Punto Convergente

El ciervo colorado, entre la rentabilidad y los riesgos del proceso productivo

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Tanto la carne como la piel y la cornamenta son muy valorados en el mercado internacional. Los ejemplares que habitan en la Argentina fueron importados principalmente de Nueva Zelanda y Europa del Este. La provincia de La Pampa concentra el mayor número de venados del país.

“La producción de ciervos es una producción alternativa, viable y con gran potencial. En el país se encuentran 27 criaderos con un total de 30.000 cabezas, sin contar los 300.000 individuos silvestres que compiten con esta producción”, comentó Cruz Alberdi, licenciado en Agronegocios quien escribió su tesis sobre la cría de ciervos colorados. Estos criaderos están distribuidos en las provincias de Neuquén, Rio Negro, Entre Ríos, Córdoba, San Luis, La Pampa, Buenos Aires y Chubut, y la mayoría de estos criaderos importan embriones congelados de países como Nueva Zelanda para conseguir la genética adecuada además de utilizar alambrados altos y la práctica de la inseminación artificial.

Desafíos

En 1984 la provincia de La Pampa declaró al ciervo colorado como especie sujeta a la explotación ganadera, dando pie al desarrollo de la actividad como especie ganadera. La provincia cuenta en la actualidad con 7.600 hectáreas dedicadas al ciervo colorado con un rodeo aproximado de 17.000 cabezas, alrededor de 35% del total de estos animales.

Aunque el consumo de carne de ciervo es bajo, siendo un producto nicho dirigido principalmente a mercados internacionales, el comercio de la cornamenta (velvet) y sus pieles son muy valiosas en el mercado internacional. También es muy importante la industria de la cacería y el turismo, principalmente para extranjeros, por su atractivo y precios más acomodados que en otras partes del mundo. 

“La producción de ciervos es una producción naciente, que está creciendo despacio pero que tiene grandes atractivos y puede prometer mucho si se la sigue explorando y desarrollando. Tanto a nivel nacional como internacional, la demanda de los productos y subproductos de este animal está creciendo, pero las cantidades ofrecidas son bajas”, destacó Alberdi. “Hay muchas normativas sanitarias y de bienestar animal desde la cría hasta el transporte que convierten a esta producción en un gran desafío. También, los altos costos de la inversión y el difícil manejo de los animales son grandes obstáculos para la implementación de esta actividad”, agregó el licenciado. Tampoco puede obviarse el brote de aftosa de 2006 que retrajo fuertemente las exportaciones.

La carne de ciervo (venison) es valorada como un producto gourmet bajo en grasas y colesterol. Los principales mercados internacionales incluyen Alemania, Bélgica, Estados Unidos y Francia. La cornamenta, utilizada en medicina tradicional asiática, tiene precios que rondan los 55 USD/kg en mercados internacionales.

En Nueva Zelanda, la carne en gancho se paga entre 6 y 7,9 USD/kg, mientras que en Europa cortes como el solomillo alcanzan los 17-22 EUR/kg. En Argentina, los precios locales son menos sistematizados, pero se encuentran entre $6.000 y $10.000/kg, dependiendo del corte.

El primer ciervo colorado en Argentina

El “Castillo” del Parque Luro

Los primeros ciervos traídos a la Argentina datan de principios del siglo XX, en la estancia Pedro Luro, en la provincia de La Pampa. En 1902 Pedro Olegario Luro introdujo el primero grupo de ciervos colorados traídos del centro y este de Europa. Los ciervos de la hoy convertida en la “Reserva natural Parque Luro” fueron traídos con el propósito de funcionar como coto de caza que luego se reprodujeron y extendieron en estado silvestre, y hoy recorren libremente las 7600 hectáreas.En el partido de Coronel Pringles, oeste de la provincia de Buenos Aires, próximo a la localidad de Sierra de la Ventana, se encuentra la estancia San Pedro que se dedica a la cría y reproducción de ciervos colorados originalmente traídos de Nueva Zelanda a comienzo de 1920. Fermín Srur fundador de la cabaña de ciervos a los pies de la sierra fue quien comenzó con la cría de ciervos en la zona a principios de los 90s. En un principio como un hobbie, hoy sirve de ejemplo para otros criaderos de ciervos en el país.  

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