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Los tatuajes, de la “moda” al arrepentimiento

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Muchas personas deciden hacerse tatuajes y grabar en la piel aquellos momentos que marcaron un antes y un después en sus vida. Otras, sólo se tatúan como parte de una expresión artística. Más allá de los motivos, en la actualidad crecieron las consultas de aquellos que quieren taparse un tatuaje o quitárselo del todo y no saben cómo hacerlo.

Si bien de acuerdo con la Asociación de Tatuadores y Afines de la República Argentina (Atara), en la Ciudad de Buenos Aires alrededor de 1500 personas se tatúan por día en el año 2017, varios son los que recurren a casas de tatuaje y/o centros de estética para tratar de tapar o quitar los tatuajes.

Así, mediante distintas técnicas como “cover up” o “black out” los tatuadores pueden cumplir “el sueño” de los que recurren a sus estudios con la necesidad de tapar un tatuaje. ¿En qué consisten este tipo de técnica? El cover up es un diseño que se realiza sobre un tatuaje anterior. En cambio el black out, refiere a cubrir una gran superficie con tinta negra.

Muchos de los centros de tatuajes cuentan con profesionales especializados estas dos técnicas. En “Palacio Art, Tattoo Estudio”, Mariana Guerrido se especializa en ambas técnicas y cuenta que “cinco de cada diez clientes vienen porque se arrepintieron de algún tatuaje previo”. “Por lo general son personas que tienen tatuado el nombre de una ex pareja, o porque el tatuaje fue mal realizado por quien se lo hizo”, dice Guerrido.

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Delfina Vazquez tiene 28 años y se había tatuado las partituras de una de sus canciones favoritas de los Beatles,  “Let it be”. El tatuador había confundido algunas de las notas y la canción “ya no contaba mi propia historia, lo que quería transmitir, pero al mismo tiempo no sabía cómo quitármelo”.

Es por esto que diez años después recurrió el método de “black out”, donde le pintaron de negro la zona del gemelo, que era donde estaba su antiguo tatuaje. “Para las personas que nos gusta mucho tatuarnos, es una escapatoria diferente y la verdad que los resultados son buenos”, dice Vazquez.

Pero, ¿cuánto cuesta borrar un tatuaje? El costo de un tatuaje bajo el formato de cover up comienza desde los 800 pesos y un black out va desde los 3000 hasta los 5000 pesos dependiendo de al superficie que se quiera cubrir.

Láser, otra opción

Otra de las técnicas que se utilizan para remover tatuajes de manera definitiva es el láser. Este tipo de método es más complejo y se requiere de centros especializados que trabajen con cirujanos que sepan utilizar máquinas láser.

En la Ciudad de Buenos Aires hay cinco centros habilitados para este tipo de tratamientos según el Gobierno de la Ciudad.

Sin embargo, no es un técnica que se “adapta” a todos los bolsillos: remover un tatuaje con láser cuesta aproximadamente 50.000 pesos. El precio varía dependiendo el color, el tamaño y la zona en que se encuentre y, según explican los especialistas, generalmente lleva entre cinco y ocho sesiones remover el tatuaje.

Miguel Hernández de 38 años, decidió  quitarse el tatuaje con un nuevo en método de láser. América Latina para el borrado de tatuajes.

En la tercera sesión, no solo ya era casi imperceptible sino que hoy ya no queda absolutamente nada de lo que alguna vez fue un tattoo”, cuenta Hernández.

En cuanto a si es doloroso o no este tipo de técnicas, Hernández contó: “Fui esperando lo peor, y duele un poco más que hacerse un tatuaje, pero no más que eso.” 

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