En los últimos 14 años se produjo una disminución del 24,8% de los matrimonios en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que los divorcios se mantuvieron en el mismo nivel. Esto implica un cambio en la concepción de la institución familiar y la necesidad de realizar políticas que promuevan la vida familiar.
En Buenos Aires en 2024 hubo un divorcio cada dos matrimonios, una cifra que se mantiene estable con el paso de los años, pero que debe ser entendida en un contexto en el que cada vez hay menos matrimonios, según un estudio publicado por el Instituto de Matrimonio y Familia de la Universidad Católica Argentina (UCA).
“Los datos refieren a que hay 53 divorcios cada 100 matrimonios, esta cifra coincide con las de otros países de América Latina. Por ejemplo, en Chile hay 59 divorcios cada 100 matrimonios, en Ecuador y Brasil 47”, afirmó María Inés Passanante, integrante del Instituto para el Matrimonio y Familia de la UCA.
Cómo disminuyeron las cifras de matrimonios en los últimos años
La cantidad de matrimonios muestra una caída sostenida desde el 2010, según datos del Instituto de Estadística de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (IDECBA). Ese año se registraron más de 13 mil casamientos, mientras que en 2024 apenas superaron los 10 mil, lo que representa una disminución cercana al 25%.
El punto más bajo se registró en 2020, cuando la cantidad de alianzas fue de 3.900 producto de las medidas sanitarias por la pandemia de Covid-19. Es por esto que a partir del siguiente año comenzó una recuperación, alcanzando en 2022 los 13.300 matrimonios, la segunda cifra más alta de los últimos 15 años.
Sin embargo, esa recuperación fue breve, ya que en 2023 y 2024 los números volvieron a descender y se espera que para este 2025, la cantidad de matrimonios ronde entre los 8 mil y los 10 mil.
Menos matrimonios, más uniones civiles
Según los últimos datos publicados por el Registro Civil porteño en 2024 las uniones civiles aumentaron un 60% en relación al mismo período del año anterior, mientras que los matrimonios disminuyeron un 12%. Estos datos revelan una cifra récord en cuanto al crecimiento de las uniones civiles y una tendencia a la baja en el número de matrimonios tradicionales.
De acuerdo con un informe elaborado por Telefé Noticias, esta elección debe ser explicada desde el “bolsillo”. Las uniones civiles permiten acceder a ciertos beneficios y derechos que otorga el matrimonio -como incorporar a la pareja en la obra social, pedir créditos o unificar sueldos-, pero sin la rigidez ni la formalidad del mismo.
El matrimonio implica una relación legal de por vida con efectos automáticos sobre herencia, impuestos, y otorga derechos y protecciones a nivel federal, mientras que la unión convivencial es un acuerdo que puede ser más fácil de disolver y no incluye automáticamente estos derechos, como la herencia directa o la posibilidad de presentar impuestos federales conjuntamente ya que solo reconoce derechos a nivel estatal o local.
La evolución de los datos de divorcios en los últimos años
Los datos de divorcios publicados por el IDECBA en los últimos 10 años demuestran una cierta estabilidad, si bien en 2017 se registró el pico más alto con 8.217, los número más recientes promedian entre 6500 y 5500 divorcios por año en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Si tomamos la serie de números de divorcios sancionados entre el 2010 y el 2024 no hay un aumento tan grande, en cambio sí disminuyen mucho los matrimonios, y ese es el problema”, agregó Passanante.
La importancia de fortalecer el proyecto de vida familiar
La falta de políticas públicas que promuevan los matrimonios y la conformación de una familia van de la mano con la realidad que demuestran estos datos. “Es importante educar en valores que tengan que ver con la importancia de crear un proyecto de vida familiar, porque eso es lo que está faltando en general. Disminuyen los matrimonios, disminuye la natalidad”, aseguró Passanante.
En 2023 se registró una tasa de fecundidad de 1,09 hijos por mujer, lo que derivó en el nivel más bajo registrado en el distrito, según el último informe del IDECBA.
El descenso de la fecundidad no afecta de la misma manera a toda la zona de la ciudad, mientras que el sur porteño presenta tasas relativamente más altas, el norte y centro se caracterizan por niveles más bajos. Esta distribución está asociada al nivel socioeconómico y educativo de la población.
Una sociedad cada más individualista
La merma de matrimonios no puede ser explicada por una única razón, sin embargo, Carlos de Angelis, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), o la misma Passanante coinciden en que esta caída puede ser entendida por los valores “fuertemente individualistas” que rigen en la sociedad y que las nuevas generaciones buscan tener menos ataduras.
“Hoy en día prevalece la autonomía, el proyecto personal, la realización de cada uno y eso hace que sea más difícil llevar adelante un proyecto familiar o matrimonial. Por eso digo que es una cuestión de valores de una sociedad posmoderna”, explicó Passanante.
Sumado a esto, De Angelis, en diálogo con el programa Digamos Todo, remarcó que esta tendencia se expande en la Argentina “por la incertidumbre y la falta de visualización de un futuro económico. La economía no crece desde hace más de una década y eso complica los proyectos a futuro”.