Punto Convergente

Son venezolanos, vinieron a la Argentina y triunfan como emprendedores gastronómicos

Waffles Pop
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Según la Dirección de migraciones, los venezolanos representan el 25% de los inmigrantes en el país, y en solo los últimos tres años vinieron 70.000 a radicarse a la Argentina. 

Ante el descontento social, miles de venezolanos escaparon para comenzar de cero y poder sustentarse económicamente en terrenos desconocidos.

Con esa mentalidad Jolymar Hernández viajó rumbo a la Argentina para dar comienzo a su nuevo emprendimiento: “Waffles Pop”.

Así bautizó a su negocio argentino y es desde septiembre de 2016 lleva adelante su pyme que, hasta hoy, le permite generar ingresos para poder mantenerse.

Además de ese negocio, la venezolana también trabaja como conductora del programa de radio @Arepasalas20, espacio dedicado a los venezolanos que viven en nuestro país.

Jolymar Hernandez

Jolymar demostró que en el país es posible que los extranjeros triunfen en sus proyectos. “Argentina es un país de oportunidades, además esta forjado por extranjeros y están muy acostumbrados a recibir a gente de todas partes del mundo”, expresó la venezolana, que decidió venir al país por la crisis y porque ya tenía a un familiar viviendo acá. 

“Siento que Argentina me eligió a mi porque mi hermano tenía cuatro meses acá y yo venía con mi familia y mi novio a visitarlo, y al final me terminé quedando por la crisis humanitaria que tenemos en Venezuela. Me ofreció quedarme en su casa hasta que me estabilizara. Comencé a trabajar en una tienda, en el shopping de Alcorta y a los seis meses ya había conseguido un local para el restaurante ”, relató.

En un inicio su restaurante era de comida argentina, pero luego vio en la población venezolana en el país, una oportunidad de ampliar su oferta.

“Teníamos medialunas, sándwich de miga, ensaladas de frutas, alfajores, y mucho dulce, hasta que en 2017 comenzamos a contar con la llegada de productos venezolanos que nos permitieron vender un poco de gastronomía de Venezuela”, dice y agrega: “Además los argentinos nos pedían que hiciéramos ese tipo de cosas”.

 Según Jolymar, lo más difícil de abrir un negocio en el país es el tema del alquiler de un local. “Cuando tu lo alquilas todo lo demás es muy rápido, sencillo y muy fácil. Los papeles, la legalidad, estar con la habilitación, el mono tributo, todo eso es muy sencillo. En un mes lo hicimos y no es costoso tampoco”, afirmó.

Cuando los venezolanos llegan a probar suerte como emprendedores, se topan con algunos desafíos ya que deben empezar desde cero y sin ningún tipo de ayuda. Deben buscar la manera para conseguir su objetivo, y superar los obstáculos que se les cruza.

En el caso de la dueña de  “Waffles Pop”, el desafío fue saber aprovechar lo poco tenía para establecer su negocio. “Los desafíos al abrir y mantener el negocio, yo creo que fue hacer que las cosas funcionaran. Al principio estás sin dinero, todo lo que tienes lo estás invirtiendo e invirtiendo además todas tus ganas, todo tu tiempo y lo que quieres es que funcione, que la gente te empiece a conocer. Gracias a Dios, a la honestidad, al trabajo, constancia, educación , al trato cordial y por las ganas que teníamos de trabajar fue que poco a poco logramos superar ese desafío”, destacó.

Néstor Briceño es otro ejemplo de superación. Vino al país con la idea de trabajar como Ingeniero Industrial, y consiguió empleo en una fábrica metalúrgica. Luego por varios problemas de la empresa, se vio obligado a buscar otra manera de generar ingresos. Por eso, decidió abrir su propio local de comida venezolana llamado: “Teque Pops”.

Así como Jolymar, el eligió venir a la Argentina porque sintió que era un país de oportunidades.  “Es el país que más nos ha abierto las puertas, en cuanto llegamos tenemos los mismos derechos que los argentinos y no nos miran mal. Gracias a Dios estamos bien vistos. Quería un lugar que me aceptara como Ingeniero y aquí así fue. Conseguí trabajo a los dos meses y tres meses después me traje a mi esposa y a mi hijo”, contó.

En su local, fabricar comida y la gente pueden hacer sus pedidos e ir a buscarla. “El local se pensó para ser fábrica, no somos un restaurante donde venís a comer, se utiliza para fabricar y distribuir. Los clientes ya saben la metodología del trabajo, que es por teléfono”, explicó.

Su negocio empezó a crecer con el tiempo, y fue ganando cada vez más clientes. Empezó utilizando su nombre Néstor Briseño en Facebook, se unió a grupos de venezolanos, colombianos, y de compra y venta en capital y así fue vendiendo sus productos. “Yo publicaba día y noche en todos los grupos ,a toda hora y me empezaron a salir pedidos. Poco a poco fue creciendo la clientela, si un día le vendía a una persona al otro le vendía a tres o a cuatro y así sucesivamente fue creciendo”, dice.

Para él, los desafíos fueron entender las normativas y los impuestos locales. Sin embargo, destacó que Argentina es un país que “da muchas facilidades para abrir un negocio de este tipo”.

“En el tema gastronómico es muy accesible, hay una diversidad cultural gigante, hay gente de todos lados. A los argentinos les gusta probar los diferentes sabores y culturas. Gracias a Dios nuestros productos han tenido bastante aceptación en el mercado local y no solo en ese sino que también en el peruano, boliviano, chileno, brasileño. Hay muchos emprendimientos gastronómicos que dan bien por eso, porque hay todo tipo de clientes”, afirmó Néstor.

A la izquierda, Néstor Briceño con su emprendimiento.

“Todos sabemos porque nos fuimos del país, por lo difícil que es la situación económica de allá, uno como profesional trabaja y no gana mucho dinero. Entonces la gente sigue saliendo del país por eso. La gente llega acá porque la verdad nos han abierto los brazos de muy buena forma, creo que van a seguir viniendo venezolanos para acá”, señala.

Y Jolymar agrega: “La verdad es que nosotros estamos muy agradecidos con argentina y con las oportunidades que nos ha brindado”.

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