataformas de apuestas que más invirtieron en publicidad lo hicieron con un total de $7.278.964.872 en 2023, veinte veces más de lo que invirtieron en 2021.
Estos números se reflejan en la realidad: los logos de las plataformas están presentes en espectáculos deportivos y en los programas de televisión más importantes. Al respecto, Adriano Vottero expresa: “estamos evaluando si se puede implementar una regulación para intervenir en la publicidad porque se publicita constantemente en las camisetas, en los partidos y en programas de televisión que tienen mucho rating”.
La promoción de los lujos a los que se podría acceder a través de estos juegos y la tentación del “dinero fácil” (sobre todo en el contexto de crisis económica que atraviesa la Argentina) es lo que termina por convencer a los usuarios. “Uno está muy expuesto en todas las redes al deportista o las modelos que te dicen: ‘con lo que gano, me puedo comprar esta otra cosa para seguir divirtiéndome’”, expresa Florencia Vázquez, psicóloga infantojuvenil. La especialista explica que, a través de este tipo de publicidad, se vende una imagen que incita a participar de este negocio que parece “de millonarios”.
Repercusiones y posibles soluciones
Las consecuencias que puede tener el uso compulsivo de los juegos de azar en la psiquis de los jóvenes son severas y enfatizan la gravedad del fenómeno. Incluso las actividades más simples pueden ser difíciles de afrontar para quienes presentan una adicción a las apuestas. }
“Cuando ya está instalado un problema de juego, el adolescente tiene mucha dificultad para cumplir con las tareas de la casa, no se higieniza, se encierra y elige quedarse jugando por sobre, por ejemplo, ir a jugar a la pelota”, explica Vázquez. El bajo rendimiento en la escuela y el aislamiento de los entornos sociales son también muy comunes en los casos de adicción al juego.
Como respuesta a esta situación, que pone en peligro a cientos de jóvenes, la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires busca poner el tema en agenda. Sin embargo, es fundamental también el compromiso de los padres y el trabajo en conjunto con las empresas vinculadas al uso de las plataformas de apuesta. Al respecto, Walter Martello explica: “entendemos que hay que involucrar a las empresas de las billeteras virtuales, a las propias empresas de juego legal y de provisión de telefonía celular, para generar una sinergia que pueda prevenir a futuro los cientos de miles de casos que se van a producir si no hacemos nada”.
