Ximena Ghisani tiene 27 años, es periodista apasionada por el cuidado del medio ambiente y decidió viajar a Brasil en medio de la desinformación por la problemática en el Amazonas para relatar desde su mirada cómo afectó los incendios a la selva amazónica.
En diálogo con Punto Convergente, Ghisani contó por qué decidió viajar de manera independiente para cubrir este acontecimiento y con qué panorama se encontró en Brasil.
¿Por qué decidiste viajar a la Amazonas?
Lo motivó a viajar en el mes de Agosto fue una frase que leí en algún medio: Uno de los últimos pulmones del planeta está ardiendo en llamas. Fue esa frase el detonante que me llevó hasta la selva amazónica. No podría creer lo que estaba pasando y como todo seguía su curso normal en los medios masivos de comunicación. Había muy poca información. Yo me siento muy comprometida con el activismo y la concientización ambiental y además soy periodista por lo cual decidí ir y comprobar con mis propios ojos que es lo que estaba pasando.
¿Con qué panorama te encontraste?
El panorama que encontré fue el de absoluta desinformación. En Brasil hay muchísima manipulación de los medios de comunicación y en ellos casi no se hacía referencia a los incendios. Trataban el tema de manera muy pobre restándole importancia a la situación. Otro tema importante es que para los brasileros los incendios son muy comunes ya que sucede todos los años desde el siglo pasado. Lo que hay que destacar es que la cantidad de focos de incendio de este año fueron bastante mayores a los de los años anteriores. Aunque hubo momentos en la historia en las que hubo mayores focos de incendio que este año.
Hay una manipulación muy grande por parte del gobierno en comunicar que todo lo que aparecen en los medios globales son fake news y que la gravedad de dichos incendios es un invento de las ONGs. Otros dicen que es un invento de Oglobo Brasil que es un medio enemistado con el gobierno oficial ya que les sacaron la pauta oficial y por eso quieren utilizar los incendios para debilitar a Bolsonaro.
Los brasileños se sienten muy juzgados por la mirada internacional sobre los incendios en el Amazonas.
¿Creés que los medios están tratando bien el tema?
Los medios de comunicación no le dieron tratamiento al asunto que creo que se debería hacer. Sobre todo porque le dieron muchísima más importancia al tema de las incendios como algo que llama la atención y en realidad ese no es el problema. De hecho, incendiar la tierra es una práctica milenaria, el problema es la deforestación por la expansión de la frontera agrícola. Sobre todo, porque no es un tema para cubrirlo exclusivamente en el momento que se cubrió si no que es algo que continúa y es permanente y habría que tener un seguimiento más cotidiano ya que no es algo que se terminó.
De hecho, hay mucha gente que pensaba que lo que sucedió fue un gran incendio pero lo que realmente sucedió fueron muchos incendios, algunos más chiquitos y otros más grandes. Pero no es que se está incendiando toda la selva amazónica si no que hay diferentes focos de incendio en mayores volúmenes que los años anteriores. Por lo cual la desinformación de los medios es muy grande ya que no se expresa de manera adecuada lo que sucede. La información que se da es bastante escasa y sin la seriedad que amerita.
¿Qué se habla en Brasil sobre el incendio? ¿Se tiene en cuenta el impacto ambiental que esto conlleva?
Los brasileños se reían bastante cuando les decía que había viajado por el tema de los incendios. Creen que es una gran mentira y no se si siente una preocupación en el impacto que esto trae ambiental.
Los lugares hasta los que llegué y con la gente que hable lo que más desean es expandir la frontera agrícola.
En las grandes ciudades de Brasil si se percibe una mayor preocupación por la cuestión.
¿Fue peligroso el lugar hasta al que llegaste?
La selva amazónica es el lugar del mundo con más homicidios a activistas ambientales. Altamira, el lugar de la selva amazónica por el que yo ingresé, es el tercer municipio con más homicidios de todo Brasil. Hay un gran peligro, pero la verdad que yo no sentí miedo. Mucha gente me asustó mucho por el transamazónico en el que viaje para llegar. Objetivamente sé que hay altos niveles de homicidios en estas zonas.
¿Se sentía la contaminación en el aire?
La contaminación del aire no se llegaba a percibir. En zonas donde los focos de incendios eran más nuevos si se notaba, pero en donde los incendios ya llevaban bastante tiempo no.
¿Cuánto más grave de lo que creemos es lo que está sucediendo en el Amazonas?
Creo que es bastante más grave de lo que creemos. De hecho, yo me fui mucho más preocupada de lo que llegué. Porque es una problemática que tiene muchas aristas y que lleva décadas sucediendo. Hay muchas mafias metidas en el tema.
Hay desde gente que toma las tierras de forma ilegal y caen en los grises legales que el gobierno incita. Esto muchas veces termina con un montón de asesinatos de indígenas y gente que vive en la selva y deriva en una gran deforestación.
Por otro lado, tenés a los madereros que son mafias muy fuertes que son bastante imparables.
Después está el Garimpo ilegal que es la minería ilegal (explotación de minas de oro y otros minerales de manera salvaje). Extraen oro de las minas que están en la selva. Otro tipo de mafia muy fuerte.
Por lo cual lo más preocupantes son las mafias muy agresivas que no las pueden frenar. Sobre todo porque uno de los organismos encargados de fiscalizar el cómo el Ibama no tienen el apoyo del gobierno. Entonces no logran enfrentarse con las mafias en el medio de la selva.
El presidente de Brasil Jair Bolsonaro dice en los medios de comunicación que ellos, el Ibama (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables que se encuentra asociado con Ministerio de Medio Ambiente – siendo el responsable de la ejecución de la Política Nacional del Medio Ambiente), frenan el crecimiento del país. El mismo presidente se opone a los encargados de ocuparse de la selva. Son 700 personas que pertenecen al instituto para fiscalizar toda la selva amazónica inclusive la zona del litoral, esta super precarizado. Hay una clara política pública de este gobierno anti medio ambiente. Todas esto hace que la selva sea tierra de nadie y que se permita realizar cualquier actividad dentro.