Después de siete meses de cuarentena, de a poco comenzó a reanudarse la actividad y a empujar la economía. Cerca de fin de año, la pregunta es cómo se van a desenvolver las vacaciones. Se estima que la mayoría será dentro del país y los partidos de la costa se preparan. ¿Cómo llega y dónde está parada la costa para el verano?
Esteban Alejo Sanguinetti es el responsable del Balneario Médanos en la ciudad costera de Miramar y sus ingresos son sólo durante temporada, apertura que recién se lleva a cabo en diciembre. Sus ingresos dependen 100% de la temporada.
Otro de los tantos afectados por la falta de turismo fue Nicolás Di Costanzo. Di Costanzo es parte de la empresa familiar, “Pescaderia Di Costanzo” ubicada en varias localidades de la costa. Explica que se vio muy afectado en semana santa, momento que la gente consume mucho pescado. “Dependemos mucho de lo que es el turismo, la venta desde semana santa bajó un 55%”. Además, otro aspecto que le trajo muchas pérdidas fue al momento de buscar materia prima. Di Costanzo, en el momento de sacar el barco a pescar tiene que gastar $90.000 en hisopados.
A pesar de las problemáticas la mayoría ve como una posible salida el reinventarse, adecuarse a la situación. Franco Otero, parte de la familia de Lucciano´s , remarca que al tener locales en la ciudad de Buenos Aires, su año “es parejo” y no depende sólo de la temporada en la Costa, como en la época en la que sólo tenían locales en Mar Del Plata. Esto le sucede a Franco Martínez, uno de los dueños de la birreria “Garage Bar”, quien abrió en la costa el local justo tres semanas antes de que se iniciara la cuarentena.
Martínez buscó opciones y aprovechó la expansión del comercio de latas de cerveza traídas de Buenos Aires o de La Plata, y si bien no deja mucho margen, da cierta imagen favorable. También apeló al delivery y take away, pero que “no representa ni un 20% de lo que son las ventas generales cuando estábamos abiertos al público normalmente”.
El responsable de Garage Bar explica que la Municipalidad de General Pueyrredón tiene poca comunicación con los comercios y se van enterando de las novedades mediante el boletín oficial.
Sanguinetti, del balneario Médanos está a la espera de precisiones del protocolo establecido porque se estima que sólo podrá ubicar sombrillas o carpas. Y ver si se permite ping pong, pileta, tenis y otras atracciones. En caso de que haya restricciones, pedirán bajar las cargas sociales y el canon, los deja en una gran problemática. Sanguinetti afirma que “muchos del rubro pensamos en no abrir si no se establece un protocolo que nos beneficie a ambas partes”.
Federico Bastante y Valentino Leali