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Fútbol y seguridad: quién controla los estadios

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Los incidentes en el partido entre Independiente y Universidad de Chile volvieron a poner el foco sobre la seguridad en los estadios de fútbol. Cómo se organiza el control

La seguridad en las canchas de fútbol profesional quedaron en el centro de la atención pública luego de los graves incidentes que se registraron en el estadio de Independiente cuando jugaba contra un equipo de Chile por la Copa Sudamericana.

Un día después, River Plate jugaba de local su partido de vuelta de Copa Libertadores y se activó un esquema de seguridad especial a la luz de los incidentes en Inependiene. En la Ciudad de Buenos Aires hay cerca de veinte estadios de fútbol profesional y decenas de miles de hinchas se movilizan cada fin de semana.

El funcionamiento de los operativos parte de una coordinación entre el Comité de Seguridad en el Fútbol de la Ciudad, la Policía de la Ciudad, los clubes organizadores y, en el caso de torneos internacionales, con la participación de organismos de CONMEBOL.

El modelo incluye inspecciones previas de los estadios, la definición de aforos, la contratación de personal privado de seguridad por parte de los clubes y el despliegue de fuerzas policiales en anillos externos para controlar ingresos y accesos. Sin embargo, la práctica demuestra que la articulación entre actores suele ser insuficiente.

Uno de los puntos sensibles es la contratación de seguridad privada por parte de los clubes. Según la normativa vigente, las instituciones deben cubrir con personal propio el control en el interior del estadio, tribunas, pasillos, accesos a plateas, mientras que la Policía se encarga de los anillos perimetrales.

El problema radica en que muchas veces los clubes recurren a empresas tercerizadas de bajo costo, con personal precarizado y sin la capacitación adecuada para contener situaciones de alto riesgo, lo que deja a la fuerza pública sobrecargada.

El manejo de la seguridad en el fútbol porteño enfrenta, además, un dilema estructural: la tensión entre los clubes y el Estado. Por un lado, las instituciones reclaman que los altos costos de los operativos recaen sobre sus arcas, en un contexto económico ya complicado.

Por otro lado, el gobierno porteño exige mayor responsabilidad dirigencial para garantizar que el espectáculo no se transforme en un campo de batalla.

El comunicado de Independiente contra la decisión de la Conmebol

Esta tensión abre la puerta a discusiones sobre quién debe financiar la seguridad y cómo evitar que las barras bravas continúen condicionando la vida de los clubes.

Cómo se garantiza la seguridad en el fútbol

En este escenario, especialistas advierten que no basta con reforzar la presencia policial. La experiencia internacional muestra que la clave está en la planificación integral: controles de acceso con tecnología, mejores protocolos de evacuación, formación profesional de la seguridad privada y un compromiso real de los dirigentes para aislar a las barras.

Mientras tanto, los recientes episodios dejan claro que el fútbol en la Ciudad de Buenos Aires sigue atrapado en un círculo de improvisación y conflictividad, que amenaza la seguridad de miles de hinchas cada fin de semana.

Leandro Manzano, director del Comité Ejecutivo de Seguridad en el Fútbol de la Ciudad de Buenos Aires, explicó cómo se distribuyen las responsabilidades entre clubes, fuerzas policiales y seguridad privada, y cuáles son los desafíos de cara al futuro.

“La seguridad en los estadios de la Ciudad de Buenos Aires se maneja a través de un sistema integral que articula organismos públicos, clubes y empresas privadas”, explicó Manzano a Punto Convergente.

“Somos un sistema integral de seguridad que trabaja con la Policía de Eventos Preventivos Masivos, dedicado exclusivamente a espectáculos futbolísticos”, señaló el mandatario, quien supervisa tanto los partidos de primera división como los del ascenso en la Capital.

Cuántos policías se necesitan para un partido de fútbol

La cantidad de efectivos se define en mesas de trabajo que reúnen a organismos de control, tránsito, operaciones, dirigentes y jefes de seguridad de los clubes. Según el funcionario, “hay un enlatado: por ejemplo, si juega River siempre de local tenés 960 policías más 656 agentes de seguridad privada contratados por el club”.

Leandro Manzano (primero en la imaen) en la reunión de la Mesa de Enlace y Coordinación Interjurisdiccional para la Seguridad en el Fútbol de CABA y AMBA del 7 de agosto

De hecho, en el “Más Monumental” se reforzó el dispositivo de seguridad con una serie de medidas específicas para el partido contra Libertad por Copa Libertadores. En la tribuna Centenario-Alta se colocaron acrílicos y lonas rojas para separar a los simpatizantes de River de los paraguayos, mientras que en la zona visitante se instaló un alambrado adicional que impidió el lanzamiento de objetos hacia el campo o hacia otros sectores. Estas barreras físicas buscaron minimizar los riesgos y asegurar un control más estricto dentro del estadio.

El operativo general incluyó tres anillos de control con lectores de códigos QR y cachés para verificar las entradas, además de la presencia de más de mil policías, agentes de tránsito y 650 efectivos de seguridad privada.

Se aplicó el programa Tribuna Segura, que permitió identificar a hinchas con derecho de admisión o deudores alimentarios, quienes no pudieron ingresar. A su vez, se dispuso una separación de accesos: los seguidores de Libertad entraron por la calle Padre Neuman, mientras que los locales lo hicieron por Udaondo y Libertador, evitando cruces entre ambas parcialidades.

Las barreras rojas que se incorporaron después de los destrozos en Independiente

En los partidos considerados de alto riesgo, como un Boca-River, la planificación se refuerza. “Aunque no haya visitantes, es un clásico histórico que puede derivar en incidentes. Por eso en la previa del comité se define dónde se ubican los refuerzos”, explicó.

Anillos de seguridad y responsabilidades

La organización se basa en tres anillos de seguridad. “El organizador, que es el club, y la seguridad privada trabajan en el anillo uno. La Policía tiene responsabilidad en los anillos uno y dos, mientras que el anillo tres pertenece a la comuna ya brigadas especiales”, detalló Manzano.

Este esquema busca delimitar funciones claras: dentro del estadio y zonas aledañas inmediatas, los clubes y su personal privado tienen mayor injerencia, mientras que las fuerzas estatales controlan los accesos y la periferia.

Respecto a la presencia policial en tribunas, aclaró: “No se ubican en la tribuna porque incitan a la violencia. Se hizo un estudio que demostró que la imagen del uniforme dentro de la reacción del género popular. Por eso los grupos de choque están bajo tribuna y actúan solo si es necesario”.

Seguridad privada y relación con las barras

La seguridad privada constituye una clave de actor. Sin embargo, Manzano remarcó que la contratación depende exclusivamente de los clubes. “Nosotros podemos sugerir refuerzos, pero el vínculo es directo entre el club y la empresa. Siempre deben estar homologadas y habilitadas”, dijo.

Sobre el vínculo de estas empresas con las barras, se mostró cauto: “Si algún miembro de seguridad privada tiene relación con la barra es algo difícil de comprobar. Una cosa es el diálogo necesario para ordenar el ingreso, otra es la connivencia. Eso hay que diferenciarlo”.

Tecnologías y prevención

La estrategia incluye programas tecnológicos como Tribuna Segura , que desde 2015 obliga a ingresar con DNI y detectar órdenes de captura o restricciones judiciales. En algunos estadios también se está implementando el Face ID. “River ya aplica el ingreso facial. Eso termina con la reventa y permite identificar a cada persona por su DNI y su cara”, detalló.

En su visión, la clave está en anticiparse: “Nuestro número uno es prevenir, número dos es prevenir y número tres también es prevenir. Solo en cuarto lugar aparece la actuación represiva”.

El debate sobre el público visitante en el fútbol

Uno de los debates actuales es el regreso del público visitante. En la Ciudad, la decisión es esperar. “Por este año dijimos que no. Si vuelve será con protocolos estrictos, con premios y castigos según el comportamiento de cada hinchada”, sostuvo.

La mirada de Manzano también trasciende fronteras. Actualmente se negocian convenios con Paraguay y Brasil para coordinar operativos en competencias internacionales. “Queremos que los operativos trasciendan fronteras, para que los hinchas argentinos estén cuidados afuera y los extranjeros también acá”, explicó.

Cuántas canchas hay en la Ciudad de Buenos Aires

La de Buenos alberga 18 canchas profesionales en sus distintas divisiones, lo cual la convierte en la urbe con mayor cantidad de recintos futbolísticos profesionales a nivel mundial. Esto genera que, cada fin de semana, se disputen un promedio 9 en dicha parte del país.

El mandatario de la seguridad en el fútbol de CABA resumió el desafío que enfrenta cada fin de semana: “La seguridad es muy amplia y el fútbol es una industria muy grande”.

“En la Ciudad podemos organizar operativos para 90 mil personas en River o 56 mil en Boca, algo que en pocos lugares del mundo se logra. Nuestro objetivo es que el espectáculo sea seguro sin importar banderas políticas o jurisdicciones”, completó.

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