Punto Convergente

El polo y los petiseros, un talento de exportación

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En tiempos de crisis económica, mirar las posibilidades de empleo en otros países es una alternativa. Pero hay un deporte que hace tiempo se dedica a llevar profesionales a trabajar fuera del país: el polo, que más allá del disfrute de los espectadores, implica una coordinación de tareas para que los caballos y los jugadores salgan a la cancha con equipos profesionales muy demandados en el exterior.

Para la práctica del polo se necesitan veterinarios, herreros y petiseros, todos abocados al cuidado del motor del deporte, el caballo. El petisero o cuidador, tiene una relación central con el animal. Conviven todos los días, los alimentan, los asean y los ejercitan.

Pero el vínculo llega hasta el punto de que saben distinguir cuando el caballo esta de buen o mal humor, con o sin ganas de trabajar y ese conocimiento es lo que hace que los jugadores de polo elijan a sus mejores petiseros para que los acompañen a los torneos de Estados Unidos, Gran Bretaña o donde sea que sean invitados a jugar.

Los polistas dejan a sus caballos al cuidado de quienes mas confíen. Muchas veces, se refieren a ellos como “sus ojos dentro de las caballerizas” porque saben lo mismo y hasta mas que el propio dueño del caballo.

“El buen petisero es una especie en extinción, ya cada vez hay menos fanáticos” dice Mariano Aguerre.

Un día en la vida de un petisero, al cuidado de caballos de polo

Las jornadas de trabajo son largas, aunque su intensidad varía según el clima o la época del año. En verano se comienza alrededor de las 5:00 de la mañana. Principalmente porque es la temporada alta de polo, se juegan partidos o practicas casi todos los días, a eso sumado los intensos calores, que obligan a finalizar el trabajo a las 11am y se dé por terminada la mañana.

La actividad se retoma a las 15:00 y finalizarla a las 20:00. Pero los horarios de trabajo se van acortando a medida que se avecina el invierno, hay menos horas de luz y además el frio suele dificultar mas el trabajo con los caballos.

Vareo con niebla y frio, ejercicio obligatorio para que los caballos mantengan estado fisico.

Es un trabajo que ocupa las 24 horas del día los 7 dias de la semana, los petiseros suelen hasta dormir en cuartos que son parte de los establos o en casas dentro del club en el que trabajan.

El petisero de Matías Nigoul, Félix cuenta “me acuerdo cuando la mejor yegua de mi jefe tuvo un cólico, me ponía alarmas cada dos horas para ver cómo se encontraba, prácticamente no dormía… por suerte no se murió, sino me moría yo atrás de ella” concluye con una sonrisa.

Para el petisero, es un honor ser elegido para viajar. Y también, hacen una diferencia ecónomica con su salario argentino. “hace ya mas de cinco años que viajo a Inglaterra y con esa plata me fui armando mi casa -dice el petisero de Ellerstina, Enzo Berdon– y agrega, ni hablar si aceptase viajar a Estados Unidos y España, me juntaría muchísima mas plata. Pero es mucho tiempo fuera del país”.

Cuánto se gana por cuidar caballos de polo

Los sueldos en argentina oscilan entre los $80.000/120.000, depende de quien sea el polista, los mejores pagan sueldos más elevados principalmente porque son más demandantes en cuanto a la cuida del caballo.

“Casi no se ven petiseros ingleses o estadounidenses, no es una profesión muy común”, dice el polista de General Lamadrid, Celestino Rivera. El mozo de cuadra argentino es un talento de exportación debido a que se distingue por muchos factores. “acá son mejores, principalmente porque comienzan a trabajar el oficio desde temprana edad, ya sea porque vivieron en un campo o porque previo a cuidar caballos de polo, estuvieron a cargo de caballos de otras disciplinas, entonces por alguna de esas dos características los hace que se destaquen por sobre cualquiera de otro lado del mundo” dice.

Y agrega rápidamente: “Quienes cuidaron caballos purasangres suelen ser los mejores, más que nada porque son muy detallistas, esto es causado por haber cuidado un solo caballo que es muy delicado”

Con un castillo de fondo, los mozos de cuadra ensillan un caballo en Cowdray Polo Club

Es mundo laboral muy competitivo, cada jugador tiene entre 8 y 10 empleados, pero solo 2 o 3 consiguen irse. El encargado de la organización del jugador de La H, Pablo Pieres, Alberto “Patan” Nigoul, declara “yo elijo para viajar a los tres mejores, al que madruga, es ordenado y priorice al caballo, antes que nada -y agrega- el que toma mate pero el caballo tiene el box sucio, no lo llevo. Me llevo al que tiene el box limpio y después toma mate”. Por esto mismo es un premio y honor.

Bonos, sueldos y destinos en el exterior

El primer destino para el mozo de cuadra es Palm Beach, Estados Unidos. Donde pasan cinco meses, y traen 17500 dólares fijos. En el caso de que el equipo para el que trabajan gane un torneo, se les otorga un bono de 3500 a 4000 dólares, un sueldo. Si ganan otro torneo, se cobra otro bono, por este motivo, los petiseros quieren estar en los mejores equipos o ensillar para los mejores jugadores.

El segundo destino, es Inglaterra, lugar donde se hospedan los certámenes de polo más antiguos y prestigiosos de la temporada exterior. Allí, pasaran tres meses del año, de mayo a julio, el verano inglés. Los sueldos en Reino Unido son entre 1800 a 2400 libras por mes, y se repite la modalidad de pagar un bono por cada certamen que se conquista.

“Lo que esta bueno, es que además nos dan viáticos semanales para comprarnos cosas que el club no nos provee -cuenta Mauro, ex cuidador de Park Place- y añade, lo que no gastábamos nos lo quedábamos, así que no tenes mucho gasto afuera” .

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