Meses y meses de cuarentena estricta, de encierro, de incertidumbre y de miedos, por todo esto pasamos durante buena parte del 2020. Cada uno buscó su forma de atravesar ese momento de la mejor manera, algunos se centraron en hacer actividad física para estar en forma, otros buscaban el zoom con amigos o en el caso de los más jóvenes, disfrutaban de juegos de trasnoche como el “among us”. Todos buscamos, por lo menos buscamos, la manera de no perder la cabeza.
Un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires (UBA), en particular por su facultad de psicología, analizó el impacto psicológico de la cuarentena estricta en las personas y encontró que casi el 75% de los encuestados experimentaron malestar psicológico a los 115-124 días de cuarentena obligatoria.
Se analizaron tres periodos, abarcando cada uno de ellos un fragmento de este mencionado encierro. El “período 1” (7-11 días de cuarentena obligatoria), el período 2 (50-55 días de cuarentena obligatoria) y el período 3 (115-124 días de cuarentena obligatoria). Se observó un aumento “significativo” y exponencial de casos en riesgo de padecer un trastorno psicológico o mental al comparar los periodos. Comenzó en 4,86% de los participantes en el primer periodo y culminó con un 8,1% en el tercero. Un aumento cercano al 100%.
El informe también se refería a la realización de conductas “saludables” para la salud mental, tales como la actividad física/deportiva, la vida sexual y la práctica religiosa. Sin embargo, hay una conducta saludable que no se analizó, por supuesto porque es muy difícil de medir: la risa, el humor. Algo que resulta fundamental para seguir atravesando el contexto pandémico.
La importancia de reírse para el cerebro humano, y el impacto que tiene en la persona, es de suma importancia para atravesar momentos como este. Así lo comenta la psicóloga Susana Castrataro: “la pandemia es la incertidumbre, el miedo, en psicoanálisis lo llamamos lo “real”. Ante lo real, siempre surgió el humor, los chistes en los velorios, el humor negro, etc. Ante lo real, que es incontrolable, inmanejable, ese humor que nos da otra perspectiva sobre lo real pero desde un lugar donde lo puedo contemplar, lo puedo asimilar”, expresó.
“El humor genera un circuito, que nada menos, implica que en ese momento estamos en presente, en presencia nuestra y estamos sacando lo que está mal, lo que nos da miedo, queda todo afuera por un momento”, agregó.
Ahora los invito a retroceder un poco en la vida de cada uno, por supuesto que el camino que haya que volver hacia atrás dependerá de la edad de nuestros amigos lectores. Resulta que los humanos empezamos a desarrollar esta habilidad de reírnos a los pocos meses de nacer y a medida que vamos creciendo, vamos moderando nuestro sentido del humor hasta que nos convertimos generalmente en seres de “risa difícil”. Se estima que un niño ríe una media diaria de 300 veces al día, contra el promedio de entre 15 y 100 veces diarias que promedian los adultos.
“Al sonreír activamos un montón de músculos que ya empiezan a generar lo que se llaman los neurotransmisores de las endorfinas, que van generando emociones placenteras. Se lo llama “opioide endógeno”, inhibe el sufrimiento psicológico y produce un fortalecimiento del sistema inmune”, añadió la especialista.
“Es fundamental como premisa que uno debe reducir el contacto con informaciones de estas negativas que generan ansiedad y tristeza“
Susana Castrataro
Incluso la risa tiene su propia terapia, la risoterapia, valga la redundancia, la cual consiste en la utilización de diferentes ejercicios y actividades a las que se someten una persona o un grupo. El paciente es conducido a un sentimiento de desinhibición que lo haga llegar tanto a la risa ensayada como a la risa espontánea. Ambas tienen el mismo efecto ya que el cerebro no distingue entre una u otra.
Hay muchas cosas que pueden sacarnos esa sonrisa tan poderosa a la que se refiere …, sin embargo, dentro de nuestra sociedad hay especialistas en hacernos reír, o por lo menos en intentarlo, los humoristas. Por ejemplo, Alfredo Silva, quien cuenta con una larga carrera en teatro y televisión, por ejemplo ha estado en Peligro Sin Codificar, Johny Allon y ahora con Guido Kaczca en “Bienvenidos a Bordo”, ha sido uno de los primeros en entender la importancia de la risa para atravesar la cuarentena.
“Con la pandemia son todas malas noticas, la gente necesita reírse, el humor es fundamental, es una vacuna más”, comentó el humorista, que cuando comenzó la cuarentena empezó a hacer vivos en Instagram contando chistes para intentar aliviar un poco la situación. “Fui el primero en hacer eso vivos, después se sumó Alacrán conmigo. El humor es un recreo a los problemas que tiene cada uno, reírse es salud”, continuó.
Además de los humoristas tradicionales, las generaciones más jóvenes encuentran la risa en los denominados “memes”, definidos como “un texto, imagen, vídeo u otro elemento que se difunde rápidamente por internet, que a menudo se fabrica con fines humorísticos”. El humor es fundamental, es una vacuna más
Como exponente de este último estilo quizás más jovial, está Santiago, creador de “Metiste un twitazo”, un perfil de Instagram dónde justamente se dedica a fabricar memes sobre realities populares, como Masterchef Celebrity o la Voz Argentina. “El motivo por el que cree la cuenta fue básicamente para poder compartir lo que me hacía reír y que las demás personas también se rían, sobre todo en el contexto en el que estábamos de pandemia”, confesó.
A su vez, Santiago explicó que en un momento determinado fueron sus mismos seguidores los que demandaban su contenido. “En un principio subía memes porque me gustaban o me hacían reír pero no era consciente de la llegada que tenía en la gente, hasta que empecé a recibir mensajes donde la gente me agradecía por hacerlos reír o sacarles una sonrisa”, explicó el creador de contenido.
“Mucha gente me escribía y me decía “esperamos ver el programa para ver tus memes” y eso para mí es un montón. Recuerdo un día que se me complicó y no subí nada en todo el día, y cuando entré a la cuenta al otro día, tenía un montón de mensajes de personas que no conocía preguntándome si estaba bien o me había pasado algo porque les parecía raro que no haya subido nada, ahí caí en lo que la cuenta generaba en los demás”, agregó.
Volviendo al consumo de medios, según un estudio del Target Group Index (TGI), cada generación adaptó su consumo de noticias para atravesar la cuarentena, por supuesto, todas ellas lo aumentaron. En cuanto a la televisión, la generación X (nacidos entre 1967 y 1982), aumentó su consumo de este medio, con más afinidad en TV Paga (47%). Por su parte, los Baby Boomers (nacidos antes de 1967), aumentaron un promedio de 41 minutos de consumo televisivo. Frente a este aumento en la búsqueda de noticias, la psicóloga argumenta lo siguiente:
“Es fundamental como premisa que uno debe reducir el contacto con informaciones de estas negativas que generan ansiedad y tristeza, no para distraerse o escaparse sino para saber qué todos los seres humanos tenemos la capacidad de crear la realidad, nosotros atraemos lo que somos”, explicó.
“El humor es una vacuna más”
Alfredo Silva
“Nunca van a parar de venir y/o llegar eventos. Entonces, si nos vamos a dejar llevar por si estos son buenos o malos, es decir, si estos son buenos voy a estar con humor y si son malos voy a estar mal, no se trata de eso, sino de estar como yo quiero estar, la pregunta es: ¿Qué quiero hacer con lo que me pasa?”, finalizó Castrataro.