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Por qué Argentina exporta menos vino que Chile

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A fines de la década del 80′, Argentina se lanzó a la carrera de la exportación de vino. La producción nacional aumentaba y el consumo interno no era suficiente para vender todo en el mercado interno.

En estos últimos años, la industria nacional vitivinícola mostró una gran capacidad de desarrollo, pero encuentra trabas para seguir creciendo a nivel mundial.

En una comparación con el principal competidor de la región, Chile, se demuestra que es posible seguir conquistando mercados en el sector, pero que para que eso suceda, no alcanza con tener más producción o más tierras: la situación económica nacional es clave para el despegue internacional.

Según datos de la organización Vinos de Chile, en el mes de enero se recaudaron 153,5 millones de dólares, que proviene de los casi 63 millones de litros exportados. Mientras que para la Argentina, los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura indican que los ingresos fueron por 62, 8 millones de dólares producto de la venta de más de 24 millones y medio de litros de vino. Argentina en tres meses de ventas logra igualar lo que Chile envía al exterior en un mes

“Las condiciones macro-económicas del país desde el año 2011 no han sido favorables para continuar con un proceso de crecimiento ininterrumpido y a tasas del 15% y 18% anual”, explica Mario Giordano, gerente general de Wines of Argentina.

Para Giordano la disminución en el crecimiento de la industria vitivinícola local engloba varios factores. “El tipo de
cambio, el incremento de los precios, las restricción a las inversiones, es decir, una serie de condiciones que repercuten luego en el volumen exportado porque eso afecta el precio final”, asegura.

La Argentina perdió la pugna principalmente en los segmentos que más se consumen en el mundo que son los vinos de medio y bajo precio. “La gran ventaja de Chile está en que nosotros perdimos competitividad en algunos segmentos de precios, que nos han obligado a dejarlos, o a aumentar el precio, porque no se puede transferir la inflación interna a los precios externos, más allá de lo que la inflación internacional permite”, señala Giordano.

Los exportadores chilenos tiene como ventaja el conocimiento del mercado internacional, en el que se iniciaron en la década del 70′. Lograron especializarse en la producción y venta al exterior del vino, marcando un aumento constante en sus ventas: entre 2004 y 2014 los saldos se triplicaron.

Otra de las grandes diferencias entre ambos países es las características del mercado interno de cada uno. Mientras que en 2012 el consumo de vino en Argentina era de 24,4 litros per cápita, en Chile, sólo se consumía 15,5 litros por habitante, según datos del informe “Consumo de Vino per cápita en el Mundo”.
En este sentido, Giordano asegura que, la gran influencia del mercado interno, es uno de los principales factores que condicionan la exportación.Sin embargo, Argentina logró conquistar los mercados de Estados Unidos y Perú y, en la actualidad,  se expande en Latinoamérica donde antes no figuraba.
Los objetivos, dicen desde Wines of Argentina, es que la cultura vitivinícola crezca en “esa dicotomía entre el llanto y la risa que hacen a la Argentina un país deseable de conocer de alguna manera”. Que sea entonces, a través del vino.

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