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Obelisco: Ocho momentos en la historia de un ícono de la Ciudad

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Generó controversia desde el instante en que se decidió su construcción. Incluso estuvo a punto de ser demolido. Hoy todavía hay quienes creen en una teoría conspirativa que lo presenta como una obra hecha por los masones para demostrar su poder. Lo cierto es que el Obelisco cumple ya sus estoicos ochenta años. Fue construido en 1936 por el arquitecto Alberto Prebisch a pedido del entonces Intendente de Buenos Aires, Mariano de Vedia y Mitre, en la Plaza de la República en conmemoración a los 400 años de la fundación de la Ciudad. Se erigió en tan solo 31 días y a partir de ahí se convirtió en el símbolo de la ciudad.

Es una atracción turística para los visitantes y un lugar de encuentro para los porteños. Marchas, manifestaciones y hasta intervenciones artísticas lo tuvieron como escenario a lo largo de estos ochenta años.

Horacio Prebisch es el tercer hijo de Alberto Prebisch, arquitecto del Obelisco.
Horacio es el tercer hijo de Alberto Prebisch, arquitecto del Obelisco.

En el 80° aniversario de la inauguración del Obelisco, Horacio, el único hijo de Prebisch que siguió sus pasos en la arquitectura, recuerda ocho momentos históricos de los que el monumento fue protagonista.

El primero, sin dudas, fue su inauguración en 1936. Aunque todavía no había nacido, en su casa siempre se habló de aquel día. “Mis padres recordaban lo preocupados que estaban de llevar a mi hermano Alejandro a la inauguración por miedo a que se portara mal en presencia de personas tan importantes”, recuerda Horacio Prebisch. Entre esas personalidades se encontraban el presidente Agustín P. Justo, el intendente Mariano De Vedia y Mitre, el cardenal Santiago Luis Coppello. Todos acompañados por el Regimiento de Granaderos a Caballo.

El segundo momento que recuerda fue el revés que sufrió cuando el Concejo deliberante ordenó la inmediata demolición del Obelisco. Fue el 13 de junio de 1939, cuando tenía apenas tres años. Se adujeron razones económicas, estéticas y de seguridad pública. Pero se salvó por un decreto del Poder Ejecutivo Nacional que lo declaró “Patrimonio nacional”.

Otro momento inolvidable fue el cierre de campaña de Raúl Alfonsín. Un millón de personas se juntaron en la Plaza de la República el 26 de octubre de 1983 para escuchar al candidato de la UCR, quien sería el primer presidente democrático en muchos años. Se convirtió así en un símbolo de la vuelta a la Democracia que quedaría en la memoria de muchos.

Los años 1978 y 1986 son inolvidables para cualquiera que le guste un poco el fútbol. Las copas mundiales llevaron a una multitud a festejar al Obelisco.

El Obelisco tiene dirección: si alguien viviera allí, recibiría su correo en Av. Corrientes 1066. Foto: taringa.net
El Obelisco tiene dirección:  Corrientes 1066.

“Cada vez que la gente de Buenos Aires quiere festejar, va hasta allí espontáneamente, sin necesidad de un anuncio o de una convocatoria explicita. Es la actitud normal, obvia, para toda gran celebración popular. ¿Adónde ir, para encontrarse con la gente?…¡Al Obelisco! ¿A dónde van todos? ¡Al Obelisco!” dicen Gustavo Brandariz y Eduardo Zemborain en su libro Obelisco, ícono de Buenos Aires.

Otro recuerdo de mucha relevancia para Prebisch fue el día que el Papa Juan Pablo II dio misa en el monumento en su paso por la Argentina en 1987. En esa ocasión 750.000 fieles se juntaron en el Obelisco para la celebración del Domingo de Ramos.

Una de las manifestaciones más llamativas que se hicieron en la torre fue el 1 de diciembre de 2005 cuando fue cubierto por un preservativo de 67 metros que buscaba llamar la atención en el Día Internacional de la lucha contra el SIDA.

Hace no tanto tantos años se lo vio rodeado de fuegos artificiales en los festejos por el bicentenario en el año 2010. Los artistas más importantes del país se presentaron para hacer un homenaje a la patria frente a miles de personas que celebraron los doscientos años de la Revolución de Mayo.

El artista Leandro Erlich usó al Obelisco como parte de su instalación "La Democracia del Símbolo". Foto: Radio Mitre
El artista Leandro Erlich “cortó” la punta del Obelisco

Por último, el más reciente fue cuando en 2015 el artista Leandro Erlich hizo una instalación al Obelisco, que daba la apariencia de que le habían sacado la punta. La obra se complementaba con una pirámide blanca de piedra ubicada en la puerta del MALBA que aparentaba ser la original punta del Obelisco que había sido removida.

Ocho décadas pasaron desde que fue erigido el monumento más característico de Buenos Aires, que como concluye el hijo de Prebisch: “A pesar de las críticas, todo el mundo habla del Obelisco, todos lo quieren ver porque es el símbolo de nuestra ciudad”.

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